Capítulo 27

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Parecía que el universo por fin me estaba dando un descanso. Después de años de mala suerte, era extraño que las cosas marcharan tan bien. Pero me agradaba el cambio.


—¿Quieres ir a ver una película hoy? —preguntó Mark a mi lado. Estaba jugueteando con mis dedos mientras conducía el auto.

—En realidad, me gustaría ir a la Universidad —dije— Han pasado varios días y tengo que ir por algo de ropa.

—De acuerdo.

Hubo un par de segundos de silencio antes de que una repentina inquietud me atacara. 

—¿Cuánto crees que le tome a la policía atrapar a Hajoon? —solté, más como un pensamiento en voz alta. A pesar de que Wendy era siempre amable y realmente agradable conmigo, también extrañaba pasar tiempo a solas. Después de todo, había pasado casi toda mi vida sin compañía.

—No lo sé —confesó Mark— No entiendo por qué están tardando tanto.

—Tal vez es bueno ocultándose —opiné.

—Sea lo que sea, no vas a volver a los dormitorios hasta que ese loco este encerrado —declaró seriamente.

—Pensé que podía hacer todo lo que quisiera —bromeé, recordando la frase que constantemente me repetía— Y que tú no eres mi jefe.

Mark despegó los ojos de la carretera un segundo para mirarme con irritación.

—En este caso, eso no cuenta. Soy mayor que tú y harás lo que te diga. Punto.

—¿Debería empezar a enviarte fotos de mi ropa todos los días para que elijas que debo usar? —pinché, intentando ocultar mi sonrisa.

—Byeol —suspiró exasperado— No.

—Pero dijiste que debo hacer lo que digas —batí mis pestañas con fingida inocencia.

Después del fiasco provocado por los estúpidos consejos de internet y las palabras reconfortantes de Mark, me sentía mucho más a gusto a su lado. Había descubierto que era divertido molestarle de vez en cuando, y todo el asunto de yo pidiéndole permiso para cosas mundanas parecía irritarle con pasión. Nunca llegaba a hacerle enojar realmente, pero sus reacciones siempre eran graciosas.

—Ya basta —se quejó. Volvió a mirarme y debió notar la burla en mi expresión, porque rodó los ojos y agitó la cabeza— No es gracioso.

—Yo creo que si lo es —sonreí satisfecha.

—Has cambiado mucho, Byeol —comentó. Una pequeña sonrisa bailaba en sus labios— Hace un par de semanas ni siquiera podías mirarme a los ojos. Y ahora incluso estás bromeando —hizo una pequeña pausa— Me gusta. Me gusta que por fin parezcas cómoda conmigo.

Sentí mis mejillas calentarse.

—Antes también estaba bastante cómoda —aclaré, aunque era verdad que me sentía mucho más cercana ahora— Es solo que ya no me pones tan nerviosa.

—Ya no te pongo nerviosa —repitió lentamente— ¿En serio?

Asentí. Seguía sintiendo que mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho, pero al mismo tiempo estaba en calma. Era un extraño sentimiento que ni siquiera sabía por dónde empezar a explicar, pero me agradaba.

—¿Debería preocuparme eso? —inquirió Mark— Tú aún me pones nervioso.

Lo miré.

—¿Qué?

Ahora fue su turno de sonrojarse ligeramente.

—Si tan solo supieras, Byeol, el efecto que tienes sobre mí —masculló tan bajo que apenas pude escucharle.

Puzzle Piece || Mark Lee [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora