✎Palabras: 2,400.
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—En El Pueblo las cosas se han puesto complicadas. Resulta que el operativo que está haciendo Jacob requerirá más tiempo, así que necesito, hoy más que nunca, que tus hombres colaboren conmigo.
Al no recibir respuesta, Gustabo separó la vista de unos informes, descubriendo a su receptor mirándole con una sonrisilla de mofa.
—Veo que tratas de hacer.
—¿De qué hablas, Horacio?
—Pues no sé —el mencionado apoyó los dos codos en la superficie del escritorio, adoptando una posición de vieja chismosa—. ¿Será que te gustó Chris y por eso quieres más "colaboración"?
Gustabo suspiró.
—No seas idiota, estamos hablando de trabajo.
—Bien, y, como es trabajo, no podrás negarte, bebé. Está decidido, ¡Collins se une a nuestro club selecto de policías de la ciudad!
—Ya empiezas, ostia. No tiene que ser él, puedes poner... ¿A Dante? Él es un buen tipo. Es mi segundo favorito.
—¿Tienes favoritos?
—Hombre, claro. Pero no te pongas celoso, tú eres mi favorito. Dante te sigue y Ford está en tercer lugar.
—Auch, me acabas de romper el corazón —dijo una voz desde la entrada.
El esposo de Horacio ingresó a la sala, dejando dos toques juguetones en la puerta que no servían para nada, puesto que ya había entrado. Saludó a su pareja con un beso y carraspeó, con un papel en mano.
—La fecha es pasado mañana, en el Sheraton Hotel Spa & Resort. Hay un evento social donde van a presentar una línea de ropa y tenemos que custodiar a los hijos del diseñador. Bastante simple, pero, como tiene conexiones y una amenaza de asesinato, nos toca ir.
Los tres agentes estaban elucubrando como llevarían acabo una operación primordial que surgió de improvisto. Desde hace unos días, estaban en alerta naranja, por un grupo de principiantes peligrosos que se creían el próximo Ayman al Zawahiri. El hecho que fueran inexpertos y se creyeran tan peligrosos, los hacía ignorantemente problemáticos.
—¿Cuántos quieren que asistamos, Ford? —Preguntó Gustabo.
—El tío contrató al equivalente de cinco policías. El CNI y el FBI iremos por si la situación devenga en ataque terrorista.
Gustabo se mordió el dedo. No le parecía sensato inmiscuir a sus hombres en asuntos de ese estilo; por muy policías que fueran, la mayoría nunca había asistido a una amenaza así, sin tener en cuenta que la ciudad no podía quedar desprotegida por cuidar a unos niños pijos.
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〈INTENABO +18〉 Entrégate a mí
FanfictionEl Superintendente de Los Santos siempre está en la mira. Sabe más de lo que aparenta, tiene secretos guardados y, para variar, es el alma gemela de su criminal más buscado y principal dolor en el culo (aunque no literalmente, por ahora). 〉Mafioso J...