CAPÍTULO XXXVIII

11 2 0
                                    

Fui trasladado a mi cuarto, una parte de mi sentía alivio, no me culparon por ese asesinato, pero por otra parte siento miedo, sé que hay un asesino oculto tras las paredes de este lugar, no tengo idea de porque me tiene en su punto de mira, en algún momento vendrá por mí. Héctor me lo dije aquella noche en el sótano, que alguien iba a por él, y ahora está muerto, degollado en su propio escondite.
En mi mente aparece la figura de Mertens, él había estado buscando algo en el sótano, estoy seguro de que él    tenía sospechas de que alguien vivía ahí abajo. ¿Mertens será el asesino? Tengo motivos para creer que es el padre de Deborah quien viene a por mí, pero no tengo pruebas contundentes en su contra. Las respuestas a mis preguntas están en la zona clausurada donde ocurrió la explosión.
Necesito respirar algo de aire fresco, salí un rato al patio, como de costumbre me senté debajo del mismo árbol de siempre, alejado de todos. Intentaba no pensar en nada, quería relajarme, pero es imposible a mi mente llegaban las fotos del asesinato de Héctor, acompañadas de los recuerdos de la muerte de Oscar, esas imágenes me atormentarían por el resto de mi vida, si es que no termino enloqueciendo del todo.
- ¿Estás ahí? –
La voz de Deborah me sacó de mis pensamientos, estaba parada a mi lado, mirando de arriba hacia abajo.

-Si estoy aquí- dije en un torno sarcástico.

-Supe que te quisieron culpar por el asesinato de una persona- Deborah tomó asiento a mi lado.
- ¿Cómo lo supiste? - solo miraba al frente, al inmenso horizonte.

-Lo escuche de mi padre, que lo estaba hablando con Bogan-

-Parece que Bogan confía en tu padre- no cambie mi vista.

-Mi padre en el fondo no es mal tipo, aunque tu creas que tuvo algo que ver con el psicópata que te atacó -se nota incomodidad en la voz de Deborah.

-Lo siento Deborah, no puedo confiar en tu padre- iba a parame para irme, cuando Deborah me tomó de la mano haciendo que me volviera a sentar.

-Y en mi ¿confías? - se movió para quedar en frente mío, con los muslos apoyados sobre sus rodillas, mirándome con esos ojos negros tan profundos como el universo.

-Como decirle que no a esa mirada- inconscientemente sonreí, hablar con Deborah hace que libere un poco mi mente de todo lo que me atormenta.

Deborah al escuchar lo que le dije, de inmediato se quitó de donde estaba para sentarse a mi lado, pude ver como se sonrojaba.

-No te creas cosas- eso lo dije para joderla más que nada.

-Yo no me creo nada, pero muy bien que querías besarme aquella noche que estuviste en mi habitación- me miraba de una manera muy picara.

-Yo no quería besarte, esa noche, estaba aturdido por los golpes que me habían dado-  lo que había acabado de decir no me lo creía ni yo.

-Si Nick lo que tú digas- cerró sus pequeños ojos y elevó sus cejas, sé que no creyó lo que le dije.

-Dices que yo quería besarte por pasar parte de la noche en tu habitación, lleno de golpes, entonces está de más decir lo que tu querías la noche que pasaste en sujetador conmigo en mi habitación- supe que le había ganado.

-Por cierto ¿Qué hacías esa noche fuera de tu habitación? - siempre había tenido esa duda.

Deborah se quedó en silencio, por un rato, como pensado sin responder.

-Esa noche que me viste en el pasillo, iba camino hacia la zona donde ocurrió la explosión-  cambio la vista al frente.

- ¿Tu sabes cómo llegar? - me moví poniendo clavando mi vista en el latear de su cuerpo.

Asintió con la cabeza. –Pero ni creas que te voy a decir cómo se llega-

Resoplé en muestra de mi incomodidad. –Venga Deborah no lo hagas más difícil- le dije intentando convencerla.

-Si quieres ir a esa parte, vas a tener que ir conmigo- encogió los hombros.

Ya de por si es peligroso ir a ese sitio, más peligroso será ir con Deborah, prefiero que me pase algo a mí, que por mi culpa le suceda algo a ella, pero en ese sitio se ocultan secretos que pueden ayudar a capturar a la persona que ha dejado varias víctimas tras su paso y la única que dispuesta a ir a ese sitio conmigo es ella.

-Vale vamos juntos –dije derrotado, después que habían pasado unos momentos en silencio - ¿Por qué tienes tanto interés por ir a ese lugar? –  es obvio que tiene motivos para querer ir.

-Busco al asesino de Diego- bajo el tono de su voz.

- ¿Diego? ¿El chico de pelo rojo? - fruncí el ceño.
- ¿Le conocías? -achicó el tamaño de sus ojos.

-Sí, él tuvo una crisis en el comedor, por lo que recuerdo dijo que alguien venía a por él, había visto unas fotos algos así-

-Si por crisis como esas es que lo trasladaron al ala este. Diego si logró ir al lugar de la explosión, pero cuando regresó, estaba traumado, decía que alguien venía a por él, yo no le creí, pero después supe que fue asesinado, él tenía razón- un par de lágrimas rodaron por las pálidas mejillas de Deborah, y cambio la vista, intentado que no la viera. 
-Me tengo que ir, nos vemos esta noche- Deborah se puso rápido en pie y salió corriendo añejándose de mí.

Me quede mirándola viendo cómo se alejaba de mi vista. Definitivamente no le gusta mostrar sus sentimientos, pero se ve muy dolida por la muerte de Diego, ella es como si fuera una mejor versión de mí.

Cayó la noche, estoy ansioso en mi dormitorio, no paro de caminar hacia ambos lados de izquierda a derecha, hasta que siento que tocan mi puerta, me apresuro para abrir es Deborah que me indicaba que hiciera silencio.

-Sígueme en silencio- dijo en un susurro.

slenDDerman.

OBSERVADO [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora