〖 ONE-SHOTS 〗- VOLKACIO

『It wasn't what I wanted』

El comisario de la LSPD le informó que su antiguo jefe estaba dispuesto a ayudarlo con su investigación.

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Alzó su brazo tomando con su otra mano la manga de su chaqueta azul para levantarla y dejar a la vista el pequeño reloj plateado que adornaba su muñeca, el cual le mostró la hora exacta en formato digital que le provocó que su estómago se revolviera. Se apoyó en la pared detrás de él, soltando un suspiro, llevando ambas manos a los bolsillos que conformaban su chaqueta, no sin antes bajar un poco la gorra sobre su cabello, para pasar desapercibido por la multitud de gente que caminaba frente a él.

—Si que se atrasó un poco ¿no?

Soltó un pequeño sonido con su garganta, dejándole a entender al hombre a su lado que estaba de acuerdo con ello. Le sintió colocarse a su lado, sin recargarse en la pared, pero volteando su cuerpo hacia la multitud. Por el rabillo de su ojo, fue capaz de ver como aquel hombre llevaba su mano detrás del bolsillo de su pantalón, para tomar entre sus dedos un pequeño cigarrillo y un mechero plateado, para seguidamente colocar el cigarrillo entre sus labios y encenderlo con el mechero, cubriéndolo del fuerte viento con una de sus manos. Le escuchó darle una calada, la cual logró respirar por la dirección del viento, haciendo que frunciera su ceño por el desagradable olor que invadió su nariz, pero que pasó desapercibido por el otro hombre, que continuó fumando con la mirada fija en la entrada de aquel establecimiento.

—¡Oh! Ahí viene.

Su corazón se detuvo ante aquellas palabras, sintiendo como las palmas de sus manos comenzaban a sudar dentro de aquella chaqueta. Alzó su mirada bicolor, viendo primeramente como el actual comisario de la LSPD tiraba el cigarrillo al suelo para pisarlo con su pie, con el objetivo de apagarlo. Después se enfocó en el hombre que caminaba tranquilamente hacia ellos, con una pequeña maleta siendo arrastrada.

Frunció su ceño, desviando la vista de aquel hombre, y encaminándose, detrás de Kovacs, hacia el alto hombre.

—¡Jefe! —soltó Kovacs emocionado, acercándose al ruso para abrazarlo, el nombrado correspondió el gesto, dejándose abrazar por su antiguo compañero, y mientras estaba en ello, su mirada grisácea buscó la bicolor, encontrándola a unos pocos metros de ellos, pero el dueño de aquellos ojos peculiares cortó el contacto visual, desviando su mirada hacia la carretera con el ceño fruncido y un imperceptible puchero en su rostro, el cual solamente fue captado por el ruso—¿Qué tal el viaje?

—Un poco largo y cansado, la verdad—contestó al separarse del brazo, buscando nuevamente la bicolor.

—Me da gusto tenerlo de vuelta Volkov.

—A mi también me da gusto volver a verle Kovacs—sonrió, enfocándose nuevamente en el hombre detrás de ellos, que se mantenía ajeno a la conversación con las manos dentro de sus bolsillos—¿Usted no me va a saludar, H?

—Bienvenido—soltó escuetamente, girando sobre sí mismo y emprendiendo camino rumbo a la patrulla de incógnito estacionada a varios metros de ellos.

El ruso simplemente pudo suspirar, llevando su mano a restregar su rostro, bajo la mirada de Kovacs, el cual le sonrió tranquilamente y le pidió que le acompañara hacia el mismo coche, encontrándose al federal esperando por ellos, recargado en la puerta trasera derecha, con la mirada perdida. Al momento en que Kovacs desbloqueó el patrulla, el federal ingresó en la parte trasera, sin dirigirles una sola palabra o una mirada a los que iban enfrente.

El resto del día fue de la misma manera, Kovacs se encargó de reunir a su malla, para presentarles a aquel que llegó a ser comisario de la facción, y para informarles de la nueva investigación del FBI. Horacio, por su parte, se mantuvo recargado en la entrada de aquella sala de juntas, intentando no mirar al alto ruso que saludaba a los oficiales más antiguos que lograban recordarlo.