El Fantasma De La Opera

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Abrí la puerta lentamente asomando mi cabeza para revisar el pasillo.

Deje salir un suspiro de alivio cuando lo vi vacío, deje mis cabellos detrás de mi oreja mientras caminé por encima de mis pies. No estaba respirando y era seguro que si lo hacía Taehyung frustraba mis planes.

Estaba tan concentrada con no hacer ruido que salté de la sorpresa cuando escuché mi nombre.

— Iseul. — se mantuvo con sus brazos extendidos, sus músculos se contraían mientras hacía lagartijas. — ¿dónde ir?

Yo tragué en seco agachando mi rostro sonrojado.

— Y-yo... tengo cosas que hacer con mi tío.

— ¿Yuseob hyung?

Pase mis dedos por mi flequillo intentando ocultar mis ojos de la imagen que me daba el mayor con los primeros rayos del sol.

¿Por qué se veía tan inapropiado haciendo ejercicio?

Culpé a su camiseta sin mangas y el sudor que caía por su sien, pero solo era yo hiperventilando. Se acercó unos cuantos pasos, pero en mi campo de visión solo tenía sus pies.

— Sí, tenemos una reunión con otros familiares. No te preocupes... vendré a tiempo. — mis palabras sonaban a incoherencias mientras tomaba mi abrigo del perchero. — ¿Quieres algo del super?

— Su alteza, alce su cabeza.

Fruncí mi ceño cofundada pero me tomó del mentón para alzar mi cabeza.

El flequillo se fue a los lados dejando su rostro a unos centímetros del mío, pues se estaba apoyando de la pared para verme sonriendo. Era eso. Cuando sonreía de esa forma era como un niño lleno de vida y curiosidad... ¿Como es que sentía que sus ojos me comían como la boca de un tigre?

— Mejor. — rompió el silencio y ladeó la cabeza viendo mi atuendo. — ¿Formal?

— Es en un lugar elegante. No quiero desentonar.

— Entonces, ¿por qué no poner parche? Tener ojo enrojecido. Todavía. — instintivamente coloqué mi mano encima de mi ojo caminando a un lado.

Había mejorado considerablemente, ahora solo era un leve enrojecimiento. Del que aparece cuando se frota demasiado fuerte.

— Estaré bien. Tengo que irme ahora, cuídate mucho.

— Yo acompañar.

No preguntó, ni siquiera sugirió... el simplemente colocó sus zapatillas y me siguió por el pasillo hasta el ascensor.

Me contó un poco acerca de sus últimas lecciones en el instituto de artes y yo sonreí imaginando su pronta graduación. Entre sus planes estaba abrir su propio taller así que llene una lista en mi cabeza de cosas por hacer. El prometió hacerlo juntos y su cuerpo al descubierto a mi lado solo me hacía sentir más pequeña cuando salimos a la calle otoñal.

Yuseob lo saludo con un apretón de manos.

Él le dijo algo en su oído y mi tío solo ahogó una carcajada viéndome con curiosidad. Luego su rostro se tornó serio antes que finalmente Taehyung se acercara a mí.

— Abrígate bien. — acomodó el cuello del abrigo y yo me balancee sobre mis tacones intentando ganar estabilidad. — Yuseob llevarte a desayuno.

— Pero-

— Adiós. Diviértete.

Sin más subió las escaleras de dos en dos despidiéndose con sus manos. Yo recobré mi respiración normal pasando mis dedos por mi cuello debajo del jersey cuello tortuga.

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora