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-D, creo que te desviaste en alguna parte, este no es el camino a tu casa ni por asomo.- Anunció Bella mientras tenía su mirada fija en la ventanilla del auto, observando el paisaje con ceño fruncido.- Te dije que era mejor si yo conducía.

-¿Acaso estás dudando de mis habilidades de conducción? El hecho de que recién tenga mi licencia no quiere decir que no sepa las calles, B.

-No quise decir eso, pero me parece raro. Jamás tomé este camino desde el estudio para tu casa. Es raro.

Damon atinó a esbozar una sonrisa.

-En realidad, si eres tan curiosa supongo que voy a tener que arruinar la sorpresa y contarte que en realidad no vamos a mi casa de Londres, te estoy llevando a otro lado.

Bella se dio la media vuelta, dándole la espalda a la ventana que venía observado, para enfocar sus ojos en él.

-¿Otro lado? - preguntó Bella mirándolo con total intriga.

-Mi lugar favorito de Inglaterra. Un lugar muy especial para mi. Especial como tu.

Ahora fue el turno de Bella de sonreír ampliamente, mientras se acercaba a él y plantaba un tierno beso en su mejilla.

-Si sabes que son casi las 3 am, ¿verdad?- cuestionó Bella señalando el cielo azul oscuro a través del vidrio.

-No te preocupes, no te mentí. Si iremos a mi casa, sólo que no a la de Londres. -Contestó Damon colocando su mano derecha en el muslo de la joven sin despegar la vista de la carretera.

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Bella no pudo evitar soltar un suspiro y tragar en seco en cuanto Damon cerró la puerta de aquella casa tras ella.

Luego de 4 horas de viaje, ya era la madrugada y se encontraban finalmente en el destino.
Así que el lugar tan especial no era nada más ni nada menos que Devon, lugar del que ella jamás había siquiera escuchado hablar pero que Damon parecía amar por alguna razón.

La casa de Damon era verdaderamente enorme. Las altas paredes estaban adornadas con enormes ventanas que daban una hermosa vista de la imponente naturaleza que el lugar tenía para ofrecer.

-Esto sí que es una mansión.- dijo Bella asombrada mientras sus ojos deambulaban por aquel espacio, admirando aquel amplio ambiante a su alrededor.- Es hermosa, me encanta.

El músico se acercó a la joven desde atrás, corriendo el cabello de la espalda de ella, acomodándolo en uno de sus hombros, y procedió a dejar una lluvia de pequeños besos en su cuello.

-A mi me encantas tu, te extrañé demasiado esta semana, siento que no puedo obtener suficiente de ti.

-Yo te extrañé más- dijo Bella dándosela la vuelta para intentar besarlo, pero fue interrumpida por la boca de Damon haciéndose paso en su cuello, desabrochándo su vestido por atrás.- Creo que estoy ansiosa porque me muestres tu habitación, siento que será la parte que más me gustará.

Damon se separó levemente, sacando su vestido por su cabeza y tomándola entre sus brazos, logrando que ella suelte una pequeña carcajada.

-¿Ah, si? Yo estuve deseando llevarte a mi habitación desde que pusimos un pie aquí.- dijo con una sonrisa mientras caminaba escaleras arriba con Bella encima.

Una vez en aquel cuarto y que los pies de la joven tocaron el suelo, Damon se encargó de desabrochar sus jeans y terminar de quitar su camisa, los cuales quedaron en algún lugar de la pieza.

Él se separó unos instantes para poder admirarla y se veía tan perfecta: traía su diminuta tanguita y no traía sostén así que sus pechos estaban libres y la vista.

Tragó sonoramente. Pensó en las palabras que Jamie le había dicho alguna vez, y verdaderamente estuvo de acuerdo: Era un hijo de puta con suerte.

Damon se acercó a sus labios. Parecía que jamás obtendría suficiente de ellos. Ella gimió levemente al sentir su creciente erección aún tapada por la fina tela de su ropa interior.

Con cuidado bajó sus besos a su mandíbula y cuello, haciendo un dulce camino hasta sus pechos. La espalda de Bella se arqueó, echando su cabeza para atrás sucumbida en puro placer.

Sus manos se enredaron es el cabello del rubio a la vez que la tocó suavemente por encima de la tela de su tanga.

-tan mojada- dije volviendo a sus labios, besándola como si no hubiera un mañana.

-por ti- dijo sin dejar de besarlo.

Damon corrió aquella tela con sus dedos para finalmente sentir el calor de su parte más íntima. Con su pulgar comenzó a acariciarla en su punto más sensible a la vez que callaba sus gemidos con besos.

-Te deseo ya- susurró Bella contra la boca de él.

Tomó los bordes de sus braguitas y las bajó por completo.
Ella dió un suspiro, a la vez que él sacaba de su bolsillo un condon, que rompió y se puso de inmediato.
Ella se sentó sobre él, deslizándose hasta el fondo mientras un gemido abandonaba sus labios.

Con sus manos la sostenía del trasero, ayudándola a impulsarse y una vez que encontró el perfecto ritmo para llevarlo directo a la locura, él comenzó a acariciarla en aquel lugar sensible, haciéndola casi llorar de placer.

-D, voy a explotar- dijo ella contra sus labios mientras seguía con sus movimientos sobre él.

-Se siente increíble- dijo acariciándola más fuerte, ganándose un gemido de su parte- llega para mí.

Bella se recostó sobre la cama, totalmente agotada mientras observaba como él imitaba su acción, se veía tan bien. Realmente hacía que su corazón salte de su pecho con sólo mirarlo.

Realmente estaba enamorada de él, y por alguna razón sintió la necesidad de decírselo, aunque no se atrevió, no quería arruinar lo que sea que tenían.

No por ahora, aunque sea.
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Bue, me re fui a la shittt jjajajaja.
No se si se dieron cuenta pero esto es un poco mas explicito que de costumbreee🥵

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⏰ Última actualización: Oct 31 ⏰

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The selfish giant (Damon Albarn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora