Siete de la mañana, estaba sentado tranquilamente en el comedor del que en algún tiempo pasado para él fue la sede de la orden del fénix.
Vió a su padrino bajar con una sonrisa tensa en compañía de su tío honorario, la relación no era del todo favorable, pero disfrutaba de estos momentos que antes no tuvo.
Ambos tomaron asiento frente a él, dejando que Winky sirviera el desayuno, Dobby y ella estaban más enérgicos el día de hoy.
Como se había planeado, una semana después de su cumpleaños sería la boda, era la mañana de su boda y parecía que su única familia estaba preparando el discurso de huída si lo necesitara.
— Es el gran día... – comenzó Sirius con sonrisa tensa. — ¿Realmente quieres casarte ahora cachorro? Porque si dices que no puedo conseguirnos una identidad falsa en las Bahamas y desaparecer.
— Padfood, si Harry no quisiera hacerlo nos lo diría, ¿Verdad? – preguntó Remus con algo de ansiedad.
Sonrío intentando calmar sus mentes, ellos estaban más nerviosos que nadie y eso que el que se casaría dentro de unas horas sería el pelinegro.
— Amo a Luna. – declaró con facilidad, ellos se sorprendieron, nunca lo habían escuchado decirlo. — No es solo por el contrato, realmente la amo de una manera que ustedes no pueden comprender.
Su amor por Luna era algo inusual, la protegía en su línea del tiempo anterior, observando cada paso que daba asegurándose que nadie la molestara desde las sombras.
No sabía si ella le había gustado antes, tal vez era su nula capacidad de engañarlo con sus máscaras lo que le gustaba de ella o simplemente su presencia refrescante era lo que quería.
Conocia cada faceta que Luna podía hacer, siendo la única persona que conocía todo sobre él así como él conocía todo sobre ella.
Para cualquier externo era un romance adolescente que acabaría, pero ninguno había vivido en otro tiempo y vuelto a vivirlo cambiando todo lo que conocía, ambos llevaban 12 años de amistad, conocían cada aspecto adulto que tenían, sus sueños, gustos, comportamientos y demás.
La boda que se llevaría a cabo dentro de algunas horas era entre dos almas viejas en cuerpos de adolescentes, simplemente estábamos adelantando un hecho que tarde o temprano sucedería.
El sonido de alguien ingresando por la chimenea hizo que el ambiente tenso en el que se habían sumido se rompiera.
Neville llegó con una sonrisa y una bolsa que contenía su túnica levitando atrás de él.
— Buenos días señor Black, profesor Lupin. – saludó Neville antes de voltear a ver a su amigo. — ¿Listo para el gran día? Hermione me envió una nota y dijo que ya estaba con Luna.
— Lo estoy. – dijo comiendo la sexta tostada que Winky puso en mi plato.
— ¿Qué es lo que harán mientras esperan? – preguntó Sirius con curiosidad.
— ¿Aparte de ir a Italia? – preguntó con cierta diversión, en definitiva amaba la magia. — Creo que explorar el lugar y contar el tiempo hasta una hora antes de ella boda, tal vez espiar a Luna y Hermione mientras se cambian... Lo normal.
Lastimosamente Harry no podía acercarse mucho a lo que quedaba de su familia, ellos eran adultos que habían crecido con ciertas ideas y prejuicios, por lo que era difícil para Harry conectar con ellos cuando él había visto lo más cruel de la guerra siendo el pelinegro el que llevaba el peso de la vida de cientos de magos y brujas.
Cuando Harry terminó su sexta tostada, se levantó dejando en la mesa la bella invitación que Luna y él habían elegido, era de color marfil con detalles dorados, era simple y elegante.
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Hechicero Supremo
FanfictionLas frases de los grandes hombres son plasmadas en el alma de las personas ordinarias. Harry siempre lo dijo y ahora siendo apuntado por tres varitas de los que creyó eran su familia se dio cuenta de cuanta razón llegaban a tener los malditos. ...