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๛Taehyung jadeó furioso sintiendo su sangre hervir en molestia, aferrándose con fuerza a las sábanas, su torso permanecía presionado contra la cama y sus piernas flexionadas quedando semi arrodillado en la misma.
Sintió una de las manos de su esposo presionar con dureza uno de sus hombros manteniendo su cuerpo inmovilizado en la cama, mientras empujaba su pelvis de manera errática una y otra vez igualmente motivado por su molestia respecto a la actitud del cocinero.
El "sexo furioso" como lo había nombrado SeokJin se había convertido en su pan de cada día desde que ambos habían decidido tomar un bando respecto a la boda de su hijo mayor.
Estaban constantemente jugando sucio para arruinarse mutuamente y superar al otro, haciendo que los novios pasaran a un segundo plano.
Pretendían que nada pasaba y estaban constantemente sonriendo más de lo habitual cuando el otro estaba en la misma habitación o estaban frente a los niños, haciendo que los menores se sintieran aún más asustados por verlos actuar como desquiciados.
No hablaban sobre los obvios sabotajes que se hacían a diario, sólo terminaban el día como una perfecta familia feliz para luego desquitarse el uno con el otro solucionando sus problemas personales en la cama con "sexo furioso" y fuera del alcance de los niños.
No podía ser algo sano, pero tampoco les parecía descabellado ya que igualmente terminaba saciando sus ganas el uno del otro y a la vez sacando la rabia mutua que sentían al pensar en que el otro estaba arruinando sus perfectos planes para el futuro de los niños.
Taehyung nunca había estado más agradecido de que las habitaciones de los niños estuvieran alejadas de la suya y es que las cosas con SeokJin llevaban días saliéndose de control en esa habitación, haciendo un paseo desde los regaños y reprimendas, hasta charlas sucias y gemidos ahogados.
