Kirishima se sentía mejor con cada día que pasaba, las medicinas de Jirō parecían ser muy efectivas sobre él. Sin embargo, no podía confiarse de su aparente bienestar físico, así que aún no tenía muchas tareas que hacer.
El pelirrojo estaba solo y aburrido, acostado en la camilla de la enfermería, manteniéndose en reposo luego de la dosis de medicina que debía tomar. Iba a seguir en su miseria hasta que alguien tocó a la puerta, se levantó inmediatamente de la camilla para ir a abrir. Cualquier razón para salir de ahí sería buena.
La persona en la puerta era Midoriya, Kirishima se preguntaba porque el chico se veía tan asustado todo el tiempo.
— Señor Kirishima, el señor Bakugō lo manda a llamar.
El pelirrojo casi saltó de la felicidad ahí mismo, el rubio había estado muy decaído los últimos días y la última charla que habían tenido no había sido para nada tranquilizadora. El sirviente le pidió que lo siguiera para llevarlo hasta el lugar de encuentro.
Durante el trayecto, Kirishima estaba organizando sus ideas y todo lo que quería decirle a Bakugō. Quería dejarle bien en claro al rubio cenizo que él estaba dispuesto a todo, no importaba que clase de tormento lo acongojara, juntos podrían superarlo y por fin derribar esa barrera helada que se había estado formando entre ambos los últimos días.
Midoriya se detuvo frente a dos grandes puertas blancas con detalles dorados, tocó suavemente la puerta, y aunque no recibió una respuesta, abrió a los pocos segundos.
Desde su lugar, Kirishima pudo ver a Bakugō dentro de la habitación. Estaba de pie con la cabeza baja mirando al suelo.
— Hay algo importante que quiero decirte — dijo el pelirrojo.
Cuando se adentró un poco más en la habitación, notó que el príncipe Todoroki estaba allí también.
— Que coincidencia, porque nosotros también.
Termina de hablar y camina hasta Bakugō para poner una de sus manos sobre su hombro.
— Midoriya, cierra la puerta.
El muchacho obedece y se acomoda en un lugar retirado de los tres hombres.
— Debemos cortar esta farsa ahora mismo, ¿no crees? — El príncipe dirigió su mirada a Bakugō que se mantenía en silencio. — Es extenuante para mí ver... — se detuvo unos segundos examinando al pelirrojo de pies a cabeza cuidadosamente — lo que sea que se haya formado aquí.
— Me parece que deberías comenzar tú, eres la razón por la que estamos aquí.
Una vez más, Bakugō ignoró las palabras de Todoroki y siguió cabizbajo.
El príncipe suspiró y ladeó su cabeza, era evidente que estaba exasperado con la situación. Al parecer las cosas no estaban saliendo como él quería.
— Por favor, vengan y tomen asiento. Algo me dice que esto será largo.
Kirishima confundido siguió al príncipe hasta una mesita que había en una esquina del salón, tenía exactamente tres sillas y tomó asiento.
Todoroki veía a Bakugō que se notaba incómodo y rehuía la mirada de cualquiera.
— Es una pena que te hayas convertido en esto, no eras así de infantil ni cuando eras un niño. — El príncipe rodó sus ojos y volteó hacia él de nuevo. — Escucha atentamente. Sé que tienes toda esta clase de pesadillas frecuentemente, pero voy a aclarar todas esas dudas que has tenido a lo largo de tu vida.
Ahora era Kirishima quién se veía incómodo, la repentina invasión a su privacidad fue desconcertante, en especial de parte de alguien con quién tenía el mínimo, y casi nulo, contacto. Cómo había logrado saber eso solo tenía una posible explicación para él, pero la idea no le agradaba nada.
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Rise of the Dragon | KiriBaku
FanfictionEn las tierras mágicas de un reino ancestral, Eijirō Kirishima, un valiente cambia formas con una piel resistente como la roca y escamas resplandecientes, lucha junto a Katsuki Bakugō, un intrépido guerrero cuyas habilidades son tan afiladas como su...