Capitulo 5

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La mañana del sábado Luna se despertó temprano, más temprano de lo común. Henry le había dicho que la buscaría a las ocho en la entrada de Hogwarts para llevarla a su cita.

Emocionada por la cita que tendría se vistió rápidamente ignorando las miradas interrogantes de sus compañeras de habitación al verla vestida de forma elegante y normal.

Luna no sabía que esperar de su cita con Harry, el pelinegro era muy impredecible y eso hacia que cualquier cosa pudiera pasar. Antes de salir de su habitación Luna revisó su atuendo una última vez, su vestido rojo oscuro con una camisa de manga larga abajo color blanca hacían resaltar el color de sus ojos mismos que brillaban de emoción, sus zapatos color negro completaban su atuendo que resaltaba los colores del ducado de Gaeta.

— ¿A dónde vas tan elegante Lunática? – preguntó una de sus compañeras a lo que ella volteó a verla con seriedad.

— Hay salida en Hogsmeade y tengo una cita. – dijo Luna antes de salir de su cuarto asegurándose de llevar su túnica en caso de que hiciera frío.

Los pocos estudiantes que estaban despiertos observaron con asombro a Luna Lovegood dar pasos emocionados hacia la entrada donde Mcgonagall estaba recibiendo los permisos para ir a Hogsmeade, a su lado se encontraba un adolescente desconocido para todos, para todos excepto Luna que logró identificar la magia que lo envolvía a pesar de que la estaba suprimiendo.

Mcgonagall tenía el ceño fruncido desde el momento en que vió al adolescente de cabello castaño con ojos color azules, el muchacho había llegado desde hace 15 minutos con una sonrisa arrogante.

— Ya le he explicado madame, tengo un permiso especial de parte del ministerio para ingresar en los terrenos de su escuela. – la voz del castaño está vez era más grave y con un ligero acento.

— ¿Puedo preguntar qué le hizo venir a Hogwarts? Señor... – Mcgonagall no confiaba del todo en el joven, era demasiado familiar y sospechoso.

— Henry de Gaeta. Mi prometida estudia en este lugar, su director accedió a mi visita como forma de fomentar lazos internacionales. – Harry realmente se estaba divirtiendo de las expresiones de su jefa de casa.

La magia de Luna lo hizo voltear hacia donde ella estaba, se sorprendió un poco al verla vestida de forma elegante y sin su ropa extravagante que le gustaba, los colores combinaban de forma precisa con los colores del ducado Gaeta y con la ropa que el mismo traía.

Para mantener el acto había tenido que encargar una túnica con el escudo de la familia Gaeta con los colores distintivos, nada que no se pudiera arreglar por medio de Gringotts, cosa irónica debido a que los goblins fueron los encargados de mandar a hacerla.

— Heredera Lovegood es grato verte. – dijo Henry en cuanto estuvo cerca.

Los chismosos alumnos observaron con sorpresa a Lunática Lovegood quien sonrió ante la actuación de su "prometido".

— Duque de Gaeta los nargles lo han mantenido muy ocupado. – aquello fue la confirmación de que era Lovegood, pero el asombro aún no se pasaba al enterarse del título del desconocido.

La mayoría de los alumnos salieron de su asombro cuando escucharon al ahora denominado Duque de Gaeta contestar con una sonrisa alegre.

— Me temo que eso es verdad, pero los nargles no impedirán que lleve a mi prometida a esa cita que te debía. – con una sonrisa juguetona Luna entregó su permiso de salida la profesora de transformaciones antes de aceptar la mano que le ofrecían.

Ignorando a todos los demás caminaron a paso rápido al pueblo, una emocionada por la cita y el otro tranquilo observando el pueblo como si fuera la primera vez que estaba allí.

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