Hermione se removió incómoda cuando ella junto a sus padres estaban en compañía de los padres de Fleur, la familia Greengrass, Amelia y Susan Bones, las gemelas Patil, Luna y su padre, Sirius, Remus y Harry quien parecía más salvaje de lo normal.
La sonrisa de Harry era como la de un depredador acechando a sus presas, las cuales indefensas se metieron a voluntad en su boca.
Ojos verde brillaban con emoción y su cabello cambiaba de color de vez en cuando.
Hermione había visto eso seguido, la metamorfomagia de su novio ahora estaba algo suseptible al cambio desde la boda y parecía que su casamiento había liberado más poder del que Harry estaba asimilando a la velocidad monstruosa a la que la hacía con normalidad.
— Se que me voy a arrepentir de esto, pero de todas formas voy a preguntar. – Amelia Bienes fue la valiente en hablar. — ¿Por qué estamos aquí?
— ¿Ocurrió algo Harry? – prosiguió Fleur preocupada.
— Dime que sigues cuerdo. – pidió Hermione al ver la sonrisa que se volvió más grande en su novio. — Corran, se volvió loco.
Hermione tenía un presentimiento cuando vio la carta que Harry le había enviado citandola junto a su familia en una bodega abandonada a las afueras de la ciudad, no sabía si era bueno o malo, pero le pedía que fuera cautelosa y debió hacerle caso.
Susan Bones comenzó a reír con diversión al ver al pelinegro, sus ojos prometían caos y destrucción, y ninguna mujer que se respete rechazaba una opción como la que sugerían esos ojos verdes brillantes y una sonrisa traviesa que primeros problemas.
— ¿Qué es lo que Harry Potter quiere hacer que requiere de nuestra presencia? – la usualmente callada Susan preguntó.
— Me alegra que pregunten, he tenido una revelación o me volví completamente loco, no podemos descartar la idea, ¿La locura Black se pega por contacto? – se preguntó Harry desviándose del tema. — No importa, lo único que importa es el plan que estoy haciendo y que los estoy considerando parte de el.
— ¿Qué quiere decir señor Potter? – Velvel Greengrass preguntó no entendiendo lo que el adolescente decía.
— Harry habla de dejar atrás Gran Bretaña mágica, no Voldemort, no luz y oscuridad, conocimiento y poder, nada de políticos corruptos. – dijo Luna inundando la sala con su magia emocionada. — Una guerra se desatará y los obligarán a tomar un lado o morirán. Hay un lugar que le pertenece a Harry, nadie lo conoce y ciertamente es una joya en bruto.
— Luna y yo no regresaremos a Hogwarts, no cuando Dumbledore conoce mi verdadera cara. – dijo Harry antes de ver a Hermione. — No voy a dejarte sola Mione, por eso estás aquí, podremos terminar la escuela con tutores privados y tus padres estarían cerca, terminar nuestros estudios muggles también. Padma y Parvati están bajo mi tutela, pero no les obligaré a nada. Fleur no dejaré a tu familia atrás, eres parte de mi círculo social y Dumbledore lo sabe y no quiero que él los dañe.
— Te dije que debías controlar tus impulsos Henry. – se quejó amargamente Neville. — Pero cuenta conmigo, Hogwarts no sería lo mismo sin tí.
— Están hablando de abandonar sus estudios mágicos señor Potter, esto no es algo que se pueda hacer solo así. – comenzó Amelia para ser interrumpida por Sirius.
— Ya perdiste a tu hermano y cuñada Amelia, los culpables siguen libres y el ministerio es una mierda, Hogwarts está en decadencia y todos lo sabemos. Retirarse no significa ser cobarde, es ser inteligente. – dijo Sirius apoyando a su ahijado.
— Voldemort regresó y no quiero que los niños se vean involucrados, no cuando la comunidad entera espera con los brazos cruzados a que un adolescente de 15 años haga el trabajo que los adultos deben hacer. – continúo Remus.
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Hechicero Supremo
FanfictionLas frases de los grandes hombres son plasmadas en el alma de las personas ordinarias. Harry siempre lo dijo y ahora siendo apuntado por tres varitas de los que creyó eran su familia se dio cuenta de cuanta razón llegaban a tener los malditos. ...