Capítulo 25.

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Derek.

Un impulso de protección se apoderó de mí en el momento en el que Peter abrió esa puerta. Podía reconocerlo pero el deseo del lobo era más fuerte que mi fuerza de voluntad para no hacerle daño (al menos en este caso, porque vamos. Es Peter). Comencé a perseguir a ese anciano psicópata por todo el bosque y vaya que el también era rápido.

Tomé la forma de lobo completo para ir más rápido hasta finalmente llegar a Peter y caer encima de su espalda.

- Derek, soy yo ¡El tío Pet! - dijo el mayor algo nervioso.

Se dio la vuelta y nos encontrábamos cara a cara, gruñía para intimidarlo más y al mismo tener satisfacción propia. No voy a negar que aún le tenía rencor por lo de Laura pero hasta cierto punto era bastante tolerable y en ocasiones colaboraba en las misiones de la manada.

- Derek por favor reacciona, pasó lo mismo cuando Laura nació y fui a visitar a tu madre un día después y casi me mata. - dijo ya cansado.

Eso terminó de provocar a mi lobo y la primera mordida fue en si brazo. Peter comenzó a gritar por ayuda. Realmente no sabía cuál era la intención si nadie podría escucharlo realmente.

- AghHh DEREK LO SIENTO. - gritó el mayor.

Y entonces ladré y ahora mordí su pierna derecha y otro grito ahogado sonó. No pretendía matar a Peter pero quería divertirme un poco con el. Pero entonces comencé a oler a otra persona.

- ¡Derek detente! - gritó Liam.

Le miré confundido pero aún en una posición de ataque, de Peter no me preocuparía pues las heridas provocadas por un alfa tardan mucho más en sanar. Comencé a acercarme a Liam lentamente y con cautela.

- Derek dejalo ir. - ordenó Peter.

- No me hará nada Peter. - respondió Liam.

- ¿Cómo estás tan seguro? Además, te dije que no salieras de la casa. - gritó Peter.

- Escuché gritos y tuve que correr en tu rescate. Te dije que no era buena idea ir a visitarlos si aún no pasaba la semana de protección. - Musitó Liam.

- Pero los cachorros recién nacidos son tan tiernos. - Peter suspiró con cansancio.

- Lo sé, pero pronto podrás tener a los tuyos. - Musitó Liam. - Pero ahora debo preocuparme por sacarte vivo de aquí. - añadió.

Estaba frente a frente de Liam, lo había acorralado con un árbol y en su caso sabía que debía controlarme pero no podía, abrí la mandíbula para morderlo pero me detuvo con un golpe en la cabeza.

- ¿Acaso quieres que Stiles te odie? - preguntó a lo que sacudí la cabeza sin saber a qué se refería.

- Si me matas Stiles te odiará porque soy uno de sus mejores amigos y eso podría alejarte de tu cachorro. No quieres eso ¿Verdad? - preguntó Liam con amenaza.

Mi lobo solamente bufó y se dio la vuelta dejando atrás a la pareja. Corrí hasta llegar al Loft para acurrucarme junto a mi compañero y al cachorro. Lo habíamos acomodado entre ambos cuerpos y simplemente le dábamos calor. A veces me daba vergüenza ver cómo Stiles amamantaba al cachorro. Era extraño ver sus pechos hinchados, esto sólo duraría dos semanas ya que después de este tiempo los Omegas varones pierden su capacidad de lactancia. Aunque bueno, en esas dos semanas le dan mucho más de lo necesario a la cría. Posterior a eso probablemente el niño ya tendría dientes para comer lo necesario.

Olvidé mencionarlo, las crías de hombre lobo al tener un desarrollo tan rápido (tres meses de embarazo) también tienen un crecimiento exponencial las primeras semanas, a tal punto que a los 18 meses o al año y medio ya son relativamente independientes, o al menos más que el cachorro de una pareja normal.

𝐔𝐧 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐞 | 𝐒𝐭𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐀𝐔 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora