𝐔𝐧 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐞 | 𝐒𝐭𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐀𝐔 |

Capítulo 19.

Stiles.

Habíamos regresado a Nueva York Derek y yo, estaba realmente emocionado por el bebé hasta que Derek me explicó sobre el embarazo. Al parecer duraría tres meses y mi cuerpo tendría cambios bruscos en su funcionamiento. Había pasado ya otra semana y mi madre había salido del hospital así que íbamos camino a recogerla.

- ¿Qué vamos a hacer? - pregunté.

- ¿Sobre qué? - preguntó.

- ¡Sobre el niño idiota! - grité, al parecer los cambios de humor repentinos comenzaban a notarse.

- Oh... Pues, ¿Cómo qué? - preguntó tenso.

- Oh no lo sé, talvez sobre el baby shower, el cuarto del bebé, el nombre del bebé, el lugar donde nacerá y todo lo que implica tener uno. - respondí enojado.

- Aún no sabemos el sexo del bebé, quizá en una semana podamos comenzar a planear. - respondió cuidadosamente.

- ¿No te importa verdad? Sólo sigues con esto porque yo quiero. - respondí mientras comenzaba a llorar.

- ¿Q-Qué? Claro que quiero tenerlo amor pero en este instante no podemos hacer nada más que esperar el sexo del bebé. - respondió mientras acariciaba mi vientre, quizá comprendía que los cambios de humor eran comunes.

- ¿No puedes olerlo? Usa tu nariz y dimelo. - ordené enojado.

- No puedo aún, necesitas ponerte un poquito más gordo. - respondió mientras tocaba el vientre.

- ¿Un poquito más gordo? O sea que ya lo estoy, ¿Te parece gracioso? - respondí enojado.

- ¡N-no! Pero es algo natural en los embarazados. - respondió mientras llevaba una mano a su cabello por el estrés.

- Me voy a poner gordo Derek, voy a engordar mucho y ya no me vas a querer. - respondí mientras comenzaba a romper en llanto y Derek no sabía que hacer más que seguir manejando.

- Lo siento Stiles no quise decir eso. - respondió después de unos minutos de completo silencio y sollozos por mi parte.

- Tengo hambre. - respondí triste.

- ¿Por qué lo dices así? - preguntó Derek.

- Porque voy a comer mucho y me voy a poner muy gordo. - respondí decaído.

- No importa, si nuestro bebé está bien entonces vale la pena. - respondió.

- ¿Entonces ahora sólo te importa el bebé? ¿Dónde quedo yo Derek? - pregunté volviendo a sollozar.

- Los dos son lo más importante en mi vida Stiles. - respondió y finalmente escuché lo que tanto quería.

Posiblemente Derek no conocía estos cambios de humor, Cora fue quien le advirtió lo que pasaría y Derek se limitó a decir que exageraba. Parece ser que ahora se arrepiente de no haber escuchado las recomendaciones de su hermana.

- Ahora que lo pienso creo que no te presenté formalmente a mi madre y ella aún no sabe del embarazo. - musité y Derek tragó saliva.

- ¿Crees que le agrade? - preguntó el moreno.

- No lo sé Der. Quizá se enoje porque no pasaron ni cinco meses desde que huí y resulté preñado por un hombre lobo. - musité decaído.

- Se lo diremos en el restaurante. - respondió.

- Está bien. - asentí.

Durante el resto del camino comencé a arrojar nombres para el bebé pero Derek insistía en que debíamos esperar la revelación de sexo. Llegamos al hospital y llegamos por mi madre, ella subió al asiento trasero y nos dirigimos a un restaurante.