CAPÍTULO II

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Caminaba esposado hacia el ala este, apenas me iba adentrando en aquel lugar miraba que mi entorno se hacía muy deprimente y espantoso, los pasillos estaban totalmente desiertos, las habitaciones solo tenían una pequeña ventana de un grueso cristal.

El silencio predominaba en aquellos interminables pasillos, menos en una habitación la 317, donde se escuchaban susurros como si la persona que estaba en esa habitación hablara sola o con alguien producto de su imaginación.

-esta es tu habitación- me dijo uno d los guardias

Me había tocado la habitación 318, bastante cerca de la persona que al parecer hablaba sola. Mi habitación al igual que las demás contaba con una puerta de metal bastante y una pequeña persiana de cristal, el interior de mi habitación era de color azul cielo, una pequeña cama con sábanas y almohadas blancas, esta  habitación es mucho más pequeña que la que tenía antes, pero bueno desde que habían  asesinado a mi amigo, no me fijaba mucho en mi alrededor, mi mente no hacia otra cosa que repetir esas imágenes una y otra y otra vez esas imágenes me estaban volviendo loco bueno más de lo que estaba.
Pasé unas horas acostado mirando al techo, hasta que entró un guardia de seguridad con un teléfono.

-toma tienes una llamada de tus padres- me hablo con desprecio.

-hola mamá –la tristeza se notaba en mi voz.

-hola Nick ¿Cómo estás? –

-bien- creo que hasta mi madre se dio cuenta que estaba mintiendo.

-ya sabemos lo que paso- ¿en realidad asesinaste a ese chico? Note la pena en su voz

-mamá no lo sé, no recuerdo nada de como termine con ese puñal en mis manos- estoy siendo presa del dolor de recordar.

-Nick todas las pruebas apuntan en tu contra ¿lo sabes?-

-Si mamá lo se, despreocúpate estaré
bien- otra vez tuve que mentir.

En verdad no quería seguir hablando de ese tema  
- ¿cómo está papá y mi hermano? - Solo quería cambiar el hilo de la conversación

-tu padre como siempre, en viajes de trabajo y tu hermano en la universidad, estudiando mucho-

Mientras mi mama me contaba más sobre el resto de la familia, el guardia me hizo una señal de que tenía que colgar.

-ma te dejo hablamos luego-en realidad no tenía ganas de hablar

Vale mi niño cuídate, un beso- mi madre siempre era tierna conmigo.

La relación con mi familia siempre había sido complicada, mi padre siempre me trataba con desprecio por mi TOC, siempre fue muy duro conmigo no sabía entender mi enfermedad, mi madre si me quería mucho a pero nunca enfrento a mi padre por sus tratos conmigo, por otra parte estaba mi hermano Víctor, el ejemplo de un buen joven, siempre sacando buenas notas, ahora había comenzado a estudiar en una prestigiosa universidad,  la relación con mi hermano, muy buena él siempre entendió mi problema, nos queríamos mucho y en muchas ocasiones me defendía del duro trato de mi padre, es un buen chaval en cambio yo era el bicho raro de la familia.

El resto del día transcurría normal, excepto por los susurros de la persona de la habitación de al lado, en ocasiones se escuchaba el guardia que  le ordenaba silencio.

Al caer la noche no fue fácil, me es imposible conseguir el sueño, apenas   cierro los ojos todas esas imágenes, la sangre, el puñal, las palabras escritas en las paredes, aquel venado con la corona, todo venía a mi cabeza. El cansancio me terminó por vencer  puede dormir un poco, tuve algunas pesadillas relacionadas con el asesinato, finalmente me volví a despertar, aún estaba todo oscuro.

Estaba seguro de que eran aproximadamente las 5:00am, levantarme a esa era propiciado por mi trastorno, aunque no quisiera me levantara a esa hora, el objetivo de estar despierto tan temprano era hacer unas planchas y abdominales, eso de ejercitarme a esa hora era algo totalmente necesario en mi rutina diaria, aunque no quisiera no podía dejar de hacerlo, es una costumbre muy fuerte. En mi habitación no había luz, la lámpara que hay,  tanto su encendido como su apagado era controlado por el personal de seguridad, tocó hacer ejercicios a oscuras. Llevaba ya varios años con esa costumbre, incluso antes de entrar al psiquiátrico practicaba ese tipo de ejercicios, siempre a la misma hora, puedo decir que estaba bien definido mi pecho, abdomen y brazos.

Termine los ejercicios sobre las 6am, siempre me ejercitaba durante una hora, luego de terminar espere un rato recostado a una de las patas de la cama, para luego ponerme la parte de arriba del uniforme que era una camisa blanca, con muchas rayas azules en forma de columna y los pantalones tenía el mismo diseño que la camisa con los mismos colores, si aquel uniforme no era muy sexi que digamos.
Encendieron las luces de mi habitación, al instante de encender las luces una sensación de asombro y de miedo recorrieron todo mi cuerpo, al ver lo que había llegado a mi habitación durante la noche.

SlenDDerman.

OBSERVADO [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora