30. Avalancha

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— ¡DongHae! ¿no estabas enfermo? ¿acaso andabas de viaje? — el vozarrón del comandante Kim Heechul resonó potente y enfadado.

— Y-yo...ehh...

— ¡DongHae! ¡por dios hombre, estás vivo! ¿cómo es que no contestas tu celular! — los pasos apresurados de no otro que ¡Siwon! subiendo por la escalera rebotaron por las paredes.

— ¡Siwon! ¡niño, por dios! ¡espérame, no puedo subir las escaleras tan rápido! ¡tú tienes las piernas más largas! — rezongaba HyanSook que a continuación apareció en el rellano de la escalera. El cerebro de DongHae se apagó definitivamente al reconocer la voz de su madre a pocos metros.

Mierda...


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¡¿Era posible tanta mala suerte?!. El fatal encuentro parecía irreal. Una verdadera pesadilla en realidad. Una avalancha de hechos imprevisibles sucediendo más allá de su control. Su jefe, su mejor amigo-ex amante, su actual novio-ex fugitivo de la justicia, su madre y el agente secreto que garantizaba las vidas de él y su pareja se observaban los unos a los otros, todos de pie en el pasillo, intentando identificar al resto, viéndole a él y aguardando a que abriera la boca. DongHae se sintió en el centro de la colisión de varios camiones tolva yendo a toda velocidad.

Alguien más pensaría que viviendo tantas situaciones de alta tensión durante los últimos meses ya estaría habituado y reaccionaría como un profesional, enseñando control y diciendo las palabras precisas... Nada más lejos de la realidad.

A ese punto, DongHae solo rogaba por un milagro, en tanto hilillos de sudor resbalaban a chorros por su espalda. Se preguntó si la mascarilla y la capucha bastarían para que Kim no reconociese a EunHyuk, el delincuente juvenil que burló a la delegación policial completa meses atrás...

Así fue que solo consiguió tartamudear incoherencias y terminó rascándose histéricamente la cara...

— Yo, y-yo... este, si... no, emmm...

Estaba jodido. De la peor forma.


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— ¡Comandante! ¡Comandante, espéreme! ¡Tuve que aparcar el coche a dos cuadras de aqu... 

— Aquí estoy, policía Lee. No corretee por los pasillos como un chiquillo, por dios. DongHae está aquí también. Y estamos esperando a que nos presente.

La cara colorada de Taemin emergió en el rellano de la escalera y las llaves de un coche tintineaban en su mano. Se detuvo en seco al reconocer a varios de los presentes.

— ¡Madre mía...! — jadeó el joven rookie.

La madre de DongHae palideció varios tonos al comprender en un dos por tres que el hombre serio con aspecto gatuno de pie sobre el tapete de entrada no era otro que el jefe de su hijo.

HyukJae se removía inquieto y parecía querer desaparecer tras el inmenso cuerpo de Kosta que se adelantó casi imperceptiblemente en ademán protector, medio ocultándolo de la vista. 

Kim Heechul desviaba la vista entre los presentes y cada tanto fulminaba a DongHae con la mirada... Casi tan seguido como sus pupilas se desviaban al torso y los abultados bíceps que Siwon cruzaba sobre el pecho, deliciosamente envueltos por una costosa camisa italiana. Siwon giraba la cabeza de acá para allá luciendo completamente confundido.

No Angel: Boy, this is your last chance IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora