Shōto aún seguía llevando el ramo de lirios, prefería ignorar que su madre no parecía ser capaz de siquiera participar en una simple conversación.
No se oía ni el más mínimo ruido en la habitación pero no sentía la necesidad de hablar, estaba bien así, solo viendo a la mujer frente a él que tenía la mirada pérdida. Ahora él era quién organizaba las flores en un pequeño florero ya que así lo había pedido.
Sobre la pequeña mesa en la que estaba el florero había dejado su espada junto con su funda y un par de guantes que había llevado ese día. Al estar concentrado en las flores, no notó cuando su madre llegó a su lado y tomó una de la flores para arrancarle los pétalos.
— ¿Te gustan? — la dejaría hacer lo que quisiera con ellas, a fin de cuentas eran suyas.
No recibió respuesta, pero tampoco esperaba una.
Tenía los pétalos en su mano y dejó el tallo en la mesa, tenía cinco pétalos y los puso de la manera más delicada que pudo sobre la mesa formando otra pequeña flor. Cuando terminó estiró su mano hacia la espada de su hijo que reposaba muy cerca de ahí, pasó suavemente sus dedos por la hoja de la espada sin causarse ningún daño.
Todoroki no estaba seguro de qué hacer, tal vez si le pedía que se alejara de ahí la alarmaría y se lastimaría, pero si no lo hacía él no tenía la certeza de qué haría su madre a continuación. Se puso en pie de manera silenciosa y caminó hasta su madre para tomar su mano rápidamente, pero ella ya había agarrado fuertemente el mango de la espada.
— ¿Qué haces? Por favor suéltala — sentía mucha desesperación en ese momento aunque no se viera reflejada en su rostro.
Pero la mujer no hizo lo que le pidió. Levantó el arma hacia su cuello con una expresión terroríficamente neutra, viendo fijamente a su hijo.
— E-espera — ya no podía ocultar sus emociones más tiempo, la angustia lo estaba consumiendo.
Presionó el filo contra su piel abriendola un poco y haciendo que saliera un poco de sangre, aunque el rostro de la mujer no demostraba una pizca de emoción, montones de lágrimas salían de sus ojos empapando su rostro.
— N-no lo hagas, por favor no me dejes — suplicaba completamente exasperado, estaba arrodillado en el suelo cerca de su madre esperando que se arrepintiera.
— ¡Suéltala ahora! — gritó Todoroki desesperado, ahora él también estaba llorando y se encontraba en un estado deplorable, nada digno de un príncipe.
Logró ver que su madre intentó decirle algo pero no salió sonido alguno de su boca, antes de que su hijo intentará cualquier otra cosa, Rei empujó bruscamente la espada hacia su cuello y cayó al suelo de manera casi instantánea. El medio albino se apresuró en acercarse al cuerpo de su madre a gatas, pasando sus manos temblorosas por su rostro frío.
Una enfermera iba pasando fuera del cuarto llevando unas toallas a la lavandería pero se preocupó al oír fuertes gritos que venían de la habitación de la madre del príncipe.
Abrió la puerta rápidamente y lo primero que vio fue el cuerpo de una de las pacientes del hospital tirado en suelo sobre un charco de sangre junto al príncipe, este tenía sus manos manchadas y su rostro completamente pálido, contrastando con sus ojos inyectados en sangre.
Completamente asustada comenzó a pedir ayuda casi a gritos al demás personal, creyendo que el príncipe había asesinado a la mujer.
El doctor habitual de Rei había entrado a la habitación algo agitado, seguramente había corrido desde algún lugar para llegar hasta ahí.
— Disculpe, joven Todoroki — dijo llamando la atención del monarca que enseguida volteó a verlo y su mirada instantáneamente se oscureció, se puso en pie sin ninguna dificultad a pesar de sentirse totalmente vacío y fue hacia el doctor.
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Rise of the Dragon | KiriBaku
FanfictionEn las tierras mágicas de un reino ancestral, Eijirō Kirishima, un valiente cambia formas con una piel resistente como la roca y escamas resplandecientes, lucha junto a Katsuki Bakugō, un intrépido guerrero cuyas habilidades son tan afiladas como su...