🚨 Mencion de suicidio y violencia fisica, leer con discrecion.
— Cuatro de reinas.
Jungkook hizo girar la carta entre sus dedos.
Hice una mueca, odiaba jugar a las cartas y todos los juegos de mesa. Era aburrido. Con tanto bosque que tenía Yoongi en su patio trasero podría entretenerme toda la vida entera. ¿Eso del ajedrez o las cartas? Eran juegos de hombre mimados y orgullosos como Jungkook.
— Tae, es tu turno. — Jimin dijo viéndome sobre sus cartas.
— Ni siquiera sabes jugar... esto es estúpido.
— Hyung, no es nuestra culpa que pierdas. — el morocho se encogió de hombros y sonrió con sus dientes de conejo completos. — Yoongi hyung se acerca, saca una carta, la que sea.
Saque una carta aleatoria y sus ojos perdieron el enfoque.
Vi sobre la mesa de aquel bar de mala muerte, Jimin dejó salir un grito de sorpresa dejando sus cartas en la mesa. Sentí la mano de Yoongi en mi hombro que estrujó un poco.
— Felicidades, ganaste. — dijo sin un toque de sentimiento.
— Si usted me dice eso creeré que me gané un boleto a una muerte segura.
— Lamento no presentarme correctamente, soy Min Yoongi. Rey de los dragones del norte.
— Yo soy Jeon Jungkook, rey del oceano de Busan y novio de Hanam. — hizo énfasis en lo último alzando su barbilla. Ambos se inclinaron en ese lugar que olía a alcohol barato y música pirata — no es buen lugar para presentarnos, ¿ya termino de investigar?
— Ninguno de estos hijos de puta tiene información, regresemos a la estación.
Una voz femenina se acercó, era Dojin que se sentó en el regazo de Jimin sin siquiera preguntar. Tomo un largo trago de whiskey y sin hacer ninguna mueca por el sabor volvió a llenar el vaso.
— ¿Eso era todo? — pregunte queriendo irme de aquí.
— Vámonos de una vez, estamos tentando la hospitalidad de estos caballeros.
Jimin se levantó con una mueca.
— No encontramos nada, pero al menos sabemos dónde dejar de buscar. — Yoongi abrió la puerta del establo y montamos en el auto, Jungkook montó en su motocicleta. — ¿Viniste en esa cosa?
— Sí, ¿quiere un paseo?
— La tensión sexual se puede cortar con un hilo.
Dojin lucia su uniforme del ejercito bastante peculiar, el negro haciéndola lucir más sombría. Jimin dejo salir una carcajada mientras sacaba las llaves.
La calle estaba solitaria y llena de bares de mala muerte.
— ¿Qué haces aquí? ¿No tienes criminales que perseguir? — Jungkook dijo entre dientes.
Nos montamos en el auto dejando a Jungkook con su pregunta, Yoongi iba a mi lado y sentí un poco de pena al hacerse más pequeño en la esquina del asiento. Estos últimos días había ayudado a investigar, revisar en expedientes y acompañarlo a lugares que no conocía muy bien de Seúl.
Habíamos subido y bajado la ciudad con Jimin, Jungkook e incluso Miwoo, pero no había pista de algo tan atroz.
— Taehyung, ¿vas a cerrar tu taller?
— Últimamente los niños no tienen permitido salir y los toques de queda son continuos... simplemente estoy vendiendo por encargos. — le explique mi situación, al menos Hanam me ayudaba quedándose en el taller y dándome ideas. — no voy a morir de hambre. Hay muchas personas en esta ciudad que pasan un mal momento.
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𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴
Fanfiction❝Por mas que intente despertar, mis sentimientos no cambiaran. (No puedo controlar mi corazón) El solo sigue sus latidos❞ Es la historia entrelazada en otras miles, donde el amor de una bestia por su dueña traspasa las barreras del tiempo y la muert...