C A P I T U L O 17: LA VIDA ES BELLA.
Tyler Durand
Samanta me dio otro papel, este tenía otra dirección, tenia curiosidad de adonde seria, hice lo mismo que con anterior, y antes de abrir los ojos tengo una sensación inesperada.
Frio,
Abrí los ojos y un ecosistema de blancos suelos y árboles secos, pequeñas cosas blancas caían sobre mí, coloque mis brazos alrededor de mi pecho en un fallido intento de calentarme, observe a Samanta y ella está igual su cuerpo temblaba sin parar. - Por exhibicionista-.
-C-creo que debimos cambiarnos antes de venir a la nieve- tiritó. Tomó otra vez su mochila y sacó dos prendas acolchadas- ponte esta chaqueta y este pantalón – me indicó y yo le obedecí, al ponerme aquella chaqueta el frio desvaneció y suspiré. Ella se había puesto un traje más abrigado también.
- ¿Dónde estamos? - le pregunte observando lo extraño que era ese lugar.
-Estamos en las montañas, son bastante altas- ella tomó un poco de la cosa blanca que cubría el suelo y me la dio- Toma se llama nieve-
Le di una sonrisa de boca cerrada y tomé la bola, observé la nieve era tan interesante, se veía tan puramente blanca, otro material del que había leído bastante. En eso sentí que algo me golpeó la espalda, volteé y esta ella riendo divertidamente, me había lanzado una bola de nieve. Con mis hechizos empuje un puñado aún más grande y se lo tire, me empecé a reír con diversión al verla completamente cubierta de nieve.
- ¿Quieres guerra príncipe? - preguntó quitándose la nieve de encima -Guerra tendrás.
Ella tomó otro puñado de nieve y me la lanzó contra el pecho, y así se formó una batalla llena de espesa nieve.
❄❄❄
Al siguiente lugar que fuimos, hacia un poco más de calor, era relajado, pacifico, me agradaba. Samanta me explicó que era un campo, me llevo a conocer a los animales que vivían en él, no quiero hablar de eso, en conclusión: no les agrado, aunque disfrute su risa burlándose de mí.
Aparte de que algunos hacían ruidos molestos que aturdían mis oídos, y que había unos muy molestos mosquitos dejaron muchas marcas en mi piel, creo que fue de todos los sitios, el que menos me agradó.
Después fuimos a un lugar aún más caluroso y solitario, era un desierto, la arena corría con el viento sin dirección dejando patrones de ondas en el suelo, era realmente increíble. Solo que esta se metía en mis zapatos, y él sol era encandecente. Pero me gustó mucho la soledad de ese lugar. Algo seguro de todos los lugares a los que fuimos era que en todos desaparecía aquel bullicio de la ciudad.
Pero en definitiva el mejor lugar fue el último, La selva, era un paraíso tropical, lleno de vegetación, y sonidos de animales. Y algo entretenido en realidad, ya que en una ocasión un grupo de indígenas se acercó y les enseñé mis poderes, luego querían llevarme con ellos ya que aseguraban que yo era su "elegido"; gracias al cielo Samanta llegó al rescate, y hora talvez tenemos una etnia como enemigos.
Luego fuimos a una pequeña laguna con peces, ella los observaba asombrada y yo use mis poderes para alzar una gran pared de agua por encima de ella haciendo que los peces se vieran con mejor claridad, un gran "Wow" abandono su boca.
- ¿sorprendida orquídea? - dije fingiendo arrogancia.
-Tu sí que eres anormal- dijo rodeando los ojos.
En eso tras de ella vi algo tan familiar. Algo mencionado tantas veces, algo que ya se había observado mas no en su hábitat, algo que se había transformado en parte de nuestro vinculo.
-Mira tu hermana gemela- dije en tono burlón.
- ¿Qué? - ella volteo a ver. Yo me acerque a eso que había visto.
Era una genuina enredadera de Masdevallia rolfeana, orquídeas negras, tomé una y la puse tras su oreja.
-Una orquídea negra para una orquídea negra- Ella estaba roja cual un tomate - ¿Te sonrojaste o es la humedad afectándote? - espere su respuesta sin resultado-Bien, deberíamos irnos entonces. - informé, era obvio que era por la humedad.
-No- me interrumpió jalándome del brazo- falta la mejor parte.
Seguimos caminando por la selva hasta que escuché agua caer, el sol iluminaba aún más, ella apartó una gran cortina de lianas. Y se pudo ver una enorme pared de agua.
-Esta es una cascada- me dice Samanta. Me quede boquiabierto al igual que ella al verla.
Esa cascada era hermosa, sus cristalinas aguas deslumbraban por el sol que a la vez formaba un arco de varios colores, unas cuantas aves que volaban cerca, el cielo azul y la vegetación selvática hacían contraste con el paisaje.
La observe a un lado de mí, sus ojos verdes daban un hermoso tono amarillo bajo los rallos del sol, su cabello que seguía un poco mojado tomo un color dorado oscuro, su sonrisa, se notaba que disfrutaba lo que veía, era tan hermosa que me robó una sonrisa. Hasta que di un sobresalto ella de repente comenzó a gritar y a cantar.
- ¿Qué haces? -le pregunte.
-Aquí me siento libre – dijo con una enorme sonrisa.
-Yo también quiero sentirme así- le dije- ¿Cómo lo hago?
-Tú solo...suelta lo que te nazca.
Soltar lo que me nazca, soltar lo que me nazca. No comprendí.
Ella sacudió la cabeza- Grita lo que sea, nadie te va a escuchar.
Le di una última mirada confusa y tomé todo el aire que pude, y al exhalar grité.
- ¡Te amo vida!
Hoy vi Cosas así solo las había leído en libros, no esperaba que fueran tan maravillosas en persona, definitivamente este mundo es hermoso y con él la vida.
El día de hoy Samanta me enseño que la vida es bella.
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Una Familia fuera de lo común [Durand #1] ✔ ¡En físico Muy Pronto!
Fantasi[Muy pronto en papel] Todas las familias son distintas, pero ¿tanto así?. Los Durand pueden parecer una familia normal, pero esconden un gran secreto *** Tyler Durand es un chico vivo que habita entre muertos, todos transcurre normal junto con su fa...