Antidoto de ti

34 1 0
                                    

— Se que suele escucharlo muchas veces... pero es muy parecida al rey Jeon. — Raeki me dijo esa mañana al llegar al puerto.

Y yo le sonreí en una pequeña tienda de conveniencia mientras comíamos fideos. En unas horas partiríamos.

— Sí, tal vez soy su hermana.

— No lo digo para mal, lady Yan.

— Raeki unnie, no es algo malo. Incluso empecé a creerlo. — vi mi reflejo en la ventana frente al océano y centré mi atención a mis facciones. — somos unos conejos silvestres como dijo Junghyun-ssi.

Compartíamos los ojos de ciervo y sonrisa de conejo adorable. Sin embargo, mi rostro era más redondo y su nariz era más grande... no éramos hermanos y nunca lo sospechamos.

Era imposible, solo una burla para hacernos más condescendientes.

— Hablando del Lord Jeon, ¿fue esa la razón de su separación?

Vi lo hermosa que era, sus facciones de una princesa pelirroja y tenacidad de una militar. Recordé el nacimiento de mis propias inseguridades.

— La verdadera razón de eso... es que nunca hubo una separación en primer lugar. — murmuré apenada.

Volví mi vista al océano y recordé a Junghyun. "¿Estas bien?" Pensé con fuerza como cuando era más joven esperando que mis pensamientos le llegaran.

Salimos de ese lugar más tarde, no llevaba mucho equipaje.

Raeki y Hoseok fueron los únicos que me despidieron esta vez. Iban a acompañarme, pero debían quedarse en el reino mientras Jungkook cuidaba de Hanam en la superficie.

El barco ahora era más desolado que esa primera vez que lo monté.

Me senté en el lateral mientras tomaba profundidad y abracé mis rodillas por encima de mis jeans. Una presencia tomo lugar a mi lado en silencio y aun sin girar a verlo me sentí acompañada por minutos.

— Junghyun. — lo llamé y el solo hizo un breve sonido para saber que me escuchaba. — gracias por acompañarme, aunque sé que es tu responsabilidad.

— ¿Tu o el acompañarte?

— Ambas cosas son tu responsabilidad...

Sonreí y aunque él lo esperaba le di un breve abrazo, pasando mis manos por encima de su espalda.

Inhalando su olor a mar y hogar.

— Iseul.

— Yo también te extrañe mucho.

Ahora decía menos palabras que la última vez.

Solo respondía con monosílabos y había veces en que no respondía. Su silencio hablaba mucho del hombre en que se había convertido. Un lord de treinta años a cargo de uno de los territorios oceánicos más misteriosos y atacados del mundo.

Un océano inhabitado con solo un castillo lo suficientemente grande para acompañar la soledad de su rey.

— ¿Cuándo regresaras a Busan? — pregunté.

— No lo haré.

Yo me apoyé en su brazo, la fina tela blanca de su traje suave contra mi mejilla.

— Jungkook te necesita... Hanam ya despertó y siente que la situación se sale de sus manos. — murmuré con un deje de chantaje. — necesita de su hermano mayor.

— No.

— Hyunie.

— ¿No crees que es suficiente?

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora