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Coronas y Espinas

— ¿Dejaste a Taehyung?

La voz de Hoseok me hizo alzar los ojos de mis manos al vidrio delantero del auto.

Las gotas amenazaban con quebrarlo.

— No creo que el rey Jeon deje entrar a alguien más en ese hotel...

— No se equivoca, lady Yan.

— Yo también lo conozco bien y no es lugar para Taehyung. — razoné mientras planchaba con insistencia los pliegues de mi pantalón. — solo espero que esta tormenta no haga más estragos en Seúl... aún hay personas que se recuperan del incendio creado por los dragones.

— A este punto no sé si apoyar los planes de Jungkook, el rey del Han lo dejó hacer lo que quisiera.

Yo entrecerré mi ceño confundida. Los conocía, eran bastantes amables conmigo y siempre me preguntaban por Junghyun. Eso no significa que fueran tan despreocupados por su territorio.

— ¿Que hizo el príncipe Mingyu esta vez?

— Se llevó a Hanam a un paseo por el Han... ella saltó de una ventana para verse a escondidas con él. Burló la seguridad de un pelotón entero. — Hoseok lo dijo como si fuera algo inadmisible.

— Pero Hanam es libre de hacer lo que quiera.

— ¿Eso crees? Mingyu es demasiado libidinoso.

Yo sonreí un poco intentando entretenerme con estos dramas de la realeza. Si conocía a Mingyu, hasta Junghyun amenazó con matarlo con la mirada un par de veces.

— Él es así con todas las mujeres. — sonreí pensando en que Hanam poco a poco también despertaba su verdadera personalidad. — tú y yo sabemos a quién le pertenece su corazón libidinoso al final, no hay que hacer tanto alboroto.

Hoseok paso la lengua por su mejilla interna con ojos más enojados.

Yo gire a verlo con más pena, era obvio que Raeki y Mingyu serian pareja más pronto. ¿Pero ella será capaz de dejar el lado de Hoseok y Busan tan rápido? No lo defendía... pero tenía créditos.

Hoseok aún no unía los puntos de Taehyung y Hanam, lo prefería así.

Supongo que el me tenía en tan buenos términos que era inimaginable que su lady Yan hiciera algo tan macabro. De igual forma su sentir burlesco desapareció en su traje negro y auto que atravesaba la ciudad hasta un hotel lujoso al lado del rio. El mismo se bajó del auto y me ofreció compartir su paraguas doble.

Yo bajé a pasos cortos y correspondí los saludos de los guardias que hacían un camino hasta la puerta.

— ¿Por qué tanto alboroto por mi llegada? — le pregunte entre dientes mientras llegaba hasta la entrada al lobby.

— Todos quieren saber quién es lady Yan.

— No tenías que decirles eso, aquí solo soy Yan Iseul.

— Fue por cuenta propia... muchos se fueron del océano con la imagen de Lord Junghyun con ojos como dos navajas. — Hoseok se defendió ofreciéndome una toalla. — quieren saber si su pareja está hecha de hielo o siquiera respira.

En este hotel se respiraba un ambiente bastante tenso. Solo pude imaginar el show que Jungkook tuvo que haber montado hace días cuando Hanam se escapó. No quise reírme pero sonreí un poco de solo pensarla saltando de una ventana y burlando los guardias. Sin duda ella tenía la creatividad de Taehyung.

Tomamos el ascensor con más guardias que evitaban mirarme mucho.

— ¿Desea que lleve sus cosas lady Yan? — uno se atrevió a preguntarme.