45. Otra pelea

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Tyler Durand

Al día siguiente me levanté con todas las energías, la escuela era más linda si Samanta estaba en ella, por eso me cepillaba rápidamente para estar listo lo antes posible, y así llegar cuanto antes a verla.

-... Y luego corrimos de regreso y encontramos una pequeña choza de pícnic, porque estaba lloviendo muy fuerte. Y Samanta me enseñó a jugar piedra, papel o tijera, que es la versión de los vivos de guillotina, ataúd o espíritu. - le comentaba mientras yo me peinaba en el baño con la puerta abierta.

-Me alegra, te hayas divertido- dijo papá organizando sus implementos médicos sobre la cama.

-No todo es divertirse, ese clima ayer estaba terrible, pudiste haber pescado un resfriado. - dijo mamá sentada de piernas cruzadas en una esquina de la cama y con una expresión seria.

-Pero no lo hice- le comenté- porque luego de que paró de llover, por el camino de regreso vi un Boeing 747, le hablé sobre que figura como número uno del mundo, porque muchas compañías aéreas dependen de este avión. Ella no parecía entenderme.

Mamá bufó- Yo si te entiendo cuando hablas de aviones, recuerda que en tu décimo tercer cumpleaños te regalé el libro que hablaba sobre eso.

- ¿Soy yo o huelo a una mamá celosa? - bromeó papá.

- ¿Celosa yo?

-Sí, celosita tú. Te ves tan tierna cuando estás celosa.

- ¡No estoy celosa! - exclamó- Además, tú fuiste el que se la pasó toda la tarde llorando.

- ¡Claro que no!

- ¡Claro que sí! Hasta te gastaste una caja entera de pañuelos.

-Eso no... -mamá le lanzó una mirada de "Es en serio"- Bueno, pero media caja nada más- ella lo continuó mirando así- Sobraron dos pañuelos ¿Ok? ¡Dos mugres pañuelos! Y María Laura también gastó gran parte.

-Sí, pero eso no quita que parezcas un bebito, llorando porque su hijo ya creció.

-Y tú también estabas incluida ayer- Él se sentó tras ella y le empezó a hacer cosquillas bajo de las costillas- Mi celosita.

Mamá se reía y quejaba a la vez mientras lanzaba patadas al aire.

- ¡AY! ¡JAMES! ¡PARA! ... ¡JAMES! ¡YA!

Papá se detuvo y la abrazó y se recostó sobre su hombro.

-Hay está la sonrisa de la que me enamoré. - y la besó en los labios mientras bromeaban entre ellos.

Por eso aproveché de hablar con mi madre mientras seguía de buen humor.

-Mamá, me has criado muy bien, y me considero completamente responsable y consciente de las decisiones que estoy tomando.

Mamá inclinó la cabeza y torció los labios.

-Señor responsable, dejo el grifo del agua- bromeó y volteé al baño, donde efectivamente dejé el grifo del lavamanos abierto. Luego de eso me apresuré a tomar mis cosas del suelo y salir de la habitación hasta qué mamá me llamó.

-Tyler, el amor es el más dulce y letal veneno que puedes consumir.

Yo asentí y le di una sonrisa y ella me lanzó un beso.

-Tú eres mi veneno, mi amor- le dijo papá a punto de clavarle más besos cuando ella lo frenó con sus dedos.

-Contrólate, Durand.

Una Familia fuera de lo común [Durand #1] ✔ ¡En físico Muy Pronto!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora