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Tigre Adiestrado

El rescate fue más complicado de lo que mi cabeza había pensado, fue una cuenta regresiva a algo que me arranco la respiración por minutos. Todos tenían algo que hacer ahí cerca de la montaña, pero yo decidí quedarme al lado de Gyeol que aún se reponía del dolor con el abanico en sus manos temblorosas.

—Va a salir bien, ya vas a ver.

No sé a quién intentaba convencer.

El grupo de rescatistas usaron una maquina gigante para quitar la parte más superficial, Seokjin era el encargado de cargar con el peso más grande mientras Namjoon iba a ser quien los sacara de ahí. Un par de dragones volaban a una distancia considerada monitoreando el mover de los escombros.

En uno estaba Jungkook y en otro Baerin.

Nanhee se mordía las uñas a unos metros, junto al equipo de rescatistas que iban a dar los primeros auxilios. Todos miraban con expectativa los cuidados de todos. La máquina pareció llegar al profundo de la montaña, porque los hombres empezaron a llenar sus posiciones, Seokjin dio un paso atrás y Gyeol le ayudo un poco a cargar con las piedras restantes.

Aunque le habían advertido que dejara de hacer eso ella lo hizo sin que Namjoon delante se diera cuenta. Namjoon por su parte levitaba mientras sus ojos purpuras y su concentración hacia fruncir su ceño.

Reconocí el olor a Hanam y a agua salada antes de que pudiera ver una hebra de su cabello.

Olía a café latte con cerezos y polvo, fue Seokjin quien quito la pared que la encerraba sobre mitad de su cuerpo la pared hizo un sonido fuerte cuando cayó a unos metros y en cuestión de minutos el lugar donde había tomado la mano de Iseul había sido enterrado. Seokjin me vio una última vez, como si me preguntara si estaba seguro, incluso Jimin a uno de sus lados con sus manos en la cadera me pregunto si estaba seguro.

Yo asentí una vez solamente y entonces la pared restante fue movida de lugar causando el efecto domino. La montaña termino de derribarse en miles de pedazos con un sonido que hizo quebrar los vidrios restantes de esa calle, mi vista no se perdió en eso, sino en el abrazo que Jungkook le dio a Hanam cuando por fin pudo salir.

Namjoon regreso al suelo y con una mueca cansada busco asiento en el suelo.

— Hanam. — le llame sin alzar la cabeza y ella bajo en el dragón.

Por supuesto no podía caminar, los rescatistas y doctores me obstruyeron la vista un rato hasta que corrí a tenerla más cerca. Jungkook aun la tenía en sus brazos, en un medio abrazo por la espalda. Minho también piso tierra firme y su mejor amigo lo lleno de lágrimas al primer segundo, Jimin se encargó de revisarlo junto con Dojin.

Hanam aun con cabello desaliñado y lágrimas que limpiaban la suciedad de su rostro me sonrió. Se sintió tan real que termino por sacudir mi corazón dentro de mi pecho.

— Hanam. Hanie, ¿estas bien? — ella paso la lengua por sus labios y asintió extendiéndome su mano para que me arrodillara a su lado. — nos has dado el susto de nuestras vidas, voy a traerte algo de comer. Debes estar hambrienta.

— Ya estoy aquí, ya está aquí.

Fue Hoseok quien traía en sus manos un montón de comida que había traído Nanhee de casa.

— Jungkook, no se va a volver a ir, puedes aflojar un poco. La vas a asfixiar. — Baerin que servía de asistente de uno de los doctores le pidió con más delicadeza de la que yo hubiera usado.

— No.

Jungkook estaba haciendo una pataleta mientras enjuagaba sus lágrimas en sus mejillas de infante. Incluso empezó a peinar los cabellos de Hanam como si no creyera sus ojos.