Capítulo 29

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No estoy segura por cuanto tiempo estuvimos llorando, pero cuando me separé de él me sentía un poco más ligera. Mark limpió los rastros de lágrimas de mis mejillas con suavidad y depositó un suave beso en mi frente.

—¿Estás bien? —preguntó con la voz rota.

Asentí.

—¿Qué te hizo para que tus muñecas estén así? —inquirió acariciando mis heridas con delicadeza. La piel seguía morada, rota y aún no había cicatrizado, por lo que lucía bastante mal.

—Estuve atada —expliqué.

Una sombra de dolor y enojo cruzó su rostro y mi corazón se encogió.

—Pero está bien. No me duele tanto —mentí.

—Vas a estar bien —declaró— Hajoon fue atrapado. Esto —añadió señalando mis moretones— será prueba más que suficiente.

Asentí. Eso sin duda era un gran alivio. La idea de una vida de vuelta a la normalidad me puso de buen humor de inmediato.

—Tu collar funciona de maravilla —dije con una pequeña sonrisa— Los policías llegaran poco después de que tocara la alarma.

—Ya estaban en la zona. Usaron cámaras de seguridad para rastrear a Hajoon. Cuando activaste el rastreador, solo tuvieron que movilizarse un poco para encontrarte. 

—Aun así, me salvaste la vida. Otra vez —sonreí. Pero la expresión de su rostro aún era demasiado gris— ¿Estás bien?

Él suspiró y asintió ligeramente. No parecía que estuviera bien, pero supuse que era mejor no presionarle por el momento.

—¿Qué hay de Johnny? ¿Cómo está? —pregunté, intentando cambiar de tema.

La mandíbula de Mark se tensó y el agarre que tenía en mi mano se volvió más fuerte.

—Johnny está perfectamente —dijo entre dientes— No hubo ningún accidente. El idiota de Hajoon le pagó a alguien para que se hiciera pasar por el hospital.

—Vaya —exclamé sorprendida— Esa no la veía venir —dije honestamente— Pero me alegro que Johnny este bien.

Mark volvió a asentir. Sus ojos de chocolate estaban oscuros y toda su expresión era dura. Intenté ponerme en sus zapatos y concluí rápidamente que yo también estaría furiosa si alguien le hiciera daño. Una diminuta sonrisa se dibujó en mis labios. Me había enamorado del Mark que sonreía y sostenía mis manos con suavidad, pero este nuevo lado suyo sin duda no estaba mal. Me sentía segura, aún más que de costumbre.

Pero no me gustaba que estuviera de mal humor.

—Mark —llamé en un susurro. Él volteó a mirarme al instante y le hice señas para que se acercara más— Tengo algo que decirte —dije. Mark frunció ligeramente el ceño, pero se inclinó hacia mí. Cuando estuvo a mi alcance, planté un sonoro beso en su mejilla. Él se sobresaltó, claramente sorprendido, y se alejó un poco para mirarme a los ojos— Sonríe, ¿sí?

Sus mejillas se pintaron de rojo en un instante.

—Lo siento —suspiró— Pensé que todo estaría bien cuando llegaras aquí, pero esto —tomó mis manos y acarició suavemente las heridas en mis muñecas— Odio esto.

—Sanará —prometí.

—Lo sé —asintió. Se pasó la mano por el rostro y desordenó su cabello antes de dibujar una pequeña sonrisa en sus labios— ¿Qué quieres hacer, amor mío?

Mi corazón se saltó un par de latidos y me alegré. Lo tomé como una señal de que las cosas estaban volviendo a su curso.

***

Puzzle Piece || Mark Lee [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora