Cuando todo estuvo listo se dirigió hasta el vehículo, que le pertenecía al menor, y abrió la puerta trasera encontrándose con la bella imagen del omega durmiendo plácidamente. El alfa no deseaba levantarlo, pues se veía que el omega estaba completamente tranquilo y el no deseaba romper esa tranquilidad.
De ultimo momento decidió que era mejor dejarlo descansar. Trato de apreciar por ultima vez el rostro del menor detallando cada parte. Sus carnosos labios, su pequeña nariz, sus mejillas un poco abultadas, sus cabello rubio y sus hermosos ojos azules que ahora lo miraban con somnolencia.
-¿Tengo algo en la cara?- Dijo somnoliento el menor sorprendiendo al pálido.
-Si, todo lo hermoso de este horrible mundo- Soltó descaradamente e inconscientemente el alfa.
-¿Quien lo diría?- Dijo con una sonrisa Jimin- El sicario más popular en todo Daegu diciendo unos cursis halagos- Cuando termino de decir aquello se rio al ver el pequeño sonrojo que provoco en el alfa- Te pusiste rojito.
-Te tengo una sorpresa- Dijo el alfa utilizando una voz grave e intimidante la cual no hizo ningún efecto en el menor, pues este solamente soltó otra risita al escucharlo.
-¿Enserio usaste esa voz conmigo solo para decirme que tenias una sorpresa?- Dijo Jimin mientras golpeaba suavemente la frente del más alto con su dedo índice.
-Si, ven conmigo- Dijo el alfa alejando cuidadosamente la pequeña mano de Jimin.
El menor asintió para luego salir del negro vehículo con la ayuda del alfa, ya que este aún se encontraba semidormido. El mayor lo guio hasta lindo lugar y recién ahí pudo darse cuenta de que estaba en un bosque.
-¿Me trajiste a un bosque?- Dijo el menor mirando el lindo paisaje que aquel bello bosque le ofrecía.
-Si, tu mismo me pediste que te llevara a un lugar alejado y como ves eso mismo hice- Dijo el mayor apreciando la mirada que el omega le dirigía al bosque.
-Es un lugar muy bonito- Hablo Jimin luego de su breve análisis del lugar.
-Lo sé, venía aquí muy seguido con mi madre-Dijo el mayor recordando con mucha felicidad esos días- Ven- Dijo el blanquecino mientras se adentraba al bosque.
-Esta bien, tomatito- Susurro lo ultimo, pero no lo suficientemente bajo como para evitar que el otro lo escuchara.
-¿¡Que dijiste!?- Dijo alterado y avergonzado Yoongi.
-Nada, ¿ya llegamos?- Pregunto con total inocencia el menor.
- Falta poco- Dijo el más alto mientras continuaba con su andar seguido por el omega- Listo, llegamos- Dijo deteniéndose abruptamente lo que causo que el mas bajito se golpeara con su espalda.
-Oye, eres un..-Las palabras no pudieron salir de los labios del menor, pues la vista que tenia en ese momento era maravillosamente irreal.
Frente a el estaba un pequeño, pero bello estanque con unos bellos peces, estos tenían unas hermosa tonalidades semejantes al rojo vivo y su tamaño eran como los de un gato promedio. El estanque estaba rodeados de unas flores hermosas y con unas pequeñas piedras blancas que le daban un toque sutil a ese estanque.
Cerca del estanque se encontraba un mantel de color celeste con pequeños bordados, sobre el pasto, el cual estaba perfectamente ordenado y sin ninguna arruga, perfecto para Jimin. Sobre este mantel se encontraba una botella de vino, dos copa especialmente para la bebida y una canasta que seguramente contendría los alimentos que consumirían.
-¿En que momento hiciste esto?- Dijo el menor anonadado, por lo bello del lugar que era cubierto estratégicamente por los enormes arboles.
-Cuando el príncipe estaba durmiendo- Dijo el alfa sin tener ni un pizca de vergüenza, ya que ambos eran amigos en ese instante y no jefe y empleado- Ven siéntate- Ordeno el mayor viendo como el otro inconscientemente le hacia caso.
-Esta todo perfecto- Susurró el menor mirando la comida que el alfa poco a poco sacaba de aquella canasta de mimbre.
-Gracias, no podría ser menos, no con una persona como tu- Dijo burlonamente el más alto.
-¿Como yo?- Cuestiono falsamente ofendido el rubio.
-Si, ya sabes- Dijo desentendido el mayor.
-No, no sé- Dijo cruzándose de brazos el menor-¿Dime como soy?
-Eres hermoso y encantador, pero muy perfeccionista hasta tu forma de dormir es perfecta- Dijo el alfa recordando lo bonito que se veía Jimin mientras dormía plácidamente en la parte trasera del auto.
-¿Enserio?- Pregunto sorprendido el menor mientras recibía el sándwich que el mayor le extendía en ese momento.
-Si, mira tu traje- Dijo el mayor señalando la vestimenta del más bajito.
-¿Que tiene mi traje?- Pregunto confundido Jimin, pues no veía ningún desperfecto en su atuendo.
-No tiene ni una arruga y eso que dormiste por lo menos una hora y media- Dijo el mayor con un tono burlón.
Ambos rieron por ese comentario, pues el menor se reía porque estaba un poco avergonzado de haberse dormido tan profundamente en el asiento trasero de su auto por más de una hora, mientras que el otro reía por el sonrojo que logro provocar en el bonito omega que estaba bajo su cuidado.
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Un Amor Letal- YoonMin
KurzgeschichtenJimin creía que lo peor que pudo pasarle, además de ser un omega, era haberse enamorado de su guardaespaldas.