Capítulo 30

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MARK POV


—¿Qué es peor? Decir todo lo que piensas o no volver a hablar nunca —preguntó Haechan en voz alta.

Rodé los ojos.

Normalmente no me molestaba cuando mis amigos estaban cerca y tenían sus estúpidos debates, incluso creía que era divertido. Pero hoy estaba deseando que se largaran.

Hacía solo 10 minutos, Byeol y yo estábamos disfrutando de una tranquila tarde a la sombra de su árbol favorito en la Universidad. Ahora, nos encontrábamos rodeados por mis ruidosos amigos, que estaban acabando con mi paciencia.

Byeol probablemente había pasado una mala noche otra vez, porque se había sentado en mi regazo, con la espalda apoyada en mi pecho y la cabeza en mi hombro. Tenía los ojos cerrados y respiraba acompasadamente. Lucía adorable, como siempre, y todo lo que yo quería era que los chicos dejaran de hacer ruido para que ella pudiera dormir en paz.

Pero ya lo había intentado y ninguno estaba dispuesto a irse o callarse, así que opté por acariciar el cabello de mi chica favorita, intentado transmitirle un poco de tranquilidad. Byeol nunca me lo había dicho directamente, pero era obvio que dormía mejor cuando estaba conmigo. Cada vez que pasaba la noche sola, aparecía con ojeras al día siguiente. Me rompía el corazón verla tan cansada, pero no había mucho que ella me dejara hacer.

De pronto, un sonido atronador salido de ninguna parte me hizo sobresaltar y también a ella, quien abrió los ojos de golpe y se sentó derecha.

—Hey, hey —la llamé suavemente— Tranquila, no pasa nada.

—Mi alarma —dijo, desorientada.

Probablemente olvidó que estaba sentada en mis piernas, porque empezó a retorcerse para intentar sacar el celular del bolsillo trasero de su pantalón.

Mala idea. 

—¿Amor? —hablé con la voz entrecortada— ¿Qué tal si no haces eso?

—¿Ah? —Byeol no se había terminado de despertar, era obvio. Siguió moviéndose.

Podía sentir el calor subir a mis mejillas y no tuve más remedio que sujetar sus caderas con fuerza, obligándola a detenerse.

Stop —ordené. El teléfono seguía sonando. Levanté a Byeol ligeramente, apenas para separarla un par de centímetros de mis piernas y saqué el aparato de tu bolsillo— Toma.

—Gracias —ella lo aceptó y lo hizo callar con un rápido movimiento.

—¿Para qué es la alarma? —pregunté, intentando distraerme. Esta chica constantemente me metía en problemas y ni se daba cuenta. 

—Tengo que ir a trabajar —respondió poniéndose de pie.

Me levanté al instante, listo para seguirla.

—No, espera —me detuvo— Voy a ir a mi habitación primero. Tengo que cambiarme de ropa y dejar mis libros.

—Te acompaño —ofrecí.

Byeol sacudió la cabeza.

—Regresaré rápido —prometió. Por lo todo lo que había sucedido, aun no me sentí cómodo dejándola sola. Estaba a punto de replicar, cuando ella se alzó en las puntas de los pies y me besó en la mejilla— Espera aquí.

Suspiré derrotado y volví a sentarme. Byeol sonrió, recogió su mochila que estaba en el suelo y echó a correr en dirección a los dormitorios. No dejé de observarla hasta que su diminuta figura se perdió en la distancia.

Puzzle Piece || Mark Lee [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora