OBSERVADO [Finalizada]

CAPÍTULO IX

Como olvidar esos ojos azules, ese pelo rubio y esa piel banca, era la chica recién graduada como psicóloga que el Dr. Bogan me dijo que con ella también llevaría a cabo consultas conmigo.
Ella entró acompañada por dos guardias de seguridad los cuales traían una mesa y dos sillas que acomodaron en el interior de mi cuarto. Sentado en mi cama observaba todo aquel movimiento, en ocasiones inconscientemente se me escapaba alguna mirada hacía la chica con bata blanca que esperaba a que los guardias acomodaran todo aquello.
Una vez estando yo todo listo, uno de los guardias le susurró algo en el oído a la chica, esta asintió con la cabeza y cerraron la puerta tras su espalda.
Estando ella a solas conmigo en mi cuarto la mire fijamente a esos ojos azules capaces de hipnotizar, puede notar que por unos segundos me devolvió la mirada para luego apartarla.
-por favor tome asiento- dijo mientras ella se sentaba
Caminé unos pasos para tomar asiento frente a ella.
-el guardia me dijo que si intenta algo raro solo tengo que hacer presionar este botón y ellos entraran a neutralizarlo – sacó un pequeño artilugio cuadrado con un botón negro en el medio.
-intenta usted intimidarme Srta.Strech- le lancé una sonrisa un poco perversa.
-ya veo que recuerda mi apellido- dijo haciendo un gesto de asombro con la cabeza.
-dentro de este sitio usted es de lo más lindo que he visto así que es algo fácil de recordar-
Pude notar como se sonrojaban esos pómulos tan blancos y perfectos.
-se está sonrojando – señale su rostro.
-No, no me estoy sonrojando- me lanzó una mirada asesina.
-Tranquila, no se ponga nerviosa Srta.Strech no vaya a ser que presione ese botón y me meta en líos con los guardias- lance otras de mis sonrisas perversas.
-Mire Sr. Deamon deje de intentar ligar conmigo y comenzamos con la consulta-
- ¿Qué? ¿Ligar? yo no estoy intentado ligar con usted- debo admitir que no me esperaba ese comentario.
-Tranquilo no se ponga nervioso Sr. Deamon- esta vez fue ella la que sonrió.
Me había devuelto mi propia jugada, era una chica valiente no todas le dicen a un posible asesino psicópata que deje de ligar con ella.
-En su informe dice que usted asesinó  a otro paciente de una manera que solo un psicópata lo haría, pero en lo que declara afirma no recordar nada ¿qué me puede decir sobre eso Sr. Deamon? – su mirada se centraba en mi
-Lo único que le puedo decir es lo que dice en ese informe- aparté la mirada
Hablar de aquel tema para mi continuaba siendo algo muy difícil.
-Sí, pero no es lo mismo lo que dice en el informe a poder escucharlo de usted-
-Dígame Srta.Strech ¿sabe lo que es perder a alguien querido?  peor aún ¿Qué seas tú el culpable de que ese alguien ya no este? –continuaba con la cabeza gacha, aunque sentía como el dolor y la ira comenzaban apoderase de mí.
-puede que no sea el único que haya pasado por eso Sr. Deamon. – puede notar algo de tristeza en su voz.
Ese comentario me hizo levantar la cabeza y enfrentarla con la mirada, ¿aquella chica en realidad había sufrido algo similar a lo mío? ¿o solo me dijo eso para empatizar con mi situación? Los psicólogos suelen hacer esas cosas.
-En realidad recuerdo muy pocos detalles de ese día- si con su cometario anterior lo que quería era empatizar conmigo lo estaba logrando.
¿Qué detalles son esos Sr. Deamon? -  colocó sus finas y delicadas manos sobre la mesa. 
-Me puede alcanzar una hoja y un lápiz- estire la mano hacia adelante abriendo la palma de mi mano.
Ella lo pensó por unos momentos, no era buena idea darle un objeto punzante a un presunto asesino psicópata así sea un lápiz, lanzó una mirada hacia el mando con aquel botón negro, contaba con que si intentara algo le daría tiempo presionar el botón y entrarían los guardias.
-Aquí tienes- coloco sobre la mesa un lápiz con una hoja.
Agarré el lápiz para comenzar a dibujar trazos sobre aquel papel, estaba intentando dibujar esa insignia del ciervo coronado. Tarde algunos minutos, no me quedo exactamente igual al dibujo que tenía aquel puñal en su empuñadura, pero se asemejaba bastante.
Apoyando mis dedos sobre la hoja arrastrándola hasta donde estaba la psicóloga.
- ¿Qué significa? - ella había tomado en sus manos el dibujo, lo miraba fijamente.
- Es el mayor detalle que recuerdo relacionado con la muerte de mi amigo, un dibujo similar a ese estaba en la empuñadura del puñal que sirvió para asesinarlo, quizás si usted investiga que significa esa insignia me ayude a recordar- ella es mi única esperanza para poder averiguar más sobre esa insignia.
En el ala este los pacientes no tienen ningún tipo de acceso a ordenadores, teléfonos móviles, mucho menos a internet, la Srta.Strech es la única que podía averiguar algo sobre el significado de esa insignia.
-está bien investigaré sobre ese dibujo que me dio- guardó mi dibujo en su bolso 
-muchas gracias – le hable con sinceridad.
-eso es todo por hoy, continuaremos con la cita luego Nick- se ponía de pie y caminaba hasta la puerta.
-espere- alce un poco mi voz. Logré  llamar su atención.
-Usted sabe mi nombre y yo no sé el suyo ¿le parece justo? -  me puse de pie para poder volver a mirar esos ojos azules.
-Me llamo Camila- una vez más nuestras miradas se entrelazaron y como la vez anterior sentí que el tiempo se detuvo.
-Pues hasta luego Camila-  le sonreí
Finalmente ella salió de la habitación dando paso a que los guardias entraran para llevarse la mesa con las dos sillas.
Ese día término de una manera tranquila, debido a mi reciente crisis me habían mandado reposo así que pasaría el fin de semana en mi habitación, las enfermeras me llevarían la comida y los medicamentos solamente saldría con supervisión a la hora del baño.
No me molestaba pasar el fin de semana en el cuarto trancado. En aquel sitio todos los días eran iguales, una rutina repetitiva. Como ya era costumbre desperté en la madrugada con otras de mis perturbadoras pesadillas por suerte esta vez no me dolía la cabeza. Me mantuve despierto unas horas, comencé con mi rutina de ejercicios. Me trajeron el desayuno a mi cuarto, al poco rato de terminar de desayunar entro a mi habitación un guardia de seguridad con un teléfono celular en la mano.
- Nick Deamon tienes una llamada –

SlenDDerman.

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