『Misión: Ejecución』

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Una orden y una amenaza al federal fue suficiente para darle caza al fugitivo que abandonó su cargo en Marbella.

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—Tu misión es dar con él, y si es necesario acaba con su vida.

Fueron las primeras y últimas palabras que recibió de los altos mandos antes de dejarlo frente al aeropuerto y con un boleto en su mano. Leyó el destino al cual partiría, y sintió su estómago revolverse, pensando en las posibilidades y finales que tendría aquella misión. Comenzó a encaminarse hacia la ventanilla para ir hacia aquel lugar, con un paso nervioso y perezoso, pues no se encontraba con ningún ánimo de conocer ese país, porque le traía recuerdos que prefería ignorar y enterrar en lo más profundo de su corazón.

Quiso negarse, de hecho, fue lo primero que dijo al enterarse de la misión, pero el hombre de traje sosteniendo una copa de vino frente a él, rio sarcásticamente, dándole a entender que eso no era su decisión, y menos cuando este le mencionó a Pol Tarradellas i Vichy.

Estaba bajo amenaza.

Frunció su ceño molesto, mientras miraba por la ventana de aquel avión, maldiciendo a aquel sujeto que había tenido la osadía de enfrentarse a los altos mandos, escondiéndose en una ciudad para nada urbana, pero por otra parte le admiraba y le envidiaba por tener el coraje de hacer aquello, sintiendo un poco de pena por él, pues su destino ya había sido elegido por los altos mandos del FBI.

Apenas llegó a su destino pasó semanas reuniendo la información necesaria hasta dar con una sola pista de él. Partió rumbo hacia aquella zona donde decían que habitaba un sujeto que rara vez se había visto en lugares públicos, y que hace semanas se había mudado a una de las granjas de la orilla de la ciudad.

El lugar era una casa completamente apartada del resto, siendo rodeada por un alto cultivo y unas vallas de madera pintadas de color blanco. Caminó abriéndose paso entre la hierba alta, hasta llegar a lo que parecía un granero abandonado. Lo que no esperaba era que nada más apoyara su mano la pared de madera, una bala se incrustara en su muslo derecho, obligándolo a caer al piso ahogando un grito de dolor para después presionar su herida torpemente con su mano mientras intentaba arrastrarse a un lugar cubierto.

Cuando se sintió protegido de quien le había disparado, se arrancó la manga de su camiseta negra manga larga, y comenzó a hacerse un torniquete en la zona herida, pero detuvo sus movimientos al sentir la fría punta de una pistola detrás de su cabeza.

—Поднимите руки шлюх.

Se paralizó sintiendo como un escalofrío recorría su cuerpo entero al escuchar aquel acento marcado, sin ser capaz de acatar lo que él otro hombre le pedía, logrando que una patada se instalara en el costado de su estómago, robándole todo el aire.

—Руки, я сказала.

A pesar de que no entendía lo que le pedía, se lo imaginó debido a la situación en la que se encontraba, por lo que poco a poco se colocó de pie tragándose las lágrimas que querían salir de sus ojos, tanto por el dolor de la bala, como del miedo y alegría que sentía por el otro hombre. Alzó sus manos lentamente mientras apoyaba su peso en su pierna buena, pero apenas estuvo de pie, el hombre ruso detrás de él, le arrancó la máscara.

Soltó un pequeño quejido, ante el movimiento brusco del ruso que lo giró en su lugar. Alzó su mirada bicolor a la grisácea del hombre frente a él, que ocultaba su rostro detrás de una máscara negra. Las lágrimas ya habían salido inevitablemente de sus ojos, recorriendo sus mejillas sonrojadas, viendo como el sujeto enmascarado bajaba por un momento su arma, dudando de lo que debía hacer, pero no duró mucho pues rápidamente lo empujó hacia la pared colocando su antebrazo en su cuello y su pierna entre las contrarias para inmovilizarlo, hundiendo la pistola en su abdomen, arrancándole un jadeo.

〖 ONE-SHOTS 〗- VOLKACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora