Puzzle Piece || Mark Lee [COMPLETA]

Capítulo 4

El sonido de la campanilla me recibió cuando salí del dormitorio. Esta vez, sin embargo, Mark no estaba sonriendo.

—No escribiste ayer —fue lo que dijo a modo de saludo.

—L-lo olvidé —carraspeé, intentando ignorar la ligera punzada de culpa.

Él asintió una vez.

—Me preocupé —tomó la mochila de mis manos y la puso en la canasta— Pensé que algo te había pasado. Ya sabes, el mundo es peligroso estos días.

No supe cómo responder, así que solo tomé mi lugar en la bici, evitando encontrarme con sus ojos.

Parecía que Mark tenía algo más que decir, pero solo sacudió la cabeza y empezó a pedalear.

A diferencia del primer viaje, el ambiente estaba extrañamente tenso. Sentía como si hubiera hecho algo malo.

Estaba contemplando si debía disculparme, después de todo él era mayor que yo y no había tenido malas intenciones, cuando llegamos a mi edificio y Mark inclinó la bicicleta para que pudiera bajar más fácilmente. Cuando me giré para recuperar mi mochila, su sonrisa hizo que la disculpa muriera en mis labios.

Antes de poder evitarlo, me descubrí imitando su gesto.

—Ten un buen día —dijo.

—Gracias.

—Voy a estar esperando aquí a la hora del almuerzo —declaró. Y como parecía ser su costumbre, se marchó antes de que pudiera decir nada.

Suspiré. Y simplemente le quité importancia. No era nada. Saqué a Lee Mark y su sonrisa de mi mente y pasé las siguientes horas enfocada en la pizarra frente a mí. Cuando por fin llegó la hora de salir, moría de hambre.

Iba casi volando por los pasillos, cuando una voz desconocida me detuvo.

—Kang Byeol —llamó.

Me detuve en seco. Mi estómago gruñó en protesta.

—Hola —el dueño de la voz resultó ser un chico que parecía de mi edad, con el cabello color madera y enormes lentes redondos.

—Hola —respondí insegura. Estaba 100% segura de que nunca antes le había visto.

—Soy Hajoon. Seo Hajoon. Hemos sido compañeros desde que inició el año —explicó.

Me sonrojé. Que vergüenza. Estábamos a un par de semanas de salir a vacaciones y yo ni siquiera lo reconocía.

—Ah, sí. Hajoon —dije, pero era más bien muy obvio que me acaba de enterar de su existencia.

Parecía que el destino me había bendecido con la habilidad de no hacer amigos. Lo tomé como una señal. Fui hecha para estar sola.

Él fue lo bastante amable y fingió no darse cuenta.

Sonrió.

—Ayer no pude venir a clases y el profesor Yoon me dijo que podía pedirte las notas —dijo un poco apenado— Espero que este bien.

—Ah, sí. Claro —me apresuré a abrir mi mochila y sacar uno de mis cuadernos. Estaba acostumbrada a que pidieran mis notas para estudiantes que faltaban, aunque usualmente los profesores los pedían ellos mismos— Aquí tienes.

—Gracias —Hajoon lo tomó con cuidado y lo guardó en su propia mochila— Te lo regresaré mañana —añadió, empezando a caminar— ¿Vas a la cafetería?

—Si

—Genial. También yo.

Supuse que eso era una invitación para caminar a su lado, así que eso hice, más porque aún me sentía mal por no saber quién era.