OBSERVADO [Finalizada]

CAPUTULO XIII

Me paré en seco cuando escuché que ella había descubierto algo sobre esa insignia.
-Está bien tengamos una consulta- continuaba de espalda a ella

-Diría que lo único que le interesa es saber de esa insignia- su voz sonaba enojada por mi actitud.

-permanecí en silencio- también me interesaba disfrutar de la compañía de Camila, pero no le se lo iba a decir.

Pasamos un rato en silencio, apoyé mi espalda contra la puerta cruzando mis brazos, Camila esta parada al frente mío, sus ojos reflejaban que seguía enfada porque creía que a mí solo me interesaba la consulta por lo que ella había descubierto sobre esa insignia, en realidad le hice creer que era así.

Llegaron los guardias con la mesa y las sillas acomodándolas dentro de mi cuarto, pude notar como uno de los guardias le entregaban nuevamente ese artilugio cuadrado con el botón negro en el centro.

Ya estábamos ambos sentados en la mesa.

- ¿Qué fue lo que supo sobre esa insignia del ciervo coronado? – se notaba la intriga en mi voz

-Por lo que puedo averiguar, esos tipos de insignias las utilizan las familias de alta riqueza,
ese dato me hizo recordar que mi familia también tiene una insignia de ese tipo, la de mi familia es un árbol gigante donde también se pueden ver las raíces de dicho árbol.
-De esa que usted dibujó hay muy pocos datos, lo único que logré hallar fue una fotografía de un Doctor que trabajo en este centro, en su bata tenía pintado a ese ciervo con la corona. - me mostró la fotografía.

Tome la fotografía de sus manos para quedarme mirándola finamente, a juzgar por la calidad de la foto se apreciaba que fue tomada hace algunos años atrás, el doctor que tenía al ciervo coronado en su bata era un hombre alto, un bigote adornaba su rostro, su mandíbula era cuadrada y tenía una expresión muy seria.

- ¿no sabe quién ese ese doctor? - no separaba mi vista de la foto.

-:no, eso no lo sé- con un movimiento inesperado me quitó la foto de mis manos.

|- ¿Por qué me quita la foto? ¿No me la puedo quedar? – la mire con un poco de lastima intentando que sintiera pena y decidiera darme la foto.

-Lo siento, no te puedes quedar la foto, si alguien se entera que te di algo del exterior me puedo meter en líos

-De acuerdo- Puede que hallan otras maneras de tener esa foto.

- ¿Cómo se ha tomado la muerte de ese chico de 18 años? – sus ojos azules se enfocaron en mí.

-Normal, estoy por pensar que la detective tiene razón, todo el que se acerca mucho a mi termina muriendo, o mejor dicho asesinado- aparté mi mirada, no quería que Camila se diera cuenta de lo mal que me sentía en ese momento.

-No pienses así Nick, tu no tuviste la culpa del asesinato de ese chico- su voz está tan llena de vida. Escuchar su voz tranquiliza mis demonios.

-Ese chico me aviso, me lo dijo, que alguien venia por él, yo no hice nada, ahora, ahora está muerto- no me atrevía a mirar a Camila, me sentía demasiado culpable.

- ¿Qué podrías haber hecho Nick? Ese chico tenía sus propios trastornos ¿Cómo ibas a saber que decía la verdad-

-Sí, pero…- 

-Pero nada Nick-  interrumpió mis palabras.

-no es justo que te sientas culpable, por algo en lo que no tuviste nada que ver- Camila de verdad se esforzaba en hacerme sentir mejor.

-Vale, intentaré no sentirme tan culpable, no le prometo nada eh – deje escapar una sonrisa, hablar con Camila me llenaba de paz.

Ella me respondió con una sonrisa, esos labios rojos combinaban a la perfección con sus dientes blancos, tiene una sonrisa capaz de enamorar.

-Continuamos luego Nick- se ponía de pie, se disponía a marcharse.

-Esperé – me puse di pie, caminé unos pasos hacia ella.

-Por favor no se acerque tanto, me veré obligada a presionar este botón-mostrándome el mando con el que podía hacer que los guardias entraran de inmediato.

-Tranquila no pretendo hacerle daño- camine unos pasos más hacia ella,
Cuando me acerqué más, ella no retrocedió, permaneció en el mismo lugar mirándome fijamente.
Mientras me miraba de un gesto suave tomé su delicada mano, su mano estaba fría definitivamente estaba nerviosa por lo cerca que estaban nuestros cuerpos, ella comenzaba a sonrojarse, estábamos tan cerca que podía oler el dulce aroma que desprendía su cuerpo

-Gracias por ayudarme Srta.Strech- prácticamente le susurre.

-De nada Nick, ese es mi trabajo- soltó mi mano de un movimiento rápido, caminando de prisa hacia la puerta, puede notar su nerviosismo mientras caminaba, aunque tengo que reconocer que yo también me puse nervioso estando tan cerca de esa princesa de ojos azules.

Los guardias entraron, sacaron la mesa junto con las sillas, estando solo en mi habitación, metí la mano en el bolsillo de mi camisa y saqué la foto que tenía Camila de aquel doctor con la insignia del ciervo cornado, había aprovechado el momento en que estuvimos cerca para meter mi mano en su bolso sin que se diera cuenta y tomar la foto. Camila me iba a odiar por eso, pero necesitaba saber quién era ese doctor que en su bata blanca tenia pintada la misma insignia que tenía el puñal con el que mataron a Oscar.
Tenía que hablar con la única persona que sería capaz de decirme quien era ese hombre.         

Slenderman.