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El día había empezado con una gran nevada, pero eso no impedía que Bella y Miles hicieran sus típicos paseos de miércoles por los locales más bohemios y recónditos de Londres, lo cual era típica rutina de ellos todos aquellos días ya que lo tenían libre ambos. Particularmente había un sitio donde disfrutaban estar más que nada: un escondido café en el centro de Camden Town que vendía aparte de infusiones, discos y vinilos retro, cosa que Miles realmente amaba coleccionar.

-creo que vamos a tener que mudarnos a un apartamento con una habitación más, solo para tus cds- dijo Bella mientras veía como su amigo llevaba ya cinco discos en tan solo unos minutos en aquel local.

-solo estás celosa de mi colección.

Bella se limitó a rodar los ojos mientras se acercaba al mostrador a pedir sus bebidas, una vez que con ellas, se dirigió hacia su amigo que se encontraba muy concentrado analizando tapa tras tapa.
Bella le extendió su taza de café y el la aceptó agradecido.

-justo encontré tu regalo para navidad- dijo Miles mientras le enseñaba el disco "Think Tank" de blur.

-gracioso- se limitó a decir Bella con una mirada seria y se dio media vuelta para sentarse en una de las mesas.
Miles instantáneamente corrió tras su amiga, el era bromista, pero no pretendía ofenderla.

-Bella, sabes que es chiste- dijo el sentándose frente a ella.

-lo se, Mi. Solo que me recordaste que tengo que lidiar con ese asunto.

Y era verdad. Entre muchas excusas y explicaciones sin sentido, Bella había sido capaz de dilatar la búsqueda de sus cosas durante una semana.
Primero tenía mucho trabajo, luego se había olvidado, luego tenía un leve dolor de cabeza que le impedía todo menos salir de fiesta.
Se notaba que realmente quería evadir la situación, y había intentado por todos sus medios no ir, pero cada vez se sentía peor respecto a la situación.

-no entiendo como puedes tomar eso en un día como hoy- dijo el músico refiriéndose al té helado que su amiga estaba tomando, tratando de cambiar el tema de conversación- si sabes que la temperatura es de 5 grados bajo cero, ¿verdad?

-al menos estoy abrigada, no como tu.- dijo ella señalando su pantalón arremangado que dejaba ver sus tobillos descubiertos.

-sentir frío es un pequeño precio a pagar para seguir viéndome genial.

Bella se echó a reír con ganas. Miles sin dudas era todo un personaje.

-sabes...- empezó Bella- creo que no debería seguir postergando el tema de mis cosas, sobre todo por mi teléfono. Regina esta harta de tener que llamarme a la línea del apartamento.

-bueno, eso es lo más inteligente que te escuché decir en semanas.

Hubo un silencio.

Miles sabía que su amiga estaba debatiéndose entre quedarse sentada o levantarse en ese instante e ir por sus cosas, ya que Bella raramente actuaba por impulso, si no que analizaba todo mil veces y le daba vueltas a toda situación, por lo que un momento así era digno de aprovechar.

-podemos ir, te espero mientras haces tus cosas y llegaremos a tiempo para ver a tu preciado Chelsea caer ante Liverpool.

-en primer lugar, te agradezco por hacer esto por mí. Se que piensas que debería ir sola, pero me alegra que vengas conmigo.

Miles sólo atinó a sonreír mientras revoleaba los ojos y rodeaba a su amiga con su brazo para empezar a caminar.

-y sólo para que quede claro, Liverpool no tiene chances el día de hoy.

.

El elevador se abrió de Par en par en el piso 5 y Bella caminó con mucha cautela hasta donde se encontraba la recepcionista, quien la recibió con una sonrisa. Si bien Miles la había acompañado, aclaró que la esperaría afuera. El juraba que era para que Bella se enfrente a sus problemas, pero ella sabía que en el fondo el también tenía una especie de ansiedad de sólo pensar en cruzarse con el músico.

-Bella Allarie! Es un placer volver a verte por aqui!- dijo aquella rubia un poco a los gritos para su gusto.

-hola! Lo mismo digo- dijo Bella surrurando.

- ¿Por qué estas susurrando?- preguntó la joven imitando el susurro y mirándola bien.

-No estoy susurrando.

-Si, si lo estás.

- Eso no importa- dijo Bella tratándo de sonar lo más amable posible ya que no quería que la pobre muchacha tuviera que aguantarse su mal humor sólo porque tenía miedo de cruzarse con Albarn. - lo que importa es que la otra vez que vine aquí...

-Lo sé, como olvidarlo!- dijo la rubia con una mueca graciosa en su rostro- nunca vi a nadie tan apresurado por salir de aquí, no siquiera a Jamie cuando fue la copa mundial.

Bella cerró sus ojos intentando sacudir el pensamiendo de vergüenza y humillación que pensó que se habían esfumado horas atrás cuando aquel arrebato de valentía la había llevado hasta allí. Ahora sólo podía pensar en la solemne estupidez que era haber venido.

-y encima Damon!- siguió la chica haciendo caso omiso a la cara de incomodidad de Bella- jamás lo había visto así! No se que fue lo que pasó, pero créeme...

-¿ Sabes qué? Eso es todo, voy a hacer que mi representante se comunique, muchas gracias.

Sin mediar palabra se dió la media vuelta y casi que corrió hacia el elevador, en donde tocó de forma veloz el botón.
No podía con esto. Al diablo la valentía.
Regina se encargaría de buscar sus cosas, tal como se lo había prometido.
El elvador finalmente llego al piso y en el segundo en el que las puertas se abrieron, sus ojos hicieron contacto con aquellos ojos azules que menos quería volver a cruzarse.

Damon Albarn estaba parado frente a ella mirándola con la misma cara de sorpresa que ella a él.

Damon instantáneamente sintió como sus pasos de forma automática se acercaban a ella, acorralándola sin intención contra una de las paredes de la recepción, alejándola de la entrada del elevador, y en cuanto notó la cara de susto de Bella, se alejó levemente.

- Solamente vine por lo que olvidé aquel día, pero ya estaba por irme, haré que lo recojan por mí.- dijo en un hilo de voz.

Volvió a atinar a escabullirse hacia el elevador pero el rubio fue más rápido.

-Con gusto te daré tus cosas, es más...- abrió la bolsa de tela que tenía consigo y sacó tanto el celular cómo su cuaderno- las tengo conmigo desde que las dejaste.

Bella frunció el ceño.

-Me gustaría que pudieras concederme unos minutos de tu tiempo, entiendo que no quieras hacerlo, pero realmente siento mucho cómo terminó todo.

Bella lo miró.
El día anterior tenía ganas de gritarle en la cara todas sua verdades, pero su mirada azul realmente emanaba una sinceridad que pocas veces había presenciado en otra gente.
Y después de todo, ella era una firme creyente en las segundas oportunidades.

-Por supuesto.

Hi! Este cap es una paja pero se viene lo interesanteeee!!

The selfish giant (Damon Albarn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora