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El frío viento de Camden Town hizo correr a Bella desde su auto hasta el café, logrando atraer la mirada de los pocos transeúntes que de encontraban en aquel recóndito lugar, y claro que también de algún que otro paparazzi que siempre andaba al acecho.

Abrió la puerta de aquel café, haciendo sonar la campanilla de la puerta y se sorprendió al ver que Damon ya se encontraba allí dando un vistazo a los vinilos.

Él estaba con unos lentes que cubrían sus ojos, pero de igual forma Bella no pudo evitar pensar en lo apuesto que se veía.

Damon, por su parte, se encontraba totalmente sumergido entre aquellos álbumes cuando sintió unos suaves golpes en su hombro.
Al darse vuelta, su expresión cambió de un concentrado ceño fruncido a una amplia sonrisa al ver a la joven cantante frente a él.
Sin dudarlo demasiado, ambos se fundieron en un sentido abrazo que demostraba lo mucho que les había hecho falta la compañía del otro. Damon realmente sentía que esa extraña ansiedad que venía sintiendo era removida de sus hombros en cuanto el perfume de Bella inundó sus sentidos.

-D, es increíble verte aquí- Dijo Bella entusiasmada separándose de Damon, quien la miraba con una sonrisa.

-Realmente es un muy lindo lugar. Gracias por la invitación- contestó el músico- ¿De donde lo conocías?

-Bueno, este es uno de los primeros lugares que conocí cuando me mudé a Londres. Miles me lo mostró.

Ambos caminaron hasta el pequeño mostrador en donde pidieron sus bebidas para tomarlas y seguir recorriendo el lugar.

-A veces olvido que eres americana, pero luego te veo y es evidente que no eres de aquí.

-¿Eso es acaso un insulto?- preguntó Bella divertida.

-Claro que no. Tu sonrisa es la más bonita que haya visto alguna vez- dijo logrando que Bella se ruborice al instante- Muy americano de tu parte.

-Bueno, tu sonrisa es bastante bonita también- contestó Bella logrando que el músico la mire totalmente divertido e incrédulo- Y muy original, debo decir.

Damon se echó a reír mientras seguían recorriendo el lugar.

-El diente de oro definitavemente le da el toque- Bromeó el rubio- Aunque lamentanlemente es el resultado de malas decisiones que no debí haber tomado.

Bella vió como su mueca de broma se trasformaba en una cara seria mientras su mirada se perdía en los vinilos, por lo que entendió que efectivamente él debía tener un pasado del cuál no estaba para nada orgulloso.

-Todos tomamos malas decisiones, D.  E hicimos y dijimos cosas que no nos representan en el presente. Nunca te juzgaría por eso.

Damon volvió a enfocar sus ojos en ella mientras daba un trago de su café negro.

Ella tenía su largo cabello bajo un beanie de lana y sus mejillas sonrojadas por el frío resaltaban aún más sus grandes y coloridos ojos, rasgo que Damon jamás se cansaba de mirar.
Se veía tan tierna e inocente que él verdaderamente se preguntaba qué podría saber una chica como ella, que parecía literalmente un ángel bajado del cielo, de malas decisiones y errores que son inconfesables.

Damon tenía su cuota de esos, ya que él no era ajeno a lo que el alcohol en exceso, las sustancias y drogas podían hacerle a una persona, y su diente dorado no era más que un recordatorio de una de aquellas noches en los noventa en donde él estaba demasiado ido como para recordar qué era lo que había pasado con su diente al día siguiente.

-A veces hablas como si no tuvieras tan sólo 21 años- dije Damon dándole una cálida sonrisa.- ¿Acaso me mentiste y eres una anciana disfrazada?

Bella rió enérgicamente, pero no pudo evitar sentirse intrigada y sobre todo, sentirse mal por el rubio. Ella sabía que él era un buen hombre y se lamentaba al escuchar que su vida no había sido siempre feliz para él, y quería ayudarlo y consolarlo siempre que pudiera, cosa que sólo demostraba más los sentimientos que ya no podía ocultar, menos a ella misma.

A pesar de aquel momento de solemnidad, la realidad es que ambos se divertían mucho en la compañía del otro, tanto así que las horas pasaron como si hubieran sido tan sólo minutos.

Damon le había mostrado sus discos favoritos, y se sorprendió al ver que compartían algún que otro gusto,  y sobre todo al escuchar lo fanática que Bella era de David Bowie.

-¿En serio estás en medio de tratativas para una colaboración con él?- preguntó Bella totalmente entusiasmada mientras sostenía uno de sus vinilos.

-Te lo juro- contestó el músico enternecido con su reacción.- Él está en medio de una gira super exitosa y está tardando más de lo previsto, pero es un plan. ¿Qué disco tienes ahí?- consultó Damon dirigiéndo su vista al disco que ella había agarrado recién.

-Low- contestó Bella- Siempre quise tenerlo.

-También es mi favorito- Dijo el músico mirándola sorprendido- ¿No lo tienes?

-Lo tenía en New Orleans- Dijo Bella mientras sonreía recordando- Era el favorito de mi madre.

-Bueno, pues tiene buen gusto.

-Tenía. Falleció hace ya dos años.- Constestó Bella con la vista todavía enfocada en el álbum en sus manos, pero aún así sentía la mirada del músico sobre ella.

-B, lo siento mucho, no tenía idea...- dijo Damon dejando el disco que estaba sosteniendo y colocando una mano en su hombro.

-No te preocupes, D. Yo se que ella esta conmigo- dijo sonriéndole- Pero sí, este disco es sin duda uno de mis favoritos desde siempre.

-¿Qué me dices de este?- Preguntó Damon caminando hacia un estante más alejado, logrando que Bella lo siga.

En sus manos sostenía nada más ni nada menos que la versión vinilo de "Plastic Beach" mientras simulaba una pose para foto, sonriéndo ampliamente con el CD cerca de su rostro.
Bella lo miró sorprendida a la vez que una emocionada risita escapaba de sus labios.

-Estoy segura que se volverá de mis favoritos- Bromeó la artista.- Además escuché que hay canciones... prometedoras.

-Bueno, mis favoritas son aquellas en las que está Bella Allarie. ¿Has oído hablar de ella? Tiene un gran futuro.

Bella estaba tan divertida que fue imposible no echarse a reír con ganas, estaba más que feliz ante aquellas palabras del músico, quien parecía hablar muy en serio con respecto a lo de su futuro, como si realmente deseara eso para ella. ¿Acaso habría algo más atrás de un simple afecto?

The selfish giant (Damon Albarn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora