𝑪𝒉𝒂𝒑𝒊𝒕𝒓𝒆 𝒗𝒊𝒏𝒈𝒕-𝒕𝒓𝒐𝒊𝒔.

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JiMin se despertó con la voz de JungKook en el jardín, llamaba a Van. Su mamá estaba en la cocina revisando un libro de finanzas, estudiaba para su segunda entrevista en el banco de Seúl.

Cuando JiMin salió, poniéndose el abrigo y las botas encima de la pijama, JungKook estaba parado en medio del jardín, bajo el tendedero, mirando hacia el bosque y acurrucándose en su largo y delgado abrigo a cuadros. Una brisa ligera sopló pequeños cristales de hielo contra su cara.

ㅡNo lo he visto en dos días ㅡdijo JungKookㅡ, pensé que al menos regresaría cuando despertara esta mañana. Pasó otra noche completa fuera, en algún sitio. ¿Crees que esté bien?

JiMin asintió.

ㅡSí, claro.

Intentó sonar seguro para tranquilizar a JungKook. Pero Van nunca lo perdía de vista.

ㅡ¿Crees que alguien se lo llevó?

ㅡNo ㅡJiMin sacudió la cabezaㅡ, no, es una locura, tal vez está allá afuera buscando una novia. Regresará.

ㅡMi mamá llamó a la asociación para prevenir el maltrato a los animales ㅡdijo JungKookㅡ. Estoy seguro de que no cree que va a regresar. Adora a ese perro, no parece porque nunca lo acaricia, pero lo ama. Perdió una de sus placas.

JungKook levantó una pequeña placa roja, y después la volvió a aventar contra la nieve. Buscó en el terreno de atrás, donde Van había montado guardia entre la casa y el bosque.

ㅡÉl me cuida ㅡdijo lastimeramenteㅡ, sé que algo le ha pasado.

JungKook miró fijamente hacia los árboles.

ㅡVamos a encontrarnos con la tía SoRa a medio camino ㅡdijo dejando caer la cabeza hacia atrásㅡ, ella y mi mamá están haciendo un evento de beneficencia este fin de semana en Cheongju, cortesía de Tidings Tea. Mamá dice que tengo que ir.

ㅡ¿Quieres entrar unos minutos?

JungKook siguió a JiMin y subieron a su cuarto. Se quitó la bufanda pero se dejó el abrigo puesto, intentando calentarse. JiMin prendió la radio mientras JungKook pasaba los dedos por sus libros: Jane Eyre, Por quién doblan las campanas, Cuna de gato...*

ㅡDesearía tener tu cerebro ㅡdijo JungKookㅡ, no tengo capacidad de atención.

Deslizó los dedos en el cuaderno de bocetos y JiMin se inclinó para quitárselo, pero era demasiado tarde. JungKook lo había abierto en una página al azar y contemplaba la pintura que JiMin había hecho. Era de JungKook, el cabello le caía sobre el rostro en suaves mechones, algunos de ellos lucían salvajes y despeinados, la mirada distante, encendida pero también un tanto triste. JiMin lo había dibujado de memoria. Había hecho otra perspectiva en la página siguiente, de espaldas, y había incluido la cicatriz de JungKook a un costado de su espalda ㅡcomo una raya en una flor hermosaㅡ, para registrar aquello sin lo cual el dibujo no sería lo mismo.

JungKook lo miró con los ojos bien abiertos.

ㅡNo me veo a mi mismo así ㅡdijo JungKook.

ㅡ¿Cómo te ves?

JungKook tocó el dibujo de su rostro con el dedo.

ㅡHaces que parezca que tengo un alma hermosa.

JungKook dio vuelta a las páginas. Vio dibujos de Van, la mamá de JiMin y la casa, su papá en equilibrio sobre un barandal barnizándolo, el sauna en el bosque.

ㅡPensé que habías dejado de dibujar.

ㅡLo retomé hace poco.

JungKook se detuvo en una flor que JiMin había dibujado. Era una flor de invierno, delicada, vívida.

⌜𝑀𝐼𝑆𝑆𝐼𝑁𝐺 | 𝑉𝑀𝐼𝑁𝐾𝑂𝑂𝐾⌟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora