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Las manos del músico hicieron su paso hasta el borde de aquel vestido, para terminar de sacarlo, lo cual generó un leve sonroje por parte de Bella.

-¿Te agarró la timidez?- preguntó Damon al notarlo.- No es como si no te hubiera visto antes.

Bella se limitó a soltar una pequeña risa.

-No acostumbro a que me vean desnuda, por si no lo notaste.- contestó.

Damon se acercó a ella, depositando un tierno beso en su frente. Era demasiado tierno verla así, medio insegura.

- Por si no lo notaste- Dijo imitando su elección de palabras- jamás en la vida había deseado a alguien tanto como te deseo a ti. Eres hermosa.

Bella mordió su labio inferior, acercándose a él mientras tiraba de su camisa sacarla por completo.

La mano de él se trasladó hacia la curva la cintura de ella y sus miradas no se despegan la una de la otra.

Damon no mentía, jamás había sentido tal atracción hacia una simple mujer. Sus ojos no paraban de recorrer sus facciones y por más que lo intentara, sus manos sentían la necesidad de tocarla.
Su dulce aroma se metía por sus fosas nasales y la simple energía que emanaba bastaba para empujarlo un poco más a la locura.

Se obligó a apartarse de ella con todo su autocontrol ya que quería mirarla detenidamente: Tenía su castaño cabello desordenado, sus ojos verdes y marrones enormes brillaban ante la luz que se metía de la calle y sólo traía su pequeña ropa interior rosa.

-¿Ya terminaste de mirar?- inquirió Bella con vonz risueña.

-En realidad podría mirar toda la noche- dijo mirándola fijamente- pero realmente tengo más ganas de follarte de una vez.

-¿Entonces que estás esperando?- dijo Bella trazando con sus dedos la hebilla del cinturón de él.

Estaba mal, ella lo sabía.

Aunque le importó poco en cuanto sintio las manos de él tomando los bordes de sus bragas, bajándolas por completo y sientiendo como se introducía en ella con fuerza.

Un pequeño gemido escapó de sus labios, que de igual manera fue callado en cuanto la boca de él atrapó la suya en un acalorado beso.

-Te necesité tanto- Atinó Damon a decir entre suspiros en el oído de la chica.

Las ventanas comenzaban a empañarse y la pequeña mesa donde estaban apoyados chirriaba con cada movimiento, pero ninguno parecía percatarse, estando únicamente pendientes el uno del otro.

-También yo- exclamó Bella mientras mordía levemente el hombro del músico, intentando acallar sus propios sonidos.

-¿Te gusta como se siente?- preguntó el rubio llenando de besos la mejilla de ella.

-Es perfecto. Eres perfecto... es como si hubiera sido echa para ti.

Damon asintió y aceleró su ritmo, logrando que ella se desplomé sobre el mientras gemía su nombre, para luego el caer exhausto, dejando su rostro apoyado en el hombro de la joven.

Verdaderamente estaba convencido de que Bella no había dicho nada más que la pura verdad, parecía que ella fue diseñada específicamente para él.

Y él para ella.

Con cuidado se separó de su cuerpo, tendiéndole la mano para ayudarla a bajarse de donde estaba sentada.

Bella colocó su vestido nuevamente, cuando sintió como Damon la abrazaba por detrás.

-En serio no quiero perderte- susurró ella, mientras él seguía fuertemente abrazado a su cintura.

El músico no dudo en darle la vuelta, para quedar enfrentados.

¿Ella realmente pensaba eso? Era él quien pensaba que ella querría mandarlo a pasear después de la última vez que se vieron.

-Nunca vas a perderme. Te lo juro- Dijo tomando su rostro entre sus manos.- Sólo necesito que me des un poco de tiempo. Para poder arreglar todo en mi vida y poder estar contigo como quiero. Como te mereces.

Bella lo miró bien mientras mordía su labio y ladeaba su cabeza.

Sabía perfectamente a que se refería con 'un poco de tiempo', cosa que no sabía si podría aguantar.

Se refería a básicamente seguir estando como antes, sin ningún tipo de ataduras y volviendo siempre al lado de Suzi si lo necesitaba.

Osea, Bella entendía que Damon tenía una familia y no pensaba cambiar aquello, pero este gris que él le proponía, sabía que acabaría por lastimarla.

Los ojos de él emanaban melancolía, tristeza y desesperación mientras la miraban expectante, necesitando una respuesta de su parte.
Ella sólo quería cuidar de él, hacerlo feliz y pasar todo el tiempo que pudiese con a su lado. Tanto así que supo que no habría cosa que él le pidiera a la que no accediera.

Asintió suavemente a la vez que una sonrisa se asomaba por el rostro de Damon, quien inmediatamente sintió que un peso fue quitado de sus hombros.

-Te lo juro, B. Sólo un poco más de tiempo- volvió a repetir el rubio.

Una vez fuera del estudio, ya en el auto de ella, Bella insistió en que fueran a su departamento a pasar la noche, pero Damon se negó rotundamente, ofreciendo su casa.

-Tal vez no sea tan grande como tu casa D, pero te prometo que podremos estar tranquilos- Dijo la artista todavía sin arrancar.

-Lo se, es sólo que quiero estar contigo a sólas, no quiero ser demasiado ruidoso enfrente de tu amigo.

Bella se echó a reír con fuerza. A Damon le costaba mucho referirse a Miles por su nombre, evidentemente.

-Primero que MILES debe estar muy ocupado en casa de su novia.- empezó Bella.

Damon frunció el ceño, totalmente extrañado.
¿Miles tiene novia? Al carajo sus celos irracionales.

-Segundo que no creo que una persona sea tan ruidosa al momento de dormir, salvo que ronques, pero ya hemos dormido juntos y se que no es el caso- Bromeó la joven.

Damon rio mientras colocaba una mano en la rodilla de ella.

-¿y quien dijo que ibamos a dormir?

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Bueno, un montón.

The selfish giant (Damon Albarn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora