Harry esperó pacientemente a que Sirius le enviara la nota con su regreso. Marzo estaba empezando y el castigo por hacer magia en el patio nunca llegó.
El pelinegro agradeció al profesor de encantamientos por lo que hizo, que aunque negó haber hecho algo Harry sabía que algo que dijo los mantuvo callados.
La nota que tanto había estado esperando llegó, la pobre lechuza parda que utilizó para enviarle una carta a Sirius, llegó con sus plumas revueltas por lo vientos fuertes que traía consigo el mes de marzo.
Vientos horribles para hacer entregas, necesitaré ayuda para arreglarlas. – Harry escuchó a la lechuza quejarse por sus plumas cosa que lo divertía.
— Gracias por traerla. – dijo Harry extendiendo una golosina de lechuza. — ¿Cómo está él?
Algo desnutrido y necesita un cambio de ropa y un baño urgentemente. Si vas a ir a verlo lleva mucha comida, Buckbeak también está hambriento. – la lechuza informó tomando lo que le ofrecían.
— De acuerdo, seguro estás cansada. – dijo Harry sin ver a Luna quien estaba sentada a su lado reírse junto a Neville.
La lechuza salió volando y Harry volteó a ver a sus amigos.
— ¿Ahora qué tienen? – preguntó el pelinegro viendo a sus amigos reírse.
— Verte hablar con una lechuza me hace cuestionar tu cordura. – comentó Neville. — Solo escuchamos ululeos y gorgojeos extraños.
— Ahora entiendo por qué Trevor se queja de tí. – exclamó Harry sintiéndose un poco ofendido. — ¿Por qué no hablas con tu sapo? El tiene cosas muy interesantes de decir.
— No habla con el, porque el único que puede entenderlo eres tú. – señaló Luna antes de suspirar. — ¿Qué te dijo la lechuza?
— Se quejaba de sus plumas. La comprendo, necesitará mucha ayuda para acomodarlas... – Harry vió como ambos lo veían con una ceja levantada. — Desnutrición y algo de higiene personal, el hipogrifo también está cerca. ¿Quieren acompañarme?
Luna tarareó levemente pensando antes de asentir.
— Suena divertido volver a ver a tu padrino. – dijo Luna mientras se levantaba de la mesa.
— Algunas veces olvidó que ustedes ya saben que va a pasar. – comentó Neville en voz baja.
— No es tan divertido como suena, volver a tomar las clases es agotador. – comentó Harry con aburrimiento.
El resto de la semana Harry junto a Luna y Hermione reunieron cosas que fueran necesarias para hacer que Sirius se sintiera cómodo.
Luna siendo la experta en runas había grabado runas a través de una canasta que podría contener grandes cantidades de comida y carne cruda sin que se descomponga.
Harry envío a Herdwig a Gringotts para obtener el traslador que llevaria a su padrino a su casa en Grimmauld Place, la cual mandó a arreglar desde el inicio del torneo.
Hermione ayudó a conseguir comida con los elfos por pedido de Luna, los elfos domésticos tenían una pequeña fascinación por la hija de muggles cuando ella ofreció hacer una campaña en contra del maltrato, el cual no disfrutaban pero aceptaban dócilmente.
El día de la salida a Hogsmeade, Luna y Harry se separaron del grupo rápidamente, Hermione no dijo nada entendiendo de alguna manera que Luna debía ir y no ella.
Pelinegro y Rubia, ambos caminaron hasta el bosque donde encontraron un perro negro demasiado grande para ser normal, pero también con su piel pegada a sus huesos, signo de su falta de alimentación.
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Hechicero Supremo
FanfictionLas frases de los grandes hombres son plasmadas en el alma de las personas ordinarias. Harry siempre lo dijo y ahora siendo apuntado por tres varitas de los que creyó eran su familia se dio cuenta de cuanta razón llegaban a tener los malditos. ...