Capítulo 13

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Hajoon mantuvo su palabra. Llegó al día siguiente. Y al siguiente. Y al siguiente. Cada vez una hora más temprano. No se marchaba hasta que el reloj marcaba las 6 y yo salía de la trastienda.

Para el cuarto día que apareció por la puerta principal con una sonrisa, todo rastro de incomodidad había desaparecido por completo y reemplazado por pura irritación. Y el hecho de que parecía tener una lista de comentarios estúpidos no ayudaba a mi paciencia. Me encontré extrañando las discusiones sobre ratas gigantes.

—¡Byeol! —exclamó, como hacía todos los días y avanzó hacia mí.

—Hola —no me molesté en sonreír.

—Hoy llevas el cabello atado —señaló mi trenza— No me gusta. Deberías dejarlo suelto.

Suspiré. Precisamente eran ese tipo de palabras las que hacían hervir mi sangre. ¿Qué demonios le importaba? ¿Quién se creía que era para decirme que hacer?

—Hace calor —dije simplemente— Estoy ocupada, Hajoon.

—Lo lamento. Voy a sentarme por allá a esperar para llevarte a casa.

Faltaban tres horas para que terminara mi turno. Iba a ser una larga tarde.


Si Hajoon solo se sentara en su lugar, supongo que las cosas serían más tolerables. Pero pretendía armar conversación cada vez que pasaba frente a su mesa e incluso se atrevía a interrumpir cuando intentaba atender a los clientes. La tercera vez que lo hizo, no pude más.

—¿Qué quieres? —exigí en un susurro exasperado— Estoy intentado trabajar.

—No me gusta que hables con otros chicos —dijo, intentado darle a su voz un tono lastimero.

Lo miré fijamente, tratando de decidir si hablaba en serio o estaba jugando. ¿Me había perdido de algo? ¿Qué estaba pasando aquí?

—Solo...déjame trabajar. Por favor.

—Intenta atender solo a las chicas —pidió.

Rodé los ojos. Increíble. Di media vuelta antes de perder los estribos por completo.

—Voy a tomar un descanso —le dije a Bangchan al pasar a su lado. No esperé respuesta y caminé hasta los baños. Cerré de un portazo detrás de mí.

Estaba aprendiendo mucho sobre mi misma. Nunca antes había deseado abofetear a alguien tanto como hoy. Ni siquiera sabía que podía tener esa clase de pensamientos, generalmente era una persona tranquila. Supongo que Hajoon era una especie diferente.

Necesitaba un respiro.

Saqué mi teléfono.

Mark respondió al segundo timbrazo.

—¿Todo bien? —fue su saludo.

Sonreí.

—Sí, solo... —no estaba segura de que decir. De pronto, llamarle no me parecía tan buena idea.

—Estamos pensando volver antes —comentó después de un par de segundos en silencio— Jisung tiene una presentación y cambiaron la fecha.

—¿De verdad? —intenté sonar desinteresada, pero ni siquiera con mis manos podía borrar la enorme sonrisa que tenía pintada en el rostro.

—Sí, probablemente lleguemos pasado mañana. Me preguntaba si querías ir al cine con nosotros. Los domingos es 2x1.

—Claro —no lo dudé. Realmente necesitaba alejarme de cualquier lugar donde pudiera encontrarme con Hajoon.

Puzzle Piece || Mark Lee [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora