Puzzle Piece || Mark Lee [COMPLETA]

Capítulo 24

Tal vez era porque estaba medio sedada. Tal vez porque sabía que un policía estaba parado junto a mi puerta. O tal vez era porque Mark estaba sosteniendo mi mano. Sea cual sea la razón, no tuve pesadillas aquella noche.

Temía un poco acostumbrarme demasiado, pero decidí que no le hacía daño a nadie si disfrutaba un poco de la seguridad que me daba Mark. Me sentía un poco mal por él, estaba segura que estaba durmiendo mal, pero ya había intentado todo y no había logrado convencerle de que pasara la noche en casa.

-Si no quieres que este aquí, me iré de inmediato -había dicho- Pero si solo estas preocupada porque duerma mal, me quedo.

Estaba tan cansada de mentir y negar todo, que terminé aceptando su compañía. Y ni siquiera era por complacerle, aunque pudiera sonar egoísta, realmente quería que se quedara conmigo. Me dije que también me serviría luego para poder enviarle a casa, pero era solo una excusa. No quería que Lee Mark estuviera lejos. Eso era todo.

-¿Qué opinas de los superhéroes? -quiso saber Mark desde la puerta. Yo solo había pedido gomitas, pero él traía las manos llenas de dulces y golosinas de todos los colores.

-¿Qué es todo esto? -pregunté cuando dejó una decena de paquetitos sobre mi cama antes de empezar a sacar más de los bolsillos de su pantalón.

-No habían gomitas. Traje de todo -explicó quitándole importancia- Superhéroes. ¿Qué te parecen?

Me reí.

-Bien, supongo. Nunca he visto una película de esas.

Los ojos de Mark se abrieron de par en par y chasqueó los dedos antes de sonreír abiertamente.

-Eso pensé -dijo- Es por eso que tengo la intención de introducirte al mundo de los superhéroes. ¿Qué tal? Puedo ir volando a casa y traer mi computadora.

Estaba a punto de sonreír y aceptar cuando recordé que tenía un brazalete que hacer. Negué con la cabeza.

Mark parecía un poco decepcionado, pero se apresuró a cubrirlo con una sonrisa.

-Podemos ver dramas entonces. ¿Cuál es tu favorito?

-En realidad, quería pasar un poco de tiempo con-

Como si hubiera estado esperando, la puerta se abrió y reveló a un sonriente Jeno del otro lado. Traía una mochila colgando del hombro y una gorra negra sobre la cabeza.

-¡Llegué! -exclamó extendiendo los brazos.

Sonreí.

-Jeno -Mark parecía sorprendido- No sabía que iban a venir hoy.

-Los demás no vienen. Solo yo -explicó el menor. Dejó la mochila en un pequeño sillón que estaba incrustado en la pared y se sentó a los pies de mi cama- Golosinas.

-¿Solo tú? ¿Por qué? -preguntó Mark frunciendo el ceño.

-Byeol me llamó -respondió Jeno. Ya tenía la boca llena de caramelos.

Yo no había hecho nada malo. Al contrario, estaba planeando hacer algo bastante bueno. Aun así, me sentí inexplicablemente pequeña cuando Mark me miró con una ceja enarcada, buscando explicaciones. Podría jurar que escuché sus dientes chocar entre ellos cuando tensó la mandíbula.

-Extraño pasar tiempo con él -solté, a falta de una mejor excusa. Me arrepentí al instante.

-Extrañas pasar tiempo con él -repitió Mark. Su tono de voz era bajo, su manera de hablar lenta. Su rostro estaba pintado con tantas emociones grises que no pude identificar ninguna específicamente.