No Angel: Boy, this is your last chance II

16. Il Gattino, el Jock y la Cabaña (Parte 1)

"— La respuesta para ambas interrogantes es la misma, señores: en el plazo de siete días, tendrás que morir, Lee HyukJae".

A partir de esa frase pronunciada por al agente Cho KyuHyun, una serie de sucesos se desató en las vidas de Donghae y HyukJae. Más allá de que en lo inmediato, el mayor quiso golpear a Cho, los días posteriores... bueno, podrían ser calificados de "inusuales", "fuera de lo habitual" o "estresantes" por el espectador.

Pero la descripción de lo acaecido durante las seis jornadas subsiguientes dependería más bien de la perspectiva de cada uno de los involucrados. De cómo vivieron cada evento. Para Donghae probablemente la palabra indicada sería: "tormento". Para HyukJae quizás sería "caos". Cho seguramente escogería llamarlo una "perra crisis tras otra".

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El fin de semana transcurrió sin mayores novedades aunque estuvo marcado por la estancia de permanente de Cho en el apartamento, tanto como medida de seguridad como para preparar a HyukJae en la ejecución del plan. Los tres participaron extensamente en la organización, pues de una forma u otra, cada uno jugaría un rol: HyukJae debía aprender y seguir al pie de la letra los pasos para fingir su propia muerte con eficacia, de manera que fuese creíble para SooMan y sus secuaces. Donghae estaría allí para velar por el bienestar emocional del chico en todo momento (tarea enconmendada por Cho, sin conocimiento de HyukJae) y Cho estaba a cargo de coordinar la operacción en su conjunto. 

El agente confiaba en que Donghae sabría manejar el estado de ánimo del menor, dada su estrecha relación y que podría otorgarle la contención que requiriera hasta que pudiera ser puesto bajo la tutela de algún especialista en niños y adolescentes con traumas de larga data, lo que justo ahora se veía posible solo para más adelante en el futuro, quizás luego de que el caso contra SooMan fuera resuelto. Donghae estaba al tanto y abordo con la idea de HyukJae recibiendo la terapia que necesitaba, ya que era poco probable que la tortura física, psicológica y el abuso sexual al que HyukJae fue sometido por su "tío" durante años no dejara secuelas.

Probablemente lo único remarcable entre sábado y domingo fue una salida al supermercado a comprar provisiones que Donghae hizo a la carrera, para luego volver al apartamento y ser recibido por un HyukJare extra meloso que se colgó de su cuello apenas cruzó el umbral y estuvo pegado a él como un koala el resto de la tarde. Encantado, Donghae lo dejó estar.

Lo segundo fue la adición de dos nuevos agentes - una chica joven y un tipo de mediana edad con aspecto de extranjero - que el domingo por la mañana se presentaron en la puerta del apartamento a instancias de Cho, y que formarían parte del grupo de apoyo durante el operativo. 

Emocional y físicamente drenados por la tensión ambiente en escalada, la noche del domingo Donghae y HyukJae dejaron a los agentes en la sala y se retiraron temprano a la habitación del mayor para ver una película y aprovechar de intercambiar caricias y disfrutar de un tiempo a solas previo a la inminente vuelta de Donghae a su trabajo.

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El lunes siguiente por la mañana.

El calendario marcaba el tercer lunes de diciembre y también el retorno de Donghae a sus labores luego del término de sus vacaciones. HyukJae se levantó junto con él e insistió en tomar su desayuno sentado sobre el regazo del mayor. Fue todo un logro despegarse de HyukJae al salir del apartamento, pero Donghae estaba encantado con su mocoso, así es que solo cerró la puerta cuando éste decidió por sí mismo dejarlo ir. Sinceramente esperaba que la presencia de Cho, la dupla de nuevos agentes y los preparativos no agobiasen demasiado al chico, aun cuando confiaba en su fortaleza.