Donghae arribó a su edificio a eso de las seis de la mañana el lunes siguiente. Debía ducharse y buscar ropa limpia para estar en su puesto de trabajo a las ocho, pero valió tantísimo la pena el tiempo compartido con su madre que no lo lamentó para nada. No había acudido a casa de HyanSook precisamente a confesarse pero encontró una cálida aceptación inesperada, considerando que hablaron de él siendo amante de un hombre casado. Su madre no le juzgó, lo acogió amorosa incluso cuando se derrumbó espectacularmente y estaba tan agradecido por ello. No era consciente de cuanto había necesitado su cariño hasta que lo obtuvo.
Sintiéndose mucho más liviano que cuando salió casi huyendo de allí la noche anterior, Donghae ingresó a su apartamento. De nuevo, se alertó por el estado en que lo encontraría, pero decidió que lo que fuera, uff! lo dejaría pasar. Anhelaba extender la relativa paz interna que logró con la visita a su madre por el tiempo de pudiera.
Obviamente el depa estaba en silencio, al fin y al cabo era muy temprano por la mañana. La única luz provenía de las cortinas cerradas por las que escasamente se colaba la claridad del alba. Nada delataba la presencia del patán de EunHyuk. "Oh, por Dios ¿se habrá ido? Que sea cierto, por favor, que sea cierto", rogó.
Atravesando la semi penumbra, cruzó la sala, notando al pasar la ausencia de prendas o basura tirada. Entró a la cocina y bebió un gran vaso con agua. Inspeccionó el baño del pasillo, que se hallaba desierto y limpio. "¿De verdad se fue?". Anduvo por el pasillo en puntillas. Esperanzado, llegó hasta la última puerta, la del cuarto de visitas y pegó la oreja a la madera.
Al principio nada ocurrió.
Luego el murmullo de una música singular a muy bajo volumen flotó hasta sus oídos. "Mierda, todavía está aquí", fue lo primero que pensó. Volvió a comprobar arrimando su cara a la puerta. "¿Música clásica? ¿el patán de EunHyuk escucha música clásica?". Bueno, sería solo otra rareza de aquel chico estrafalario... Pfff, el mocoso no tenía la sensibilidad suficiente para preferir ese tipo de melodías. "Seguro cayó dormido durante la madrugada y la playlist siguió corriendo sola".
Retrocedió hasta su dormitorio y de inmediato se encaminó al baño contiguo, quitándose el suéter por el trayecto. En eso, captó un alto de prendas a los pies de la cama. Extrañado, se volteó a cogerlas, pues Donghae no acostumbraba a dejar sus pertenencias desperdigadas por ahí. Al verlas de cerca constató que era su ropa. Se trataba de la muda que EunHyuk había tomado prestada de su closet sin permiso.
Excepto que cada prenda estaba perfectamente doblada y en orden. Las agarró de un manotazo dispuesto a tirarlas en la canasta de ropa sucia. Pero entonces el aroma cítrico a lavarropas y suavizante llegó a su nariz. Incrédulo, cayó en cuenta de que las prendas habían sido lavadas, secadas, dobladas y puestas cuidadosamente sobre la cama, expresamente para que las encontrara.
"Qué carajos...". ¿Qué pretendía el mocoso con este... gesto?. Donghae se resistía a creer que se tratara de una forma de... "Nah, ese cabrón jamás pediría disculpas, no tiene consciencia". Resolvió que EunHyuk, aburrido y ocioso, solo quiso jugar con la lavadora, ahora que aprendió a usarla.
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No Angel: Boy, this is your last chance II
FanfictionUn joven trabajador social de la policía endurecido por su trabajo se convierte en un hombre diferente al amparo de las sombras. Un chico barriobajero, un chulito incontrolable... e innegablemente tentador. Donghae vive una doble vida, y la proteger...