00. Tú, mi alma gemela

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Colores. Tres primarios, cinco secundarios y once principales. De ellos nacen posibilidades infinitas. A Gustabo esta lección en particular de su libro de ciencias naturales le aburría, llevaba a su ser somnolencia y tedio, porque a parte de explicar la teoría prismática, también se enseñaba una realidad inevitable: Los colores de las almas gemelas. Personas que desde que nacen, están destinadas a ser afines entre sí.

«¿Qué sucede cuando dos almas gemelas se tocan con las manos por sobre la piel contraria?»

a) Nada.
b) La piel brilla.
c) Aparecen rastros de color.

Gustabo rodó los ojos, se llevó la capucha de su bolígrafo a los dientes y marcó la ruedita del literal «C». Faltaba menos de un cuarto de hora para acabar la prueba y le quedaban aún muchas preguntas por responder. En ese entonces tenía once años y poco o nada le importaba el tema. Al crecer, el rechazo se acrecentó y se mezcló con una curiosidad culpable. Le ilusionaba, pero le daba vergüenza, como cuando se escucha una canción a escondidas por miedo a que se burlen del gusto musical de uno.

Rehuyó durante años enteros. Pero claro, la maldición tarde o temprano tocó a su puerta.

—Eres un bobo, Conway —se burló, colocando sus pequeñas palmas en el pecho de su "agresor" para alejarlo, mientras este lo sujetaba con fuerzas de la cadera.

La respiración de ambos era un compás, las figuras rojas que brillaban en la piel de Gustabo, acompañadas de siluetas doradas que marcaban la piel de Conway eran evidencia de la unión.

—¿En verdad quieres que te suelte, muñeca? —respondió, con una voz grave que envió escalofríos por su espina dorsal. Al mismo tiempo, el muy maldito enterró su rostro en su nuca, dejando su aliento ahí y haciéndolo temblar—. Tu cuerpo responde a mí, quiere más. ¿No es así?

Un gemido escapó de su garganta sin remedio, el cosquilleo en su vientre bajo se hizo presente y sus mejillas se tiñeron de un rojo intenso. Conway llevó una mano a la mejilla del contrario y la acarició con suavidad, dejando tras de sí el rastro rojizo. Se inclinó más sobre el cuello blanquecino, comenzando a dejar un sendero de besos húmedos.

—Por favor... Jack.

—Me encanta que digas mi nombre de esa forma. Pero esto no es suficiente, Gustabín. Quiero todo de ti.

A fin de cuentas, tenía un prospecto. Pero, de entre todas las posibilidades de tener un compañero de vida, ¿por qué tenía que ser él?

 Pero, de entre todas las posibilidades de tener un compañero de vida, ¿por qué tenía que ser él?

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ENTRÉGATE A MÍ

El Superintendente de Los Santos siempre está en la mira. Sabe más de lo que aparenta, tiene secretos guardados y, para variar, es el alma gemela de su criminal más buscado y principal dolor en el culo (aunque no literalmente, por ahora).

Mafioso Jack Conway x Intendente Gustabo García

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✎Pareja principal: INTENABO

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Pareja principal: INTENABO.

Aviso de contenidos +18, drama, romance, sexo y humor.

Au en el que las almas gemelas existen y cuando tocan al cuerpo contrario con las manos, pintan sus pieles del color que los representa.

¡Enjoy it!

〈INTENABO +18〉 Entrégate a míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora