21. Cuatro son multitud

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Tyler Durand

Insoportable

Eso era Gabriel, estaba oficialmente agregado a mi larga lista de enemigos, estaba después del heladero que quito el sabor a banana con huesos.

Me pregunto si Camille tuviera una relación cercana con alguien y me gustara, me comportaría así, no lo sé, me cuesta comprender las emociones. Recordé a Camille mi mejor amiga, siempre en nuestras peleas para ver quién era mejor que quien.

Seguí mi camino hacia la clase de matemáticas, y recordé a ese tirano, como me respondió de mala gana ese día que le pregunté por el salón.

Entré a aquel salón y estaba Charly con su típica expresión arrogante combinado de su cabello rubio y desordenado inventándome apodos ridículos. La verdad me decía cosas peores, pero prefiero censurárselas. Mientras tanto yo tomaba mi asiento que estaba frente a él.

-No estoy de ánimos Charly, solo quiero ver desangrar a alguien y tú estás muy cerca justo ahora- eso lo hizo arrugar el entrecejo y acomodarse en su puesto.

Ya aprendí como atemorizar a los vivos. Es muy sencillo, les dices algo que tenga que ver con la muerte y se paralizan.

En el asiento de al lado estaba Samanta, con sus piernas cruzadas sobre la mesa mientras no llegaba el profesor, aunque diciendo la verdad eso no le importaba.

- ¡Vaya! Cada día das más miedo príncipe- me dice en tono de burla.

-Ese no es tu asiento. -le recuerdo.

-Se llama negociar, - dice bajando las piernas de la mesa y recuperando su postura- ¿No te acuerdas que hasta hice un trato contigo?

-Cómo olvidarlo, lo recuerdo cada noche y no duermo sabiendo que tienes el poder de destruir a mi familia.

-No lo haré- me dice con una sonrisa sincera- mi padre siempre me decía "la familia es algo sagrado, aunque parezca la forma más fácil de acabar con tu enemigo, nunca te metas con su familia"

- ¿Lo extrañas? - le volví a preguntar.

-Mucho- dijo con una sonrisa triste.

- ¿Te gustaría volverlo a ver?

- ¿Qué? - soltó arrugando el entrecejo notoriamente.

-Es que... Los muertos mayormente aprovechan cada oportunidad para ver a sus familiares vivos, ¿Con los vivos es igual? - le expliqué.

-Sí, daría todo por volver a ver su rostro, volver a verlo. Ya hasta estoy empezando a olvidar voz. - Sus ojos se tornaron rojos y lágrimas amenazaban con salir de estos- Pero no quiero dañarte el día- dijo secándoselas bruscamente- Se ve que ya estás bastante molesto, no preguntaré por qué, ya que seguro saldré aterrada.

-Bueno sí.

Sí, acabo de declararle la guerra a tu mejor amigo que está enamorado de ti.

¿Estará bien decirle?

-Perdonen la tardanza – se disculpa el profesor de matemáticas entrando al salón- Es que estaba en una junta con el director. Ese hombre está cada día más loco. - Él toma asiento- Señorita Espinoza, ese no es su puesto. - le indica a Samanta- No vaya a pegarle su mal comportamiento al mejor estudiante que he tenido en años. - dijo refiriéndose a mí.

-Talvez no sea así. Talvez se me pegué las ganas de estudiar de su alumno estrella. - defiende ella.

No pude evitarlo, empecé a reír y ella me dio una sonrisa, hasta que noté que el profesor no estaba muy feliz con mi reacción por lo que me aclaré la garganta y me reacomodé en mi asiento.

Una Familia fuera de lo común [Durand #1] ✔ ¡En físico Muy Pronto!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora