「 Aporte para la #VolkacioWeek:
Jueves – Tatuajes/Joyas/Vestimenta de parejas 」
──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────
Desde hace unos días se encontraba enojado con su pareja, porque al parecer era más importante asistir a reuniones aburridas en su día libre, a pasar el tiempo juntos. Por eso, esa noche había planeado salir a divertirse a un bar con Ebaristo y Dakota.
Cuando llegaron la música se alcanzaba a escuchar fuera del edificio, y había una inmensa fila para ingresar. Después de algunas horas de espera, el menor junto con Ebaristo y Dakota se adentraron para unirse a la pista de baile con la multitud. El menor se había separado de sus acompañantes al haber estado bailando toda la noche, mostrando sus increíbles técnicas de baile, robándole el aliento de más de una y también a más de uno. En un momento dado, un chico moreno se le acercó y pegó su pecho a su espalda y lo tomó de la cintura en medio del baile, con toda la intención de bailar pegado a él, y el menor al estar aún enojado con su pareja, dejó al chico en esa posición. El chico traía consigo un vaso con alguna bebida alcohólica, el cual le ofreció al verlo jadear cansado por el baile. Horacio, sin dudar del chico, le agradeció el vaso y se lo tomó sin pensarlo.
Grave error.
A los minutos, no sabía dónde se encontraba, las luces le mareaban, y sentía que su cabeza iba a explotar en cualquier momento. También, había perdido el control de su cuerpo, por lo que solo se dejaba arrastrar por el chico con el que había estado bailando. No tenía fuerzas para hablar, ni mucho menos de intentar separarse de ese sujeto, que ahora comenzaba a darle mala espina. Porque con la poca conciencia que le quedaba, pudo darse cuenta de que era arrastrado hacia la salida trasera del local. Intentó inútilmente alejarse del sujeto, pero éste lo sostenía fuertemente, provocándole algunos moretones en las zonas donde lo sostenía. En el recorrido, buscó con desesperación a Dakota y Ebaristo, pero no lo logró y tampoco sabía si estos se habían dado cuenta de que ya no se encontraba en la pista, por la gran multitud de personas y la poca luz que había.
El sujeto se lo llevó arrastrando a un coche estacionado un poco lejos del local, aventándolo en los asientos traseros y cerrando la puerta con fuerza. El menor comenzaba a entrar en pánico, porque no se encontraba en condiciones de defenderse, ni tenía la fuerza para gritar y pedir ayuda. El sujeto entró al vehículo y emprendió marcha a un rumbo desconocido.
—Tranquilo, ten paciencia que ya casi llegamos— le dijo cuando pararon en un semáforo, seguidamente tomó una radio y habló por ella—. Lo tengo conmigo... si... vamos en camino.
El federal se encontraba secuestrado y nadie se había dado cuenta de ello. Se estremeció del miedo, intentando inútilmente mover sus brazos para alcanzar su celular en el bolsillo trasero de su pantalón. Sin embargo, el conductor se dio cuenta de lo que intentaba hacer, por lo que realizó un giro brusco a un callejón abandonado. Aparcó el coche y bajó, subiéndose a los asientos traseros con el federal.
Le buscó el móvil y lo aventó fuera del coche, para seguidamente darle la vuelta dejándolo boca abajo contra los asientos. El agente entró en pánico soltando lágrimas al prever lo que pretendía el otro.
—Shhh, no llores ¿de acuerdo?, esto va a ser rápido—le dijo mientras le esposaba por detrás de su espalda.
El menor comenzó a temblar del miedo, lo estaban secuestrando y no podía hacer absolutamente nada para impedirlo.
—N-no, d-deten—
—He dicho que cierres la puta boca ¿de acuerdo? —le cortó completamente enojado, ejerciendo más fuerza para inmovilizarlo.
ESTÁS LEYENDO
〖 ONE-SHOTS 〗- VOLKACIO
Rastgele~Recopilación pequeña de las historias que se me ocurren mientras duermo.