250 años en el futuro.
Los magos y brujas tienen un tiempo de vida más largo que los muggles, ellos estaban acostumbrados a vivir más de cien años y aún conservar una apariencia decente y salud estupenda.
Para Harry a sus 273 años lo consideraba un récord, ciertamente vivir hasta tal edad sin ninguna interferencia externa de magia era algo con lo que muchos habían soñado y que Harry no hubiera deseado.
Se sentía solo, tener a sus nietos, bisnietos y uno que otro tataranieto visitandolo en su pequeña casa a las afueras de la isla fue algo bueno y alegre en su mayor parte.
Después de la unificación de las comunidades mágicas dentro de Draiocht, lo que había comenzado como capricho en su pequeña isla pronto fue nombrada un imperio y se llenó con más trabajo del que hubiera deseado, pero disfrutó haciéndolo al ver a todas esas familias paseando por la plaza y los niños riendo sin tener que preocuparse por la guerra.
Estaba solo ahora, pero sus visitas a la plaza calmaban su alma solitaria y vaya que lo disfrutaba.
Ahora estaba ingresando en Dayrta, el edificio que le correspondía a los preadolescentes en la escuela, había algunos niños desde la perspectiva de Harry correteando por los pasillos y otros tantos algo más grandes regañandolos por correr en los mismos, ojos de reconocimiento al verlo le hicieron sonreír y saludar a los pequeños que parecieron aún más emocionados.
Incluso vio a uno de sus nietos que ahora era profesor reprender a dos de los estudiantes lo que lo hizo soltar una risa entre dientes.
Uno de sus nietos más rebeldes terminó convirtiéndose en un profesor que prefería el orden, eso sin duda fue gracioso.
— Tu eras exactamente igual a esos dos a su edad Drake. – señaló Harry en cuanto vio que su nieto quedaba solo.
— Eso es mentira, era peor. – dijo el nombrado con una sonrisa que le recordó demasiado a Parvati. — ¿Qué haces aquí abuelo?
— ¿El director no te dijo? – preguntó el ahora peliblanco Harry. — Fui invitado a dar una conferencia de historia a los más jóvenes.
— No lo hizo, pero ambos sabemos que el director es algo olvidadizo. – señaló el mago más joven haciendo reír a su abuelo.
— Bueno se parece a su padre cuando era más joven, recuerdo que Neville solía olvidar su túnica o sus libros todo el tiempo. – dijo Harry recordando aquellos momentos dónde Neville de once años recibió una recordadora que olvidó su ubicación hasta el final de año.
El director de EFMA era el hijo más joven de Hannah y Neville, Francis Longbottom, un alquimista de renombre que había conseguido replicar la piedra filosofal desde cero.
Su buen amigo Neville ya no estaba entre los vivos ahora, algo comprensible considerando que Henry cumplirá 273 años y que su mejor amigo era solo unas horas mayor que él. Ciertamente Harry era el único de los pobladores originales que quedaba vivo, los demás a pesar de haber llevado una vida larga habían fallecido hace unas decadas, su última esposa Gabrielle siendo la más joven de todas había hecho su partida al mundo de los muertos hace casi 70 años.
La vida si bien era algo triste por la partida de quienes consideró su mundo aún tenía algunos matices coloridos por sus multiples nietos y bisnietos que lo visitaban de vez en cuando, también estaba el hecho de rondar por los pasillos de EFMA y dar charlas sobre la fundación de Draiocht y las dos guerras y media en las que se vio involucrado en su juventud.
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Hechicero Supremo
FanfictionLas frases de los grandes hombres son plasmadas en el alma de las personas ordinarias. Harry siempre lo dijo y ahora siendo apuntado por tres varitas de los que creyó eran su familia se dio cuenta de cuanta razón llegaban a tener los malditos. ...