CAPÍTULO XXV

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Después se escuchar esa voz que se abrió paso a través de la oscuridad, se encendió la bombilla de iluminación amarrilla que cuelga del techo del sótano.
Abrí y cerré los ojos varias veces, intentando adaptarme al cambio de la iluminación del ambiente, cuando logré enfocar mi mirada logré visualizar a un hombre sentado en la silla que esta junto a la mesa, de un salto me puse en pie. Retrocedí unos pasaos al ver el rostro de esa persona, su piel esta descolorida, llena de ampollas, al parecer ese hombre fue sometido a altas temperaturas, solamente tiene algunos mechones de pelo salteados en su cráneo, no tiene cejas, su mirada está marchita, opaca, carente de vida, viste un chándal azul oscuro y me mira fijamente.
Quien sea esa persona da miedo y más en ese tenebroso sótano.

-Calma chico, no te voy hacer daño- habló en un tono suave. Intentaba calmarme.
Yo solo miraba el decrepito rostro de ese tipo, ¿Qué le pudo haber pasado?

-Si le dije a Nico que te hablara de mí, es porque necesito hablar contigo- se paró de la silla para llegar hasta su cama y allí tomó asiento.

- ¿Qué quieres hablar conmigo? - permanecí inmóvil.
-Por favor siéntate- señaló con su mano hacia la silla de que la recién se había parado.

Caminé lentamente hacia la silla, llevándole la contraria a mis instintos.

-Yo soy el que te envió esas notas un tiempo atrás- raspa su garganta haciendo un sonido seco.

- ¿Tú también fuiste el que pinto ese escrito en el baño de mi habitación? -  en el fondo quería que hubiese sido él.

-No chico, yo no pinté nada en tu baño, tienes que andarte con ojo, por alguna razón que desconozco alguien está muy pendiente de todo lo haces-
Escuchar eso provocó que un flujo eléctrico transite toda mi columna vertebral.

- ¿Por qué tanto interés en mí? -  contaba con que ese hombre me pudiera darme alguna respuesta.

-Eso tampoco lo sé, lo que si te puedo confirmar es que tu no mataste al otro chico, eres inocente- no me quitaba los ojos de arriba.

- ¿Cómo estas tan seguro que soy inocente? Yo recuerdo muy poco de ese día- pasaron algunas imágenes de manera fugaz por mi mente, relacionadas con el asesinato de Oscar.

-Yo estuve ahí la noche en la que mataron a tu amigo- comenzó a toser, para después de un rato controlar la toz. 

-Si estabas ahí ¿Por qué diablos no hiciste nada? - lancé un golpe sobre la mesa, que removiendo los papeles que estaba sobre la misma, comenzaba a enojarme.

-Chico cálmate- hizo un gesto con sus manos, buscando que me tranquilizara    – si no hice nada es porque estaba en el techo de la habitación donde torturaban a ese chico-
- ¿En el techo? - uní mis cejas.

-Mira- me mostró lo planos que había visto la otra vez que estuve con Nico en el sótano. –si te aprendes estos planos puedes moverte por este sitio sin ser visto, incluso atravesar de un lado a otro por las rejillas de ventilación. Esta construcción es antigua, a pesar de que están inoperantes aun me puedo mover por los conductos de ventilación. Por eso es que puede ver a ese ser de capucha negra torturar a tu amigo hasta la muerte- llevó su mirada contra el piso.

Escuchar eso me hizo entender cómo es que esa persona me podía dejar notas sin ser visto, tampoco lo podía juzgar, por no haberse enfrentado al asesino, yo también lo tuve en frente y no hice nada, fue duro recordar que me acobardé ante el asesino.

-Espera, pero ¿Cómo hiciste para llevarte la primera nota que me mandaste de mi habitación? –si mi habitación estaba completamente cerrada- ¿también tendrá llaves de las habitaciones?

-Yo no fui quien se llevó esa nota de tu habitación – continuaba mirando al suelo.

-Fue Bogan entonces- lo miraba atentamente, en espera de su reacción.
Al escucharme al momento levanto la mirada, no puedo disimular su asombro, no contaba con lo que le había acabado de decir.

- ¿Por qué dices que el director de este sitio fue quien te llevó esa nota de tu cuarto? intentaba disimular su sorpresa, pero ya era demasiado tarde.

-La noche en la que estuve en la enfermería, escuché a dos personas hablando sobre mí, debido a que estaba sedado no logré identificar quienes eran, solo recuerdo sus voces. Después de algunos días, logré hablar con el Dr. Bogan, nada mas de escuchar su voz supe que él era uno de esas personas que estuvieron en la enfermería esa noche y ahora al escuchar tu voz puedo afirmar que tú eres la otra persona que habló de mi mientras estaba sedado- recosté mi espalda a la silla, se siente bien por una vez no ser yo el sorprendido.

-Eres inteligente- lanzó una sonrisa macabra, bueno, con ese rostro es difícil tener una linda sonrisa.

-Tu eres el de la foto que vi la otra noche que vine aquí ¿verdad? - moví los papeles que están sobre la mesa en busca de la fotografía.

-Si soy yo el que sale en esta fotografía- sacó de abajo del colchón la fotografía que yo buscaba, se detuvo a mirarla.

Mientras el miraba la foto pude ver reflejado en sus ojos la nostalgia, esa foto le trae muchos recuerdos.

-Qué rela…- 
-Shhh- no me dejó acabar mi pregunta, puso el dedo en sus labios indicando que me callara.

– rápido hay que esconderse, alguien viene-  

SlenDerman.

¿Quien cren que valla para el sótano?

OBSERVADO [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora