Capitulo 5

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A pesar de sentir sus piernas adoloridas y agotada, Yoongi, no paraba de subir aquellas extensas  escaleras que lo llevarían al lugar en donde creía que estaría su objetivo. El blanquecino agradecía la buena resistencia que había adquirido gracias a sus esfuerzos diarios.

Al estar frente a la puerta, que le daría paso hacia la azotea, decidió recuperar un poco del aliento que perdió gracias a las escaleras que tuvo que subir rápidamente. Cuando se sintió un poco más estable abrió la pesada puerta de metal, encontrándose con una imagen que casi lo deja petrificado.

En el borde de la azotea se encontraba parado Jimin totalmente inmóvil, se podría decir que hasta petrificado, como si esperara una mísera señal para poder saltar y así acabar con todos sus problemas y todo lo que conllevaba ser parte de la familia Park, una familia que albergaba lo mas podrido del mísero mundo.

Sin espera más de un segundo, el blanquecino decidió correr hasta estar cerca del menor, pues este amenazaba con dar un paso directo a un destino trágico, y sin ninguna pizca de delicadeza lo sujeto fuertemente de la espalda para luego lanzarlo bruscamente contra el piso de la azotea lo que causo que la espalda del menor se golpeara contra el frio piso.

El menor soltó un sonoro quejido a causa del dolor y no dudo en meter una patada, en el tobillo, a la persona que lo salvo de hacer una estupidez y que también causo el dolor en su delicada espalda. Ese golpe causo que el blanquecino perdiera el equilibrio para luego caer sobre el lindo omega que hace unos minutos casi le producía un infarto.

En esos momentos, en donde el rostro de ambos estaba tan cerca que hasta podían sentir la respiración del otro chocar con sus rostros, Jimin se tomo unos escasos segundos en apreciar el rostro de su guardaespaldas descubriendo una pequeña cicatriz en la mandíbula del alfa y sin pensarlo dos veces beso esa cicatriz sorprendiendo al alfa. 

-Esa cicatriz te hace ver más sexi- Dijo el omega regalándole una sonrisa coqueta.

-¿Eh?- Dijo el blanquecino totalmente anonadado.

Y en ese instante el mayor pudo sentir los labios de Jimin sobre los suyos y pudo disfrutar de sus dos grandes deseos, todo en uno, pues pudo probar los labios del hermoso omega y pudo probar el sabor del licor, que el menor tenia guardado en ese estante, gracias a que los labios del otro estaban totalmente impregnado de este fuerte y adictivo sabor.

Yoongi no mentiría al decir que ese momento estaría guardado entre los momentos más maravilloso de su vida, pues sentía que había llegado al mismísimo paraíso cometiendo un gran pecado. El paraíso eran los suaves y gruesos labios del menor y el pecado era probar y disfrutar de estos.

Sin desperdiciar el tiempo sujeto con bastante firmeza la pequeña cintura del menor, y a su vez, profundizo el beso, logrando que se volviera un beso salvaje lleno de pasión. Disfrutando de los labios del otro. El alfa creía nula la existencia de otra cosa que supiera igual o mejor que los labios del omega que estaba a su cuidado.

Ambos no fueron consiente del momento en el que comenzaron a friccionar sus cuerpos, generando pequeños gemidos por parte del menor y gruñidos provenientes del alfa que eran fallidamente aplacados por el salvaje beso. El mayor sentía como su erección hacia acto de presencia entre sus pantalones. 

Lastima que el deseo le duro poco a Yoongi, o eso creía él, pues sorpresivamente recibió un fuerte rodillazo en su entrepierna y por inercia se separó abruptamente del menor quien no perdió la oportunidad para empujarlo fuertemente contra las barandas de acero que rodeaban toda la extensa terraza.

Ese acto sorprendió al mayor, pues no creía que el pequeño y hermoso cuerpo del hermoso omega que protegía albergara una gran cantidad de fuerza capaz de golpearlo y empujarlo, ya que estaba más que claro que el blanquecino le superaba en peso y tamaño a Jimin, pero en fuerza quizás estaban igual.

-No estoy tan ebrio como para cometer esa estupidez- Dijo Jimin mientras limpiaba con la manga de su camisa la baba que cubría sus labios producto del resiente beso.

-¿Pero si para tirarte desde la tarraza de este inmenso edificio?- Dijo inconscientemente el alfa mientras se sobaba su lastimada espalda.

En ese instante Yoongi deseaba haber recibido otra patada que haber dicho eso, pues vio como las expresiones del menor cambiaban demostrando su arrepentimiento ante la locura que casi cometía y que se evito gracias a la persona que anteriormente golpeo sin tener ni una pizca de consideración.

-L-lo siento, joven Park-Dijo el mayor sorprendiéndose al darse cuenta que había tartamudeado.

Si algo estaba más que claro para el mundo en el que Yoongi vivía, era que este era "Un macho alfa pecho peludo", "Un fuckboy", "Un sanguinario" o hasta "Un mujeriego de lo peor", siempre eran cosas negativas, las cuales ya eran costumbre para el alfa escuchar, pero de ahí a ser un alfa que tartamudea frente a un omega o que se sintiera culpable, ni hasta el ser más estúpido se lo creería.






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Gracias por leer.

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Un Amor Letal- YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora