Viajar A Mi

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— Así que ya conoces a Hoseok... — murmuré intentando tranquilizarme.

Taehyung que colocaba mis medias en mis pies con concentración alzó su vista. Asintió un par de veces con su rostro serio.

Supuse que ese encuentro no fue muy ameno.

Como si lo invocara el peli naranja entró, esta vez, con ropas verde.

— Lady Yan, se ve con mejor semblante hoy. — me dijo alegre y dejó una canasta de frutas en la mesa de noche. — esto lo envía Jungkook. Le conté que tiene un parche y me pidió una foto para burlarse.

— ¿Siquiera tiene tiempo de burlarse?

— Bueno me ignoró cuando le conté... pero aún con ese parche sigue luciendo increíble. No le tengo miedo a la guillotina por usted.

El dejó salir una carcajada y Taehyung metió con tanta rapidez mi pie en la zapatilla que creí me había arrancado el pie.

Se levanto sobre sus dos pies, sus manos en sus bolsillos desafiándolo.

— ¿Que hace aquí?

— Solo vengo a disponer mi auto para que regresen a casa. — Hoseok le respondió sonriendo.

— Gracias por tus intenciones, pero Taehyung y yo regresaremos en el metro. — volví a mis dos pies y estiré mis extremidades lentamente. — me vendría bien una caminata.

— Oh, está bien si eso quieres. Yah, Taehyung-ah... no creas que quiero alejar a Yan de ti. ¡Yo voy a ser el primero en apoyarte si le ganas a Junghyun! ¡Fighting! — hizo un puño con su mano y Taehyung no tuvo de otra que chocarle.

Hoseok hablaba hasta por los codos y lograba sacarle una que otra risa al menor mientras yo seguía sus pasos. Era bastante extraño caminar como una paciente, sobre todo no volver al trabajo en varios días.

Toqué con cuidado el parche pegado en mi ojo y Taehyung giró a verme enojado.

— ¡No! ¡Deje eso! — me tomó de la muñeca como si fuera una niña. — no tocar. Prohibido.

— Pero tengo picazón...

— Entonces tomar medicina. No tocar. Nunca.

No sé por qué Hoseok le dijo que me iba a quedar ciega si empeoraba y él se lo tomó muy en serio.

Me dijo que de igual forma sería especial sin la vista pero que luego no podría ver el cielo azul o las flores. Entonces que eso sería demasiado triste. El sol de la mañana nos acompañó por algunas calles mientras cada tanto Taehyung alzaba su mano libre para alejar el cabello de mi rostro.

— Taehyung-ah, ¿me veo bien?

Él había escogido mi ropa y ahora todos me veían, tal vez por el hombre guapo a mi lado o el parche en mi ojo.

— Hermosa. Hermosa muy. — exclamó sonriendo.

— E-el muy va antes... — susurré corrigiéndole y él se encogió de hombros repitiendo la frase unas cuantas veces. — ¿qué quieres hacer hoy?

— Descansar en casa.

— Pero-

— Mañana ser toda mía. Día. Iseul. Nubes. — me interrumpió con ojos cómplices.

Cualquier cosa que eso significara hizo revolcar mis tripas.

Caminamos entre las hojas caídas hasta la estación y montamos el metro que a esta hora no estaba tan lleno. Aun así, Taehyung permaneció con sus manos a cada lado de mi cuerpo alejándome de los demás pasajeros. Puso su mano encima de mi cabeza y a los lados de mi rostro en un breve abrazo antes de que empezara a moverse.

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora