The selfish giant (Damon Albarn)

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Unos gritos a modo de ánimo se empezaron a escuchar por todo el bar cuando Bella se terminó aquel shot de tequila mientras cerraba los ojos, todavía sintiendo el amargo licor deslizarse por su garganta.

-Que asco- dijo la joven apoyando el pequeño vaso en la mesa en donde se encontraban.

-Vamos B, es un juego de niños- animó Jamie mientras él mismo terminaba su shot y empezaba a beber una cerveza.- Es en celebración del fin del tour por América, deberías estar orgullosa.

Y la verdad es que el tiempo había pasado más que rápido. Luego de tres largos meses que parecían haber pasado como tan sólo un par de días, ya finalmente se encontraban finalizando todo lo que era el tour en latinoamérica para mañana ya partir nuevamente de Buenos Aires para Londres, donde luego de una muy breve semana de descanso, empezaría la gira por Europa.
Bella miró de reojo a Damon, quién se encontraba hablando animadamente con Mike, aunque al instante de sentir aquella mirada sobre él, posó inmediatamente sus ojos en ella.

Un leve rubor se instaló en la cara de la artista al ver aquella mirada azul, totalmente teñida de deseo, mientras veía como el rubio hacía un gesto con su mentón señalando hacia la salida. Fue tan imperceptible que casi pasó por alto.

Pero ella sin duda lo notó.

-Realmente ya estoy muy cansada- dijo ella a Emma, quien se había vuelto su compinche leal en todo este viaje.

-¿Tan temprano?- preguntó la castaña sorprendida mientras miraba su reloj.- Son apenas las diez de la noche, falta mucho por celebrar aún.

Bella señaló de forma disimulada hacia la puerta, en donde los ojos de Emma se encontraron con la silutea de Damon dando una mirada como inspeccionando el lugar, para luego salir de aquel bar rápidamente.

-Ahora entiendo un poco más tu repentino cansancio- dijo susurrando.- Cansancio que parece que tienes hace dos meses sin falta cada noche luego de los shows.

Y es que de alguna manera, desde que había empezado el tour, la dinámica era la misma: Bella escabulliéndose de forma silenciosa de los bares, o de donde sea que la banda y todo el equipo se encontraran reunidos, para ir a encontrarse con Damon a su habitación, en donde se quedaban hasta altas horas enredados entre las sábanas de los distintos cuartos de hoteles.

-Sigo pensando que no hay necesidad de que te vayas tan temprano, deberías disfrutar esto. Una gira mundial no es algo que pase todos los días.- sugirió la actriz.

-Em, no hay nada que quiera más que estar con él.

Y es que era verdad. No había nada que ella no hiciera por al menos poder pasar cinco minutos a solas con Damon.

La francesa sólo atinó a asentir y ofrecerle una pequeña sonrisa mientras veía como su reciente amiga hacía su paso hacia la salida, excusándose con el grupo y sobre todo con Jamie, quien la miraba con el ceño fruncido, incrédulo de que la joven se fuera tan temprano cuando la fiesta recién empezaba.

Emma se limitó a levantar sus hombros, mirando a Jamie mientras un suspiro escapaba de sus labios.

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-Te extrañé tanto- Pronunció Damon echándo su cabeza hacia atrás mientras sentía la boca de Bella besando su cuello con desesperación.-Aunque tardaste demasiado en salir del bar, casi voy a buscarte.

Bella se quedó sin habla al sentir como el rubio la daba vuelta, quedando atrás de ella, mientras bajaba el cierre de su vestido. No tardó ni dos segundos en bajar aquella prenda mientras se perdía en el dulce aroma que ella emanaba, aprovechando la cercanía para acariciarla de pies a cabeza.

-yo también te extrañé demasiado- contestó Bella con los ojos cerrados mientras acariciaba los brazos del músico que jugueteaban en su abdomen.

Ambos músicos se encontraban en el piso más alto de aquel hotel, frente a un gran ventanal que ofrecía la vista de uno de los hermosos paisajes que la ciudad de Buenos Aires tenía para ofrecer, y aún así, lo único que parecía importarles era volver a sentir eso que deseaban desde hacía horas ya.

Damon se alejó unos instantes para mirarla sólo en ropa interior y tragó sonoramente.

-Dios mío, eres tan hermosa.

Bella atinó a tomarlo por el cuello y lentamente procedió a dejar suaves besos en el cuello del músico, quién cerró sus ojos ante tal sensación.

-Debería dejarte una marca yo a ti, para estar a mano por todas las que me dejas siempre- susurró Bella logrando que él se estremezca levemente.- Jamie ya cree que soy alérgica a su perfume.

-Puedes dejarme las que quieras- contestó Damon atrayéndola a su cuerpo.

Con un poco de dificultad, ella sacó la remera de Damon y éste no pudo no besar su boca de forma salvaje.

Suavemente se separó de su boca, arrodillándose frente a él, ganándose un gruñido de su parte ante la mera vista de ella desabrochándo su cinturón.

-¿Vas a tomar todo de mí?- dijo Damon mientras pasaba una mano por el cabello de ella, amarrándolo en una cola de caballo.

Bella sólo lo miró asintiendo, y el rubio no puedo evitar soltar soltar un leve suspiro al sentir la boca de la joven.

-Dios mío... Realmente serás mi destrucción.

Y en cierta forma eso era cierto.

Damon sentía que ultimamente no podía pensar en otra cosa que no fuera Bella.
En medio de los shows y cada vez que tocaba interpretar las canciones que tenían juntos, no hacía mas que anhelar que todo acabara rápido para poder perderse con ella en aquel mágico mundo en donde sólo importaban ellos dos y nada más.

Verdaderamente era única en su clase, Jamás terminaría de agradecer a Jamie por haber propuesto su nombre hacía casi siete meses atrás, a pesar de los problemas que le había traído esta relación a su vida personal.
Por momento se sentía increíblemente culpable por tener que mantenerla en secreto, ya que el bochorno sería tal que necesitaba acomodar su vida antes de meterse de lleno con ella y entender qué era lo que quería.

Luego estaba el detalle de que él aún seguía en una relación, y ni había pensado en cómo decirle a Suzi esto que le estaba pasando, ya que odiaba ocultarle cosas, aunque estaba establecido que ambos tenían plena libertad para poder vivir su vida amorosa como más les fuera placentero.
Con frecuencia solía evitar las llamadas de ella para no tener que lidiar con planteos y explicaciones que no tenía claras ni él mismo, y se odiaba a sí mismo por aquello.

Sea como sea, la temperatura de aquella habitación de hotel había subido radicalmente y en cuanto Bella lo miró por entremedio de sus pestañas, dándole la mirada más seductora que había visto en su vida, supo que su dilema definitivamente podía esperar.

Hello! Volvió el fic finally! La verdad es que me fui de vacaciones y después como que me desmotive al comparar el rendimiento de éste con otros, pero ya se me pasó asi que volvemos con la programación de siempre y la misma frecuencia🥳🥳