La Ultima Gran Dinastía

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Era una noche bastante tranquila, aunque yo no podía dormir y decidí entonces sentarme frente a la ventana a ver la luna. Seguía recordando mis momentos en Seúl, el sabor del tteokbokki picante en mi boca, la mano de Jimin en la mía cuando me olvidaba de donde quedaba el baño, los autos veloces y el olor a pescado en nuestra pequeña estadía en Busan.

No sé porque mis padres decidieron venirse a una selva, en medio de la nada, yo extrañaba la tecnología. La electricidad y mis caricaturas.

"Al menos aquí mamá sonríe más y papá está en casa todo el día con Hanam" eso pensé.

Recordé a mi hermanita de solo tres años y pensé en ir a verla en su habitación, era muy asustadiza así que muy poco dormía sola. Me apoye sobre la planta de mis pies y escuché un sonido... como si alguien tocara a la puerta. Me llené de emoción al salir al pasillo oscuro, ¿tendremos visitas? Mis pies fueron rápidos hasta la improvisada puerta que había hecho papá.

Al abrirla media docena de hombres altos en capa me vieron. Tenían sus rostros escondidos en unas mascaras blancas con detalles plateados y trague en seco.

— Pequeñín, ¿tus padres están en casa? — hablaban coreano, pero su acento era extraño.

Estaba a punto de gritar cuando mi padre me tomó del brazo dentro de la casa.

— Taehyung-ah, ve a tu habitación con mamá. — volvió a poner su voz autoritaria.

— Pero papá... tenemos vecinos y-

— ¡Es una orden!

Halo de mi oreja y yo me quejé. Luego despeino mi cabello con algo de cariño para irme de ahí sin siquiera darle una última mirada.

Solo vi su espalda tensa y su mano en la cinturilla de su pantalón de pijama. Él tenía un arma, pero era de juguete, ¿acaso iban a jugar sin mí? Camine aburrido hasta mi habitación. Ya estaba mamá con Hanam colgada de su cuello como un simio. Hanam era tan pequeña que siempre quería aprovecharse de eso, ahora estaba medio dormida mientras mamá empacaba sus cosas.

— Taehyung-ah, recoge tus cosas.

— ¡¿Regresaremos a casa?!

— Ya estamos en casa. — mi madre ya no tenía un pijama, tenía ropa del otro lado y su cabello estaba recogido en una trenza. — apresúrate.

— Yo quiero irme de aquí.

— Taehyung-ah...

— ¿Qué mamá?

Ella hizo espacio en sus piernas para que caminara hacia ella, mi madre era hermosa, de rostro redondo y facciones bastante suaves como de princesa. Su cabello castaño oscuro era como el de Hanam. Ambas eran idénticas.

No me importaba tener una hermana menor porque era como tener a una mamá diminuta.

— ¿Sucede algo malo? ¿Esos hombres son malvados? — pregunté cuando vi lágrimas en sus ojos de semilla.

— No, ellos son malvados, pero no nos harán nada. Tienes que prometerme si escuchas un ruido muy alto vas a correr con Hanie.

— ¿A dónde?

— Al otro lado de la isla si es necesario... deben esconderse de esos hombres.

— Ah, es como las escondidas. — dije emocionado con mis manos en su brazo.

Yo jugaba con Hanam, pero ella era muy pequeña y frágil, no soportaba mis juegos.

— Sí, cariño. No puedes perder a tu hermana. Tienen que permanecer juntos.

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora