CAPÍTULO I

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Un fuerte dolor de cabeza hace que me despierte, parpadeo varias veces hasta que logro ver con nitidez. Al instante quedo aterrorizado, un puñal al parecer de plata, en su empuñadura lleva grabada la imagen de  un ciervo con una corona,  aquel puñal está lleno de sangre. Eleve  cabeza mirando a mi alrededor, mi corazón por un instante dejo de latir, la habitación estaba llena de escritos que decían:

NO FUISTE LO SUFICIENTE BUENO.

Miré hacía adelante, se encontrba inmovil, amarrado a una silla, de pies y manos, la cabeza baja y pelo cubriendo su rostros mi amigo Oscar totalemnte cubierto de sangre, al ver aquello note que algo en mi cabeza se rompió, ¡mi amigo está  muerto! alguien lo asesinó de una manera brutal,yo ni tan siquiera sabía qué hacía en aquel lugar con ese puñal en la mano. La situación definitivamente me superaba, podía pensar, mucho menos moverme, estoy en estado de shock sentí, como irrumpieron en la habitación.

–suelta ese puñal qué diablos has hecho- gritaba uno de los guardias.

yo continuaba inmóvil,  hasta que sentí que unas descargas eléctricas por todo mi cuerpo, me habían disparado con una pistola eléctrica, caí  al suelo arrodillado, lo siguiente que sentí fue una aguja fría entrando a mi cuello e introduciendo un líquido, en cuestión de segundos todo se hizo borroso, fui  sido, no puede evitar desmayarme. Desperté  en una habitación totalmente blanca sin persianas y una puerta de metal, grueso definitivamente aquella no era mi habitación, pero contaba con la esperanza de que aquello que había vivido anteriormente halla sido solo una pesadilla, pero algo me decía que no era así, paso cerca una hora en la que no podía parar de recordar esas terroríficas imágenes, me sentía cansado, obviamente estoy aún medio sedado, me martitizaba con aquellas imágenes, hasta que mi atención se desvió hacia la puerta, entró  personal de seguridad, con sus típicos uniformes blancos y sus porras a un lado. 

- ¿Qué sucede? - Yo sabía exactamente lo que sucedía me iban a culpar por la muerte de Oscar cuando yo no había sido ¿O sí?               

Aquellos hombres me trasladaban por  el  pasillo esposado, bueno normal, posiblemente fuera un asesino psicópata. Mientras caminaba recordaba parte mi vida, de cuando me habían diagnosticado mi trastorno obsesivo compulsivo (TOC), basado en  tener todo ordenado, libros, ropa, mi habitación los cubiertos, llevar en correcto orden la rutina de mi vida diaria,si algo no estaba en el orden que quería me ponía muy histérico y nervioso, para mí que algo no estuviera en orden ese algo está terriblemente mal. Aunque puede que sonara no tan malo, mi familia decidió que había que intentar curarme ese TOC cada vez les hacía más difícil la convivencia conmigo. Una voz me saca de mis pensamientos  

–entra- me indica con su mano uno de los guardias.
 
Volviendo en tiempo y espacio estaba en el despacho del director del  psiquiátrico el Dr. Bogan, quien me recibía, es un hombre canoso su pelo y su bigote hacen un buen contraste con su bata yo lo conocía bueno, por ser el Director del psiquiátrico, pero nunca habíamos hablado.

-Buenos días Nick, siéntate por favor- parecía amable.

Tome asiento en la silla que quedaba al frente su mesa, todo está muy bien ordenado, incluso los papeles que tiene encima  de la mesa tienen  su cierto orden, aquello me sorprendió, en la mayoría de despachos que había estado siempre estaban desordenados.

-hola ¿Cómo estás? - hizo una señal a los guardias para que nos dejarán solos.

No le vi el sentido a responder esa pregunta, me mantuve en silencio y mirando al suelo.

-Sr. Deamon usted solo tiene 24 años

Cuando dijo mi edad recordé que llevaba 4 años en aquel sitio

–por los informes de sus psicólogos usted estaba mejorando considerablemente
¿Por qué asesinar a un paciente?- me miraba, como intentado buscar respuestas en mi.

-Yo no.… olvídelo- dije derrotado.

Pensé en declararme inocente de ese asesinato, pero no recordaba cómo había llegado a esa habitación y como llegó ese puñal a mi mano, no tengo ninguna prueba para negar la acusación, incluso por momentos creía que en realidad yo si había matado a Oscar, todo es muy confuso.

-Hay huellas tuyas en el arma homicida, al igual que en el cuerpo de la víctima, me temo que estas metido en problemas chaval- el Dr. Bogan me hablaba en un tono, que parecía que sentía todo lo que me estaba pasando.

Yo continuaba callado con la cabeza gacha, mi mente se marcaba de mi cuerpo.

- ¡Oye chico¡- dijo el Dr. Bogan pasando la mando por delante de mi cara –¿el puñal de donde lo sacaste? - 

Otra pregunta que era incapaz de responder,de aquel puñal solo recordaba su empuñadura, aquel ciervo con la corona, imagen que por alguna razón me era familiar.

-Lo que hiciste es asesinato Nick- dijo Sr. Bogan levantando las cejas  -así que tuvimos que informar a la policía, obviamente no te llevaremos a una cárcel, pero si te cambiaremos al ala este.

-Tragué en seco- recordé que el ala este era a donde llevaban a los pacientes más peligrosos, los que en realidad eran catalogados como psicópatas.

En respuesta a la noticia solo moví la cabeza para mirar al Sr. Bogan, sus ojos reflejaron asombro, me miraba como si estuviera mirando a un muerto

- ¿Algo que decir Sr. Deamon? –

El silencio inundó aquel despacho por unos segundos, yo no quería decir nada, no en ese momento, no me apetecía ni vivir, mucho menos hablar, yo de por si ya tenía mis traumas ahora tocaba lidiar con un asesinato.

-pueden llevárselo- ordeno el Dr. Bogan al personal que esperaba fuera

- ¿Por qué se me hace familiar la imagen del ciervo con la corona? – esa pregunta paso por mi dañada mente

SlenDDerman.
   

OBSERVADO [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora