34. Noche de brujas

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Tyler Durand

Tengo un plan, ¿Sensato? No, ¿Elaborado? Tampoco, ¿Lógico? Menos, pero es un plan, ¿no?

Como sea, eran las nueve de la noche, estaba en mi cuarto revisando a Karen página por página y Samanta sentada en mi cama sobando la panza de Max, pero siento sus ojos sobre mí, mis padres creen que estoy con Dina recogiendo dulces como vieja tradición de Hawollen, puse un escudo invisible alrededor de mi habitación que les evita sentir nuestra presencia.

Revisaba cada hechizo y método, uno por uno, si tan solo hubiera una forma sencilla de hacerla, algo que no sea extremadamente peligroso y arriesgado.

- ¿Has encontrado algo? - pregunta Samanta rompiendo el silencio.

- ¿Y te vas a quedar sin hacer nada? - pregunta Samanta levantándose de la cama.

-Claro que no, tenemos que ir al Más allá.

- ¡¿Qué?!- grita Samanta, yo me apresuro a colocar mi mano para tapar su boca, se supone que nadie sabe que estamos acá.

-Tenemos que esperar hasta las doce- aseguré quitando lentamente mi mano.

- ¿Qué? - Repite, pero esta vez en un susurro.

-Puede... No, será peligroso.

-No quiero ser repetitiva, pero... ¿Qué? - me limito a darle una sonrisa.

-Y perdóname por hablar en plural- me disculpé al rectificar que había dicho.

- ¿Por qué? - preguntó confundida.

-Porque tú no vendrás- le expliqué y volteé para seguir revisando a Karen. Pero ella me tomó de los hombros y drásticamente me volteó hacia ella.

-Claro que iré contigo, patas de jirafas.

-Samanta, ¿Acaso no comprendes lo peligroso que es esto? No me podría permitir exponerte a tanto, yo...- suspiré- Si a ti o a Dianne les pasa algo, no me lo perdonaría.

-Yo igual, Tyler no puedo dejar que vayas solo, la preocupación me removería la noche entera ¡La tierra se abrió!, no estamos hablando de cualquier tontería, se trata de que tú y tu hermana estarán en un peligro mortal- Ella me miró a los ojos con una sonrisa y una mirada tierna insistente. - ¿Puedo ir?

-No

- ¡Demonios, Tyler! - protestó.

-Ni siquiera conoces el más allá.

-No, pero... ¿Pero acaso ya sabes al menos dónde está? - se quejó.

-Sí, sin dudas está donde yo pienso.

Es evidente que la tiene la bruja, y haremos exactamente lo que ella quiere, así la engañaremos, traeremos a Dina sana y salva y listo.

Ven porque digo que mi plan no es sensato, elaborado o lógico.

***

El reloj marcaba las 12:00, me encontraba en medio del parque con Samanta, no sé cómo, pero se las arregló para que accediera, es bastante molesta cuando se lo propone.

Ahora, aparte de buscar a mi hermana, debo cuidarla, y apenas crucemos ese puente no habrá vuelta atrás.

- ¿Lista? - le pregunto tomando su mano. Más por mí que por ella.

Ella traga saliva y me mira- La palabra lista tiene muchos significados- dijo, sus nervios se notaban a flor de piel.

-Confía en mí, y no te separes, ¿ok? - ella asiente.

Abro el portal que conecta ambos mundos, entro con cuidado y de pronto- ¡Samanta, un muerto me está comiendo! - ella suelta un grito estruendoso del susto, su cara de horror me causo increíble gracia que no puede evitar reír a carcajadas - era una broma- le expliqué. Ella me lanza un golpe y me quejo por lo delgados y nerviosos que son mis brazos- Nada malo pasara, te lo prometo- tomo su mano y la ayudo a entrar, apenas pone ambos pies dentro, el portal se cierra, provocando un jadeo de sorpresa por su parte.

Entramos a un lugar completamente blanco y brillante llamado "La luz", seguimos caminando hasta encontrar una minimalista y rectangular entrada negra. Aquí es donde se entra a la verdadera mortandad, Pasamos por un gran río, llamado "El valle de lágrimas", en él corren todas las lágrimas derramadas por los familiares a sus muertos, acompañado de grandes estalactitas y estalagmitas, le contaba a Samanta sobre eso cuando soltó un torrencial grito, volteé a verla cuando la encuentro aterrada viendo a otra dama vestida de ropas rasgadas y negras con un velo del mismo color.

-Buenas noches, señora "Llorona"- saludo cordialmente a la dama - ¿Va a buscar a sus hijos?

La dama asiente soltando un alto chillido que por la cercanía se oía lejano.

-Creo que están por el cementerio sur- le indico. Aquella mujer se destapa su velo dejando ver su vieja calavera, gusanos negros se asomaban por sus fosas nasales y ojos, manchas de sangre seca sobre sus labios y una oscura silueta distante de una hermosa joven preocupada y sollozando se distinguía sobre esta, regalándome una sonrisa la cual yo le devolví.

Samanta paralizada con las piernas temblorosa se desplomó sobre mí, apenas la mujer se fue.

- ¿Estás bien? - le pregunto quitando algunos cabellos de su cara, su rostro más pálido que un papel y sus labios blancos y secos.

-E-era... Ella-pronuncia con dificultad.

- ¿Qué? - pregunto confundido.

-Ella se llevó a Dianne, ella roba niños- me dice temblando y balbuceando.

-No, fue alguien peor.

Una Familia fuera de lo común [Durand #1] ✔ ¡En físico Muy Pronto!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora