Segundas Opiniones

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Mi pincel se deslizaba sobre el lienzo suavemente, llenando de color en formas de flores unas mas pequeñas que otras. Me concentré tanto con mantener el equilibrio de colores que salté en mi asiento cuando alguien tocó la puerta del pequeño salón de clase.

Miwoo entro con cara de pocos amigos y el rímel corrido.

— ¿Por qué te fuiste sin dejar siquiera una carta? Creí que eras del tipo romántico. — se quejó con voz profunda mientras caminaba a mi lado en su traje desajustado.

— No creer necesario.

— Claro, solo piensas en pintar... ojalá todas las victimas pudieran escapar así de la realidad.

Yo deje el pincel a un lado temiendo arruinar la obra, todas las malas vibras de Miwoo eran justificadas.

No había podido dormir en toda la noche después de ese testimonio.

— Miwoo si lo que dice ese hombre es verdad no vale la pena siquiera pensar en mis padres. Tu jurarme ayudarme a encontrar el culpable... mis padres son culpables. — mis palabras salían rápido porque era algo que había pensado de camino a la academia de pintura. — no poder siquiera ver a Iseul a los ojos. Mis padres no eran inocentes.

— Estoy conteniéndome de darte una bofetada. ¿Podrías dejar de decir tantas estupideces? Mira, si tus padres hicieron experimentos horribles con humanos o siquiera los planearon... eso no importa. Ese era su trabajo y tu escuchaste a ese hombre, ellos nunca supieron a quien se le practicarían esas atrocidades. ¡¿Los vas a juzgar por algo que ni siquiera entiendes?! Si su hijo lo hace entonces le estas dando razón a sus asesinos. — Miwoo me gritaba a este punto, sus ojeras solo reflejaban las mías que habían salido de tanto pensar.

Yo me quité el mandril y pasé mi mano sucia de pintura seca por mi cabello intentando calmarme.

— Miwoo...

— Ellos no son como ese hombre insinuó... ellos son tus padres, Tae. La verdad tiene varias formas de interpretarse.

— ¿Tus padres fueron iguales?

— Si lo supiera no estaría aquí, tonto.

Ella aparto la mirada hasta la ventana de un lado. Se sentó encima de una mesa sin hablar por unos minutos.

Yo recapitulé todo lo que ese hombre nos había dicho anoche, la mitad de cosas no las entendí y no las escuché por pensar en cómo Iseul habría llegado a casa. Lo que había pasado era traumático.

Mas traumático el testigo, un hombre cincuentón en una cárcel de mala muerte y con los ojos en unas gafas. Nos contó como algunos agentes del gobierno le extirparon los ojos aun estando consciente y amaneció en una celda con un crimen que él no había cometido.

Todo esto nos lo dijo sabiendo el peligro de abrir su boca.

" Conocí a Kim y su esposa cuando solo eran dos jóvenes universitarios, ambos venían de una zona rural en Daegu y en esa época solo los unía el amor a la ciencia, ni siquiera se veían al otro con amor. Un reclutador de talento del gobierno fue a nuestra universidad y primero reclutó a Kim... luego su amiga hizo sus prácticas de enfermera en un hospital militar"

Escucharlo hablar de mis padres tan claramente me hacía pensar, que incluso si era ciego, se aferraba a todos sus recuerdos para siquiera ver algo.

"Nunca nos especificaron que haríamos en esa base militar, tu padre era ingeniero electrónico y pensó que lo máximo que podría ser sería un cordón de seguridad. Yo recién me graduaba de ingeniería quimica, ambos trabajamos juntos en un par de proyectos menores. Luego vino este hombre... prefiero llamarlo hombre porque no es una persona. " en ese momento yo sentí el frio hierro de mi asiento atravesar mis ropas. "Le empezó a dejar más trabajo a tu padre, cosas que parecían imposibles... una cabina de ondas eléctricas, una cúpula que extrajera el oxígeno, chips inteligentes para manejar animales e incluso una camilla que revolucionaría las de la inquisición"

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora